HARRY
— ¿A qué vienen? — pregunté frío, Mia enseguida me miró con desaprobación y apretó mi mano con molestia, lo siento cariño, soy así, me gusta ir al choque.
— ¡Felicidades! — gritó Kate acercándose y me apretó fuerte con sus brazos intentando cortarme la respiración, me soltó, se acercó mamá a abrazarme feliz y la abracé. Cuando papá soltó a Mia mi madre se acercó a ella, Mia tiene sus ojos rebosando en felicidad. Richard intentó demostrar que está feliz, pero no le llega a los ojos, igual nos dio las felicidades.
— Estoy feliz por la noticia, pero al mismo tiempo estoy furiosa, como nos hicieron esto, yo quería planear la boda con tu madre — dijo mi mamá intentando sonar indignada y rompimos a reír.
— La verdad es que no recordamos nada, ni siquiera nosotros lo sabíamos — admití levantando los hombros.
— Mia tu madre está desesperada, le dije que se quedara tranquila porque vendría a verlos.
— Si, lo sé, lo siento, es que tengo mi teléfono apagado, no he querido encenderlo, queríamos tener un día para nosotros — puso cara de tristeza, su padre me va a matar, me quemará vivo, me echara a la olla hirviendo.
— Pero eso se puede solucionar, vamos a Portland — Mia me miró sorprendida, en realidad todos me miraron sorprendido — Hay que hablar con tus padres, no por teléfono.
— Ay si vamos, yo no conozco Portland — ¿Qué? ¿Mi mamá se acaba de subir al viaje? Iba a decir que no estaba invitada, pero mi padre metió su cuchara.
— Si, me parece una gran idea — Mia sonreía muy feliz, así que no metí mi cuchara, pues vamos todos, qué más da — Pero tiene que ser mañana en la tarde, porque en el día hay reunión, ambos — nos miró serio levantando una ceja, a Mia se le borró la sonrisa de golpe.
— Tranquila puedes con todo — la tranquilizó Richard abrazándola, exploté en celos por dentro.
— Traeré jugó — dijo Mia caminando a la cocina. Richard no deja de mirarla, ese albaricoque es solo mío, maldita sea ese vestido, Richard debe estar pensando lo mismo que pensé yo al ver ese vestido, ay por qué tiene que ser tan condenadamente sexy y hermosa, si no lo fuera tanto, Richard no la miraría de esa forma, pero lo es, me tengo que acostumbrar a que la van a mirar, en todos lados la van a mirar, y yo ahí estaré agarrado de su mano sacando pecho de que esa belleza sexy me escogió a mí, seré la envidia de la sociedad, de hecho ni siquiera sé por qué estamos encerrados, ojalá los fotógrafos nos saquen miles de fotos por todos lados y que todos vean que esa mujer tan hermosa me escogió a mí entre tanto hombre y mujer, sonreí malicioso sin querer al pensar en eso y volviendo a la realidad me puse serio enseguida, tengo que haber estado como baboso imaginándome en la calle con Mia de la mano, maldita sea estoy celoso.
Mia estaba entregando jugo a mi familia y me acerqué a ayudarla cuando mi mente dejó de fantasear, mientras los demás se sentaban en el sofá, sentí unas patitas muy peculiares, Clifford haciendo su entrada ladrando feliz moviendo su cola ¿A Richard? Ahora si que si se declara la tercera guerra mundial. Mi esposa llegó a tomar mi mano feliz a mi lado mientras conversaban, pero yo estaba concentrado en esa escena del perro con Richard.— Ese rostro Harry — dijo Kate mirándome.
— Interrumpieron mi luna de miel, se supone que uno se casa y tiene la luna de miel para hacer a los hijos tranquilo y sin interrupciones — Mia se atoró a mi lado, papá y Kate estallaron en risas, mamá me reprochó con un "Harry" y Richard está mirando a Mia como si acabara de perder lo más preciado en esta vida. Mia esperó que siguiera la conversación normal y que yo me llevara el vaso de jugo a la boca.
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El Jefe Para Siempre Será Mío (3)
RomanceLas películas de amor siempre tienen finales felices. ¿Pero qué sucede en la realidad después del "Fueron felices para siempre"? Esta es la tercera parte de El Jefe De Mi Prometido, en donde Harry seguirá intentando hacer junto a Mia, una historia...