HARRY
Me acerqué al intercomunicador que se encuentra en la muralla de la cocina y le hablé a Chase para que le prohibiera la entrada a absolutamente todos, incluyendo a mi familia.
Subí rápido a la habitación, Clifford al oír los gritos corrió hacia arriba, y sé que Mia tuvo que haber escuchado los gritos. La puerta estaba entre abierta, solo la empujé y la vi sentada sobre el colchón, con la bata de toalla puesta, el cabello mojado cayendo por sus hombros, abrazando al perrito, llorando desconsolada.— Cariño — me arrodillé a sus pies para poder mirarla y Clifford me ladró con desaprobación. Lo que faltaba, ahora el perro.
— No — le reprochó de forma tierna a Clifford por haberme ladrado y este hizo un llanto de queja suave con culpabilidad. Mia se agachó y lo dejo en el suelo, intentó secarse lágrimas, pero no dejan de salir. Clifford se quedó quieto a mi lado observando atentamente a Mia, igual que yo. El poder de las mujeres traspasa toda forma viviente.
— Harry por favor, te firmo el divorcio o lo que quieras, pero yo no quiero esto — dijo entre sollozos, casi sin aire, suspirando por el llanto.
— ¿Te vas a rendir tan rápido conmigo princesa? — levantó sus ojos a los míos atrapándose por completo en mi mirada, a los segundos reaccionó negando con su cabeza — Entonces no me dejes solo remando contra la corriente. Yo puedo con todo, pero si tú estás a mi lado, porque si estás de parte de ellos, le crees a ellos, yo no podré contra nada.
— Es que una cosa es remar contra la corriente y otra muy diferente es remar contra tu familia.
— No estamos remando contra mi familia, solo hay diferencia de opiniones — no dijo nada, solo agachó su mirada triste — Si por esta situación tus padres te llamaran ahora y te pidieran que me dejes, te dijeran que yo te obligué a casarte de la peor forma, que te obligué a firmar cosas que no querías, ¿Me dejarías? — volvió a negarme con su cabeza — Entonces por qué me estás pidiendo a mí que te deje a ti.
— Tienes razón — sonrió triste, estiré mi mano a su rostro para acariciarla y limpiar algunas lágrimas.
— Perdóname — me miró confundida por mis palabras — Yo solo quería hacer de ti la mujer más feliz del mundo, pero está sucediendo todo lo contrario — se lanzó a mis brazos dejándose caer sobre mi llorando con más pena.
— No digas eso que rompes mi corazón, soy demasiado feliz a tu lado, mi tristeza es por culpa de todo lo que nos está rodeando — huele a la espuma de vainilla de la tina, aspire fuerte su olor, huele realmente genial.
— Princesa que no te afecte el alrededor, no escuches el alrededor, no mires el alrededor, solo somos tú y yo — se alejó asintiendo.
— Es que me da mucha pena que todo el mundo esté reaccionando así con algo que a nosotros nos está siendo felices — sonreí embobado mirándola, es tan hermosa por dentro como por fuera, y se que ella jamás herirá a una persona con palabras, todo lo contrario, ella embellece todo lo que toca, todo lo que mira y es capaz de traspasar su amor al resto, solo se necesita a Mia Thompson para llenar el mundo completo de amor.
Clifford se acercó a nosotros y me separé de Mia para tomarlo y hacerle cariños. Mueve su cola feliz, se nota en su carita que está feliz y Mia al mirarlo también rebosa de felicidad. Salí de la habitación y dejé a Clifford afuera, le di un golpe suave en el lomo y se puso a correr por el pasillo en dirección a la escalera, entre y cerré la puerta.
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El Jefe Para Siempre Será Mío (3)
RomanceLas películas de amor siempre tienen finales felices. ¿Pero qué sucede en la realidad después del "Fueron felices para siempre"? Esta es la tercera parte de El Jefe De Mi Prometido, en donde Harry seguirá intentando hacer junto a Mia, una historia...