MIA
— Hola — contesté enseguida al ver el nombre de Step en mi teléfono — ¿Cómo estás?
— Mejor gracias ¿Y tú?
— Bien, admito que estaba preocupada — Harry se movió a mi lado durmiendo, pasó sus manos por mi cintura y me apretó fuerte contra él.
— Tranquila, estoy bien, te quiero contar lo que hablé con Nate, pero quiero verte.
— Bueno, juntémonos y podemos salir a hacer algo que te guste mientras conversamos.
— ¿Qué te parece si vamos a ver tu vestido de novia? ¿No crees que ya es el momento?
— Si, ya es el momento — chilló emocionada.
— Genial, te paso a buscar con Bernardo, le diré a José.
— Bueno, me ducho y me visto rápido.
— Bueno apresúrate — colgó e intenté soltarme de Harry, pero no lo logré, comencé a moverme de a poco, muy poco. Hasta que me soltó y se giró hacia el otro lado y así me levanté en un segundo.
Bernardo me abrió la puerta del vehículo.
— Hola Bernardo ¿Cómo estás?
— Muy bien señora Thompson, muchas gracias, ¿Usted como se encuentra?
— Muy bien gracias— me subí al vehículo y estaba Step esperando por mi — Si andas con Bernardo es porque estás con Nate — botó aire desganada.
— Le creí todo, ¿Crees que soy muy idiota? — Bernardo se subió al volante y comenzó a conducir.
— No, amiga no, sabes que Nate no mentiría, ¿Tú sentías que te decía la verdad? — asintió haciendo un puchero — Entonces Step, además Harry yo sé que es capaz de poner las manos al fuego por él, los conoces, cuando cometen errores los primeros en recordarse esos errores el uno al otro son ellos mismo — sonrió asintiendo.
— Si, tienes razón, pero aún le pedí distancia, después de permitirle que hiciera lo que quisiera conmigo en la cama — se tapó el rostro dejándose caer en el asiento — Soy una fácil — me puse a reír — Pero aún así, aceptó esa distancia, y me dijo que me quedara yo en el piso, con Bernardo, él está quedándose con Andrew yo creo o en un Hotel, no sé, esto suena mal, suena descabellado.
— Tranquila, necesitas unos días para ti, lloraste mucho estas últimas horas, necesitas relajarte, necesitas tu espacio, respirar y extrañarlo.
— Desde que se levantó de la cama lo comencé a extrañar, me tiene en sus manos, pero me dolió tanto las palabras que uso para referirse a mí, que sentí que algo dentro de mi se quebró y que tendrán pasar algunos días para recuperarme.
— Cada quien con su tiempo Step — acaricié su pancita muy feliz y se relajó.
Llegamos a un local en la Quinta avenida con las 42 Este. Es un Atelier de una marca reconocida, cuando vi el precio de un vestido casi me desmayé.
— Mia prométeme que no te importara el precio — le mostré indignada la etiqueta de una.
— ¿Cómo me puedes pedir eso? Estás loca mujer — bufó enojada pidiendo paciencia a los cielos.
— Tienes que acostumbrarte.
— Claro señora "No tocaré ningún peso de él y me iré a Portland" — me sacó la lengua haciendo una mueca.
— Esto es diferente, es tu boda, yo en mi boda gasté lo que tenía que gastar, no escatimé en gastos, es una vez en la vida Mia y será con el hombre de tus sueños — hice un puchero.
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El Jefe Para Siempre Será Mío (3)
RomanceLas películas de amor siempre tienen finales felices. ¿Pero qué sucede en la realidad después del "Fueron felices para siempre"? Esta es la tercera parte de El Jefe De Mi Prometido, en donde Harry seguirá intentando hacer junto a Mia, una historia...