CAPITULO 16: Dardos

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La luz de la ventana me obliga a abrir los ojos. Intento voltearme, pero un dolor agudo se instala entre mis piernas, y entonces lo recuerdo.

Iván y yo.

Anoche, no, esta mañana, hace unas horas.

Tuvimos sexo.

Aun no puedo creerlo. Se siente irreal.

Perdí mi virginidad con el chico del que he estado enamorada toda mi vida. Debería sentirme triunfante por eso, no todos tienen la suerte de hacerlo con su crush de toda la vida, pero en lugar de eso, me siento extraña.

Estoy feliz por lo que pasó, pero siento que va a terminar.

Talvez solo sea la ansiedad hablando por mí, aunque, el no encontrar a Iván a mi lado no es exactamente reconfortante.

Alejo los malos pensamientos de mi mente y me dirijo al baño. Necesito una ducha urgente para aliviar la tensión en mis músculos.

Estoy segura de que nadie se siente así después del sexo, pero qué puedo decir.

Soy extraña.

Termino de asearme y me meto en un traje de baño de una pieza con aberturas a los costados. Encima coloco un vestido de tejido abierto y tomo mis sandalias.

Necesito tiempo para pensar, y la playa es el mejor lugar.

Antes de salir, una persona entra furiosa y casi golpea mi rostro con la puerta.

- ¡¿Qué demonios te pasa?! – digo molesta

- ¡Eres una maldita zorra, Anahí! – chilla

Ya se imaginarán quién es.

- Gracias – digo con sarcasmo – Ahora, ¿quieres decirme por qué demonios entras así a MI habitación?

- ¡Te acostaste con él, maldita! – Esas palabras caen como un balde de agua fría en mi cuerpo.

Apenas pasaron un par de horas y la gente ya se enteró de lo que pasó entre Iván y yo.

Esto no empieza nada bien y siento que terminará peor.

- No sé de qué estás hablando – digo intentando disimular, aunque sé que me sale pésimo

- Tu. Iván. En la mañana. Sexo – dice como si fuera idiota – ¿Quieres que sea más clara?

Aprieto mis manos, clavando las uñas en las palmas. No sé qué contestar.

- ¿Cómo sabes eso? – pregunto. No sé si quiero conocer la respuesta

- ¿Creíste que tu príncipe azul lo mantendría en secreto? – dice irónica – Se lo dijo a Andrew por teléfono y él seguramente se lo dijo a David y el rumor corrió de regreso aquí. Eres tan estúpida

- ¡Cuida la forma en que hablas! – respondo molesta

Suelta una risa irónica mientras se lleva la mano al bolsillo trasero de sus shorts. Saca un papel y me lo tira.

- ¿Sabes qué es eso? – veo diversión en sus ojos. No respondo, así que ella vuelve a hablar – Es una lista. Fíjate bien – abro el papel y veo escritos varios nombres – Mi nombre, el de Bianca y el de sus otras novias está ahí. ¿Sabes lo que significa lo que está escrito junto a cada nombre? – pregunta y yo niego – Son playas. De este país. Todas las que perdimos la virginidad con él están en esa lista.

Un ardor en mi nariz me molesta mientras veo lo que me enseñó.

- Es horrible, lo sé – su expresión burlona me fastidia – Adivina quién ocupa el puesto final en la lista, Anahí. ¿Cuál crees que sea el nombre de la chica que desvirgó en la última playa que le faltaba? ¿Quieres que te dé una pista?

Siempre volveré a ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora