HARRY
— No entiendo por qué lo recomiendan para iniciar el día, si toda mi sangre está irrigando otra cosa, menos mi cerebro — Mia estalló en risas con sus ojos cerrados, recostada con la espalda pegada al colchón.
— Si y yo lo único que quiero es quedarme aquí abrazada a tu lado — se acurrucó en mi pecho que está sudado como nunca.
— No, ya hay que levantarse si te abrazo nos quedaremos dormidos aquí y hay que volver a la realidad que nos espera — lo último me salió bastante desganado, quiero hacer todo lo contrario. Mia suspiró fuerte y se separó de mi cuerpo sentándose.
— Tengo miedo — sonreí triste al verla con miedo en sus ojos y estiré mi mano para poner su cabello detrás de su oreja y acariciar su mejilla.
— Yo puedo ser valiente por los dos —sonrió feliz y se acercó a darme un beso rápido para salir de la cama y entrar al baño.
Al salir de la ducha pasándome una toalla por el cabello, la vi sentada vestida, con el cabello seco, sin maquillaje revisando su teléfono concentrada.
— Me siguen más de 3 mil personas en mi Instagram, estoy etiquetada en más de 100 fotos y tengo más de 200 mensajes y cientos de comentarios preguntándome por qué no cambio mi nombre de Instagram a Mia Thompson — me miró con un rostro de preocupación en estado de shock, que me provocó gracia — Y tengo llamadas perdidas de mis amigos y WhatsApp de mis amigos — tuve la sensación de que quería seguir hablando así que detuve mi caminata a mi vestidor y la quedé observando — Tu y yo no nos queremos ocultar nada ¿cierto? — asentí con el rostro serio — O sea, igual a mí no me interesa él.— Mia anda al grano — bufé molesto porque empezó a hacer esos gestos en que quiere hacer la situación graciosa y bajarle el perfil a algo ¿dijo él?
— Tenía llamadas perdidas y WhatsApp de un número desconocido.
— Ya solo di quién era — me crucé de brazos levantando una ceja incentivando a que siga contando su historia con toda mi atención.
— Era Taylor — puse los ojos en blanco y bote aire enojado dejando caer mis brazos.
— ¿Qué quiere ese idiota ahora?
— Preguntando si era cierta la noticia, pero como mi teléfono estuvo apagado más de veinticuatro horas no respondí , dijo algo que no me gustó — arrugó su naricita.
— ¿Y cuándo ha dicho algo que te haya gustado ese idiota? — se rió relajándose y desconcentrándose.
— Nunca — intenté no flaquear en mi actitud de molestia, realmente estoy enojado en que esté nuevamente buscándola luego de darle ese ultimátum — Pero estoy hablando en serio Harry, solo quiero saber si es cierto.
— ¿Qué cosa?
—Me dijo que estaba preocupado por mi, que eras un hombre que se exaltaba fácilmente de forma violenta, que a él lo tenías amenazado con su futuro y que lo habías ido a golpear a su oficina ¿Es cierto? — mi rostro se desfiguró por completo y me quedé en silencio mirándola — ¿Harry?
— ¿Qué quieres oír? — respondí enojado.
— La verdad — la verdad no le gustará, porque todo es cierto, y mi actitud le está dando la razón, lo golpeé hace años al lado de Mia tumbándolo al suelo esa noche que me jugó la mala pasada junto a Rebecca, lo golpeé el viernes antes de ir a Los Hamptons, Mia me ha visto reaccionar de la peor forma en mi vida, el día que llegué a los golpes con Richard, y luego echándola a ella de mi piso golpeando la muralla como un simio descontrolado. Me llevé una mano a la sien frustrado, en realidad culpable, porque es la verdad soy así. Me senté en la cama mirando el suelo — Entonces es cierto — la miré triste y también me estaba mirando así — Harry por qué lo hiciste — se acercó metiéndose entre mis piernas acariciando mi cabello, la miré raro, pensé que me gritaría, me dejaría solo, se enojaría, se iría, me lanzaría un almohadón o algo.
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El Jefe Para Siempre Será Mío (3)
RomansLas películas de amor siempre tienen finales felices. ¿Pero qué sucede en la realidad después del "Fueron felices para siempre"? Esta es la tercera parte de El Jefe De Mi Prometido, en donde Harry seguirá intentando hacer junto a Mia, una historia...