Capítulo 60

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DESCONOCIDO

«Si algún día soy lo bastante descuidado y me pillan, dirán que soy un monstruo psicópata, un demonio enfermo y retorcido que ni siquiera es humano, y probablemente me condenarán a morir en la silla eléctrica. En cambio, si algún día pillan al que calza 42, dirán que se trata de un desgraciado que eligió el camino equivocado por culpa de unas fuerzas sociales a las que no pudo resistirse, y le meterán diez años en la cárcel. Luego le soltarán con el dinero suficiente como para comprarse un traje nuevo y una nueva sierra mecánica.»
El Oscuro Pasajero (Darkly Dreaming Dexter)

»Tiene que suceder.
»Tendrá que pasar.
»No hay vuelta atrás.
»Es hora.»

Salgo del auto y camino por el vacío y desolado estacionamiento hasta dar con la puerta de servicio del hospital. Entro, y el frío y pálido metal a mi alrededor, combina con el ambiente de mi bestia interna, haciéndome sentir seguro, calmado, en paz... Recordándome la inevitable verdad en mi destino: ya era hora.

Subo las escaleras.

Es momento de deshacerme de la carga que amenaza con hundirme en este espiral atrayente que él me enseñó a llamar vida. No es una rutina, pero me gusta lo que hago. He hecho esto demasiado tiempo, por él, por . Es necesario aplicarse al plan. Esto no estaría pasando si yo nunca lo hubiera conocido, le debo la vida. Pero él me enseñó la realidad y era mi decisión seguir con los requisitos que imponía sobre mí.

Escaleras, escaleras...

Éste era mi trabajo. Mario cumplió con entregarle a Lilith los documentos que verificaban los hechos de la verdadera historia de su nacimiento. Esos idiotas enamorados estaban distrayéndola de lo que se avecinaba. Juan la tenía vigilada e... informando a Adán sobre sus movimientos, pero el muy pendejo tuvo que sufrir ese accidente No Tan Accidental, y la mayor cantidad de nuestro tiempo se perdió en un chasquido.

Escaleras, escaleras...

¿Quién pudo haber hecho eso? Los frenos estaban cortados, chocó contra un poste de luz y atravesó el cristal. No murió, pero alguien enfureció. O mejor dicho: él enfureció. Si había algo que Adán detestara más que la hipocresía o la incompetencia, era la pérdida de un buen valioso minuto.

Es que..., ¿y aún no lo entendían? Los segundos nos absorben, los minutos caen en nuestra cara como gotas de agua que jamás podremos detener, como balines en la arena que destruyen nuestras piernas cuando se desata el Norte. Todo está perdido ya. Pero... y creo que sólo algunos de nosotros lograrán entenderlo: tenemos que sostener la gracia aún cuando sabemos que el tiempo nunca estará de nuestro lado.

Más escaleras...

Y como dijo Adán una vez: "Yo no malgasto el tiempo en tonterías". Aunque, y... sabiendo lo que ha hecho con tal de volver a tener a su hija en sus brazos, y hacer que ella esté de su lado y acepte con excitación su morbosa obsesión por dejarles en claro a todos los que lo traicionaron, que él es el mandamás y que nada lo podrá dañar otra vez... Bueno, supongo que todos tienen un punto ciego cuando se trata de lo que realmente les importa. Lo comprendo. Porque para mí también era importante una cosa: venganza. Y si era necesario volver a repetir la historia con tal de obtener lo que quería de ellos, iba a hacerlo.

Escaleras, escaleras...

Pero tenía que ser precavido. No podía fallar. No esta vez. Mi cabeza es parte de un puzzle maniobrando paranoias que espera descubrir a continuación una fracción de segundo en mi propio limbo.

¿Se pueden querer a dos personas al mismo tiempo? [POLIAMOR #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora