CAPITULO 12: Tregua

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Entro a mi habitación y tiro mi bolso al sofá.

Que día más horrible. 

Iván y sus estúpidos actos que me confunden y Simon con su dulzura que solo me hace sentir peor.

Nunca he querido lastimarlo, pero luego de esta tarde, tengo que tomar una decisión.

Un decisión inteligente.

Nada de sentimientos o pensar con el corazón.

Tengo que tomar una decisión sensata, y eso no incluye a Iván.

Me quedo sentada contra la puerta, mirando hacia la ventana, sin poder concentrar mis pensamientos en una sola cosa.

Mis ideas llegan a mi mente todas al mismo tiempo y siento como el dolor de cabeza se quiere hacer presente.

Tomo varias respiraciones profundas antes de levantarme y dirigirme al baño.

Necesito urgentemente una ducha y talvez quedarme a vivir ahí para evitar salir al mundo real.

Termino mi ducha cuando oigo pasos dentro de mi habitación.

Seguramente son mis hermanas, así que me envuelvo en una toalla y salgo por mi pijama.

Gracias a Dios, la toalla estaba bien sujeta a mi cuerpo.

Iván está sentado en el sofá y me mira de forma extraña.

Nadie me ha mirado de esa manera y siento como mis mejillas empiezan a arder.

-¿Qu...que haces aquí? - digo apretando los puños.

-Solo quiero hablar contigo - dice levantándose

-¿Ahora? - pregunto 

-Pues no parece un buen momento - agacha la cabeza

-Da igual - cuando no puedo resolver algo, por lo general me enoja mucho, y el chico que tengo frente a mi es un asunto sin resolver desde hace mucho, así que mi enojo no cabe en mi cuerpo - Solo di lo que tengas que decir y vete.

Me acerco a mi cama y saco mi pijama de debajo de mi almohada.

-Quiero disculparme - no lo miro, así que continúa - Por lo que pasó hoy y el otro día también

-¿Por qué exactamente te disculpas? - termino de poner mi ropa interior por debajo de la toalla. Esto es muy incómodo - ¿Por besarme hoy? ¿O por haberme soltado tantas cosas en tan poco tiempo?

- Por ambas, yo..

-Voltéate - le digo

-¿Qué?

-Que te voltees porque voy a vestirme

-Okey - dice y me da la espalda - Entonces, ¿si me puedes perdonar?

Resoplo ante su pedido. No soy rencorosa. Nunca lo he sido y no hay nada que Iván pueda hacer para ganarse mi odio. Suena estúpido pero es cierto.

-Seguro - digo terminando de vestirme - Y perdóname tu también

-¿Por? - dice volteándose inseguro

-Por el golpe de hoy - río nerviosa

-Creo que lo merecía - dice con humor

-De hecho, si - 

Nuestros ojos conectan directamente, y veo a Iván acercándose a mí lentamente.

Por instinto, retrocedo incómoda y me dirijo de nuevo al baño a cepillarme el cabello.

-Anni, yo - carraspea, parado en el umbral de la puerta de mi baño - Quería que sepas, que a pesar de haberme disculpado...yo...em...era cierto lo que te dije...yo

Siempre volveré a ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora