¿Se pueden querer a dos personas al mismo tiempo? [POLIAMOR #1]

POLIAMOR

Holis 😁 y bienvenidos 😊

Espero disfruten esta historia que se apareció en mis sueños.

Ay, sí, sueño cosas bien locas ¿no?

Por cierto... empezamos lento y soso (como nuestra protagonista). Bueno, más o menos, digo cada uno tiene sus secretillos, ¿no?

Pero... se pone, se pone y se pone bueno.

Debo advertirles que tiene escenas subidas de tono (+18) y giros en la trama. Muchos giros en la trama.

Están advertidos.

Por favor, no se dejen engañar, nada es lo que parece.

Otra cosa:

¡Alerta de Spoiler!

Sigan leyendo bajo su propio riesgo.

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La intrincada felicidad que sufría y expresaba su rostro era digna de una fotografía. El llanto. Las lágrimas que derramó mientras me veía mientras mi hermano la hacía suya. Era gozo. Un premio. Ese placer no se comparaba con ninguna otra muchachita que habíamos atraído a nuestro juego. Era ella, la única, que nos había hechizado con su gentileza y candor.

Hoy a perdido algo. Su cara era prueba de ello, del momento que pasamos, de lo que hicimos. Ha perdido su preciosa inocencia. Nada será igual para esta belleza ingenua. Ha caído. La hemos atrapado. Ha permitido que nosotros estemos con ella al mismo tiempo. Su pureza era nuestra. Esta noche le dejamos en claro que ésta es nueva vida. Ahora ésta es su familia. Nosotros la protegeríamos de todos y de todo.

Lo habíamos hecho ya, eliminando a ese pedazo de mierda que trató de abusar de nuestra chica. También de esa estúpida que amenazó a nuestra princesa. Y..., aunque me dolió, también nos vengamos de Deb.

Juego con un mechón de su largo cabello mientras observo en silencio sus lágrimas caer en la almohada de su nueva habitación. Es preciosa aun siendo una llorona. No ha parado de llorar desde que terminamos de hacerle el amor, desde que ella nos ha permitido besar cada centímetro de su cuerpo, desde que la hemos marcado para nunca dejarla ir.

La claridad de su pelo cae despreocupado sobre su pecho, cubriéndola lo justo para protegerse de nuestra mirada lasciva. Era una belleza bañada en sudor y en lágrimas que amaba y odiaba a la vez.

Amar a este hermoso ángel era difícil. Odiar a este precioso ángel era difícil. Al final no sé si lo que siento por ella es ficción o pura lujuria. Pero de lo que sí estaba seguro, era que la adoración siempre había sido real. Más que amarla, más que desearla, la adoraba. Era difícil no encapricharse con alguien que te salvó de tu peor momento en esta vida.

Me mira mientras sus sollozos dejan huella en mi corazón. No ha parado de mirarme. No ha dejado de llorar. Me está regalando la pizca de su gloria. Esto es mío. Este momento me pertenece. No me importa si el imbécil de mi hermanito acaricia la prueba de su resistencia para intentar calmarla. No me importa que él también la vea. Él sabe que ella ha elegido mirarme a mí por una razón.

—Lo siento —se disculpa—. No puedo... No sé cómo... No sé por qué... —dijo mientras su voz se pierde junto con el sonido de su alterada respiración.

—Shh... Shh... —Sobo con cuidado su cabecita. No quiero lastimarla—. Tranquila, tranquila... —beso su frente—. Es normal, mi amor. Es normal.

Mi frente y la suya se juntan.

Yo soy su lugar seguro.

Ese fue el trato.

Así es el amor entre nosotros.