HARRY
— Lo voy a golpear de nuevo — achinó sus ojos mirándome enojada — ¿Qué? Se lo merece, cada vez que lo vea lo golpearé.
— No te contaré nada más — se cruzó de brazos molesta mirando hacia la ventanilla, me puse a reír abrazándola e intentando que se deje abrazar.
— Era broma, pero ganas no me faltan.
— Harry — dijo mi nombre reprochándome.
— Y no puedo prometer que no lo golpearé — estalló en risas.
— Eres el peor — se quejó con risas dejándose abrazar.
— Es que tienes que entenderme, para mi eres lo más importante en el mundo, y no sé, me dan ganas de golpearlo por hacerte daño — se puso a reír más fuerte.
— No me convenciste para nada con eso, no permitiré que lo golpees — intentó que la risa calmara para volver a hablar — Si te cuento es porque confío demasiado en ti, y quiero que sepas todo de mí, pero no para que andes golpeando a Taylor — entorné los ojos y repetí su última frase "Taylor" imitándola como un niño malcriado, volvió a reírse y la apreté más contra mí para que no intente huir de mis brazos.
— ¿Cuántas horas faltan? — estallé en risas por su pregunta — ¿De qué te ríes? ¿Qué esas preguntas las hacen los niños pequeños? — negué con la cabeza riéndome aún más viéndola compararse con un niño pequeño.
— Pensé que dirías cuántas horas hemos estado sin consumar nuestro amor — está vez ella comenzó a reírse.
— ¿Y desde cuándo ese vocabulario tan correcto?
— Aaaaah te pillé, se que te gusta más mi vocabulario vulgar — me burlé enterrándole dedos en el estómago.
— Ay si, ya — intentó alejar mis dedos de su cuerpo retorciéndose, se sentó sobre mí buscando la palanca del asiento y nos inclinó levemente hacia atrás.
— Que atrevida, me encanta — levanté mis cejas y se puso roja.
— Quiero oír tu vocabulario vulgar — comenzó a acariciar mi cabello.
— Primero admite que eres una sucia — negó con su cabeza arrugando su nariz — Bueno por lo menos lo intenté ¿Estás segura que quieres oír lo que tengo para decirte? — asintió segura acomodándose sobre mí para escucharme atentamente y yo sonreí triunfal al terminar de decirle lo que estaba pasando por mi mente, incluyendo mi gesto vulgar.
— Está vez sobrepasaste absolutamente todos los límites Thompson — abrió la boca sorprendida.
— Tú querías oírlo.
— Si, pero jamás me esperé eso — se puso a reír.— Lo admito, me excedí, pero no hay nada de mentira en lo que estoy diciendo.
— Ya puede que tengas razón — puso gesto de incomodidad y dolor intentando cerrar sus piernas y estallé en risas por su gesto — Crees que Clifford estará bien sin nosotros — se llevó una mano a su pecho preocupada.
— Si, tranquila, se da con Chase, él lo llevará al hotel de perros — lo dije abriendo los ojos, hotel de perros, en mi vida se me pasó por la mente que tendría que pagarle hotel a un perro, eso debí haberlo pensado cuando lo adopté.
— Pero lo extraño, para mí es como salir sin mi bebe — hizo un puchero de lo más tierno y la abracé apretándola contra mi dejándola inmóvil con sus brazos hacia adelante presionando sus pechos.
— Así con la brecha, bendito escote — se puso a reír y miró hacia abajo para mirarse.
— Muy lindo, ahora me encanta y lo amo demasiado — sonreí pletórico.
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El Jefe Para Siempre Será Mío (3)
Roman d'amourLas películas de amor siempre tienen finales felices. ¿Pero qué sucede en la realidad después del "Fueron felices para siempre"? Esta es la tercera parte de El Jefe De Mi Prometido, en donde Harry seguirá intentando hacer junto a Mia, una historia...