Capítulo 7

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LILITH

Tengo que rezar urgentemente.

«Por Dios, es guapísimo.»

El muchacho de camisa blanca sin corbata, y saco de buen gusto..., es alto, de piel aceitunada, de cabello negro lacio y peinado engominado. Tiene lunares visibles en la frente y cerca de la comisura de la boca. Una excelente vibra amistosa y, buenos sentimientos se respira a su alrededor.

Oh, no...

¿Qué me pasa últimamente? ¿Mis hormonas están a flor de piel o..., me está pasando factura la virginidad?

Se acerca a nosotras, a Débora y a mí, pero sin dejar de mirarme en ningún momento, con esa sonrisa afable y sincera que lo caracteriza.

—Hola —me saluda.

—Hola. —Tiene los ojos café oscuro más profundos y misteriosos que he visto en mis veintiún años de vida.

—Soy Leonardo. —Se presenta, dándome la mano... ¡La mano!

—Encantada yo soy Lilith —digo y estrecho su varonil apretón.

Sus pobladas cejas se levantan, mostrando un aire juguetón que, me parece... ¿familiar?

—Lilith —repite mi nombre con dulzura—, que nombre tan bonito.

—Am... Gracias —digo. Creo que me sonrojé.

Leonardo (Leo), me sostiene la mirada unos segundos —que son la eternidad preciada—, hasta que... un aclaramiento de garganta, interrumpe nuestro contacto visual. Nos trae de vuelta a la realidad.

Oh, rayos.

Es Debi.

Nos mira, como si no entendiera, ¿de qué van dos jóvenes que se acaban de presentar, como si se conocieran de toda la vida? O sea: expectante y confundida.

—Bueno, Leo —dijo, al situarse a su lado, hombro con hombro, como si ella y él fueran...—, veo que ya conociste a mi prima hermana Lilith. —Ay, Jesús, no. Me daré de latigazos si resulta que es su novio.

—Sí —responde él—. Y déjame decirte que es mejor compañía que el resto de tus primas con las que tratas de emparejarme, manita.

Débora ríe tras ese punto amistoso de partida.

—Cállate —golpea suavemente su hombro al escucharlo.

Siento que me va a dar algo hasta que, Leo pronuncia las palabras «emparejar» y «manita».

Okey... No puedes usar ese verbo y apodo si eres un hombre soltero, ¿cierto?

—Te presenté a mis primas, no a mi mejor amiga —le dice—. Lilith no se toca, ella es un angelito puro que prefiero mantener alejada de tus perversidades románticas. —Me abraza por la cintura, y me da un beso en la sien súper cariñoso.

Me apeno un poquitín, cuando la escucho referirse a mí como a una santa. Y más, si a la persona quien se lo dice es un muchacho tan guapo que, no deja de mirarme como si yo fuera lo más bonito que ha visto en su vida.

Es eso o, ¿estoy alucinando?

—Mantén tus manos alejadas de ella —bromea con él... Creo.

Leonardo me lanza una mirada..., que juro por mi vida, que he visto antes pero, justo ahora, no la ubico bien.

—Que mal, Deb. Me estaba ilusionando —dijo, fingiendo un disgusto de niño chiquito. Se ve gracioso haciendo eso.

—También informárselo a tu hermano.

¿Se pueden querer a dos personas al mismo tiempo? [POLIAMOR #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora