Capítulo 37: El Colapso De Mia.

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MIA


Me tapé el rostro y comencé a llorar de forma descontrolada, Harry tiene un rostro de miedo que jamás había visto antes, me soltó triste mirándome dudando en preguntar lo que quiere preguntar.

— ¿Me vas a dejar? — se le quebró la voz y negué con la cabeza llorando — ¿Quieres cancelar la boda? — volví a negar llorando desconsolada, se relajó y llevó sus manos a mi rostro secando mis lagrimas.

— Colapsé — intenté decir entre llanto, suspiros y sollozos — No doy más Harry.

— No doy más de qué— preguntó triste acariciando mi cabello mientras mis sollozos eran fuertes y el llanto no cesaba.

— De la ansiedad, de los nervios, mi cabeza va a mil por horas — tuve que dejar de hablar para seguir llorando — Estoy agotada, siento que todo saldrá mal, pienso que te atreverías a dejarme plantada en la boda, que nada resulta, ayer me molesté demasiado cuando no nos dejaban estar solos, cuando sucedió lo de Elena, estoy aterrada con sentir los dolores que sintió Step, me acabo de molestar al saber que saliste sin avisarme, no sé qué me pasa, pero todo me está afectando el doble y solo quiero llorar — Harry sonrío de forma tierna, me abrazó apegándome a su pecho rodeándome por completo con sus brazos y comencé a llorar de forma desconsolada.

— Mia solo estás estresada, necesitas descansar, por eso está empeorando todo lo demás — asentí, yo creo que ni siquiera cuando estudiaba y trabajaba al mismo tiempo me había sentido tan cansada, tan ansiosa y tan nerviosa como me siento ahora — Ven — me guío hasta la cama, me acosté y se acostó a mi lado, me apegó a su cuerpo y me apoyé en su pecho sollozando — Llora todo lo que quieras, necesitas desahogarte, soltar todos esos nervios que te están atormentando — asentí ya un poco más relajada, sus palabras y sus caricias me están relajando, cuando Harry se pone en modo "Señor todo saldrá bien no hay nada de que preocuparse" es capaz de traspasarmelo a mí.

— Lo siento mucho — comencé a llorar de nuevo pensando en todo lo mal que reaccioné desde ayer.

— No pidas lo siento mi amor — me apretó más fuerte contra su cuerpo — Fuiste capaz de decirme y reconocer lo que está sucediendo, te acabas de apoyar en mi, acabas de confiar en mí — me dio un beso en el cabello mientras no dejaba de acariciarme — Te amo tanto nena — sonreí enseguida mientras sollozaba, me encanta cuando me dice nena, cuando me dice mi amor, cuando me dice cariño, cuando me dice baby, cuando me dice dulzura — Princesa — pero sobre todo cuando me dice princesa — ¿Quieres que te traiga el desayuno? ¿O aún no quieres comer?

— Si por favor, tengo mucha hambre, pero espera unos minutos, quiero que me sigas haciendo caricias — sonrío dándome besos, el llanto ya paso, ahora solo quedan sollozos y suspiros. Los ojos me deben haber quedado hinchados igual que mis labios.

— A pesar de las discusiones, de las diferencias, de las reacciones, jamás permitiré que te hundas — sonreí mientras Harry me daba besos — Todo saldrá bien, siempre estaré aquí, aunque estemos muy enojados y sientas que nada tiene solución, cuando pienses que nada saldrá bien, recuerda que siempre estaré aquí, pase lo que pase estaré aquí y sé que tu corazón eso lo sabe — asentí aún con sollozos acariciando su pecho con mi mano mientras los suspiros fuertes salen desde dentro. Sentimos golpes en la puerta.

— Hija— es mamá.

— Yo abro — Harry se levantó, el está vestido para abajo, pero yo solo estoy en lencería, me tapé con el edredón. Harry abrió la puerta saludando a mi madre.

El Jefe Para Siempre Será Mío (3) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora