HARRY
— Lo siento por excederme con el escándalo esta vez — me miró culpable y la abracé, por suerte se apiadaron de mí, o mejor dicho de los ceros que tengo en el banco, y nos pusieron en una celda solos.
— Tranquila, se lo merecía — asintió apegándose a mi pecho abrazándome — Siempre dices que soy capaz de lograr convertir los momentos malos en momentos graciosos — me soltó alejándose para poder mirarme.
— Estamos detenidos en la policía, cómo podría ser gracioso — tomé su mano y me metí su dedo con el anillo en la boca para quitarle el anillo con mis dientes, Mia abrió la boca cerrando sus piernas, se excitó, sonreí — Aquí no podemos — estallé en risas quitándome el anillo de la boca con mi mano.
— Tranquila, sé que aquí no se puede — se puso roja, me arrodillé tomando su mano.
— ¿Qué estás haciendo?
— ¿Te quieres casar conmigo? — estalló en risas — Vamos di que si, ¿Cuántas parejas le pedirán matrimonio a sus parejas en una celda? Soy muy creativo — siguió riéndose, con ataque de risa agarrando su vientre con sus manos intentando controlar la risa.
— Me encanta — me abrazó dándome besos — Me has pedido matrimonio en Paris y en una celda, eres único — le cerré un ojo.
— Pero no has contestado a mi pregunta.
— Porque esta vez está mal formulada — la miré confundido y acarició su pancita.
— ¿Se quieren casar conmigo? — asintió feliz dándome besos.
— Cada vez que me pidas matrimonio diré que si, estemos donde estemos, en nuestro mejor momento en Paris, en nuestro peor momento aquí en una celda, siempre amor, siempre — la apreté fuerte contra mí poniéndonos de pie.
— Pero que pareja más romántica y loca — solté a Mia y vi al Señor Gregson aplaudiéndonos con mi papá riendo a su lado, el policía nos abrió la celda.
— Están libres, pagaron su fianza — tomé a Mia de la mano y salimos de la celda abrazando a nuestros padres.
— Que bueno, muero de hambre — dije sobando mi estómago.
— Y yo de sueño, gracias por sacarnos — la abracé y nos pusimos a caminar hacia la salida, a firmar papeles y recuperar nuestras billeteras, celulares, entre otras pertenencias, por suerte esta vez no andaba con las bragas de Mia en el bolsillo.
— No, no, no, por ahí no — dijo mi padre agarrándome de la chaqueta — Afuera están todos esperando que salgan, así que nos permitieron usar otra salida, por acá — lo seguimos hacia la otra salida.
Mia revisó su teléfono al subir al vehículo, y comenzó a reírse, se dejó caer sobre el asiento hacia el lado riéndose.
— Mira — me entregó su teléfono y vi la noticia.
Dick & Jane Thompson!
Ladrones de Risa y vaya que dieron risas en un emblemático juicio.
Sale Jim Carrey con mi rostro y Téa Leoni con el rostro de Mia, luego están nuestras fotografías esposados para entender la broma, explicando todo el escándalo que sucedió dentro incluyendo el embarazo.Papá me miró preocupado, le negué con la cabeza, no quiero preocupar a Mia diciéndole que las acciones se desplomaron.
Revisé la noticia, sale que todo fue a nuestro favor y que la parte final todo se descontroló, donde Mia indignada golpeó a Steve y que también lo golpeé yo, suena realmente terrible, no sé para que me engaño, estoy jodidamente preocupado.
ESTÁS LEYENDO
El Jefe Para Siempre Será Mío (3)
Lãng mạnLas películas de amor siempre tienen finales felices. ¿Pero qué sucede en la realidad después del "Fueron felices para siempre"? Esta es la tercera parte de El Jefe De Mi Prometido, en donde Harry seguirá intentando hacer junto a Mia, una historia...