MIA
— ¿Qué quieres hacer? — José me miró con ternura.
— Quiero comer donas y que alguien me abrace mientras como donas — se puso a reír sentándose a mi lado rodeándome con sus brazos.
— Eres una regalona — lo abracé de vuelta y comenzó a buscar en su teléfono las donas a domicilio — Te tengo que contar algo — dijo entusiasmado, lo solté para mirarlo emocionada y expectante — Con Josh queremos adoptar, queremos ser padres — me tapé la boca emocionada, me puse a gritar muy feliz abrazándolo, dejándonos caer en el sofá.
— Que emoción, me encanta demasiado, estoy muy feliz por ti — José asintió con sus ojos llorosos.
— Espero que todo resulte, será muy difícil, pero espero que todo resulte — lo volví a abrazar y esta vez comenzó a reír mientras lo apretaba fuerte — Ahora me vas a decir ¿Qué estás haciendo aquí pidiendo que te abracen mientras comes donas?
— Nada — respondí feliz, José entornó los ojos.
— Stephanie ya llamó preguntando si estabas conmigo, porque Harry raptó a Nate y se lo llevó — bufé molesta y José me miró desafiante — Bueno, no digas nada, se que Step te hará hablar — sonó el timbre y José sonrió triunfal poniéndose de pie para abrir la puerta.
— ¿Ya habló? — preguntó Step intrigada apenas abrió la puerta José.
— No — respondió José como si fuera obvio.
— Hay que celebrar con donas que quieres adoptar — dije feliz.
— ¿Vas a adoptar? — preguntó feliz Step desconcentrándose.
— Lo está haciendo para desconcentrarte — contesto José sacudiendo a step de los hombros para que reaccionara.
— Lo sé, pero igual hay que celebrarlo — chilló feliz y yo igual.
— ¡Con donas! — volví a insistir, necesito esas malditas donas por mi salud mental.
— ¿Con donas? — preguntó Stephanie mirándome como si fuera un bicho raro que acaba de ver por primera vez en su vida.
— Por qué lo preguntas así, lo dices como si alguna de ustedes dos pudiera beber alcohol.
— ¿Es tu primer antojo?
— No sé si lo llamaría antojo, siempre tengo ganas de comer donas — José estalló en risas por mi respuesta.
— Pero es diferente, porque es como si no pudieras seguir viviendo sin esa maldita dona.
— Ay si, por favor necesito una dona, la estoy saboreando, siento que voy a morir — me dejé caer en el sofá desmayada.
— Eso es un antojo — dijo segura Stephanie.
— Por favor, aún ni siquiera es más grande que un frijol — nos pusimos a reír los tres.
— ¡Señor dame paciencia! — gritó José a los cielos — Mis dos mejores amigas embarazadas y al mismo tiempo, escribiré un libro de cómo sobrevivir a esto.
José terminó pidiendo muchas donas, porque le traspasé mi antojo de donas a Stephanie.
— Chicas — dijo José preocupado — Creo que tengo una mala noticia — nos miró con rostro de "Perdón por nacer y estar aquí con ustedes" — Cancelaron el pedido de las donas.
— ¡¿QUÉ?! — me paré realmente enojada del sofá, llevo aquí media hora esperando por mis donas, para después decirme que no llegarán — ¡NO! — fui directo a la salida a tomar mi abrigo.
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El Jefe Para Siempre Será Mío (3)
DragosteLas películas de amor siempre tienen finales felices. ¿Pero qué sucede en la realidad después del "Fueron felices para siempre"? Esta es la tercera parte de El Jefe De Mi Prometido, en donde Harry seguirá intentando hacer junto a Mia, una historia...