Siempre volveré a ti.

CAPITULO 45: Superarlo

Anni

El Te amo sigue resonando en mi cabeza y casi no escucho lo que me dice. 

Ni cerebro colapsa con miles de emociones que me invaden y no sé cómo reaccionar.

Lo miro a los ojos, buscando un rastro de algo que me diga que miente, que no es sincero, que esto es un juego para él, pero no lo encuentro. 

Sus ojos emanan sinceridad y miedo y me derrumbo.

- No puedes hacer esto - le digo un poco molesta - Romperme el corazón, pedirme que me aleje y luego decirme que me amas

- Lo siento - dice avergonzado - Pero es la verdad y creí que merecías saberlo

- ¿Y yo qué hago con eso, Iván? - pregunto levantándome de la cama y caminando hacia él - Eres tan indeciso que pienso que dentro de quince minutos me dirás que me desprecias y te irás.

- No lo haría - se defiende

- Esque ya no sé qué es lo que harías y que no - me desespero ante la situación - Dime, ¿qué quieres que haga?

- No quiero que me dejes - responde observándome

- Tú me dejaste - contradigo - básicamente me obligaste a alejarme

- Y fui un idiota por eso - me dice suspirando

- ¿Y ahora qué? - pregunto un poco más calmada - ¿Esto será así siempre? Tu dirás tonterías como ésta y yo aguantaré hasta que te de la gana de volver el tiempo y hacer como si nada pasó

- No - sentencia si dejar de mirarme - Quiero hacer las cosas bien

- ¿Y cómo piensas hacerlo? - pregunto con una pizca de esperanza

- Primero quiero besarte - suelto una risa sarcástica - Luego seguiré besándote y pidiéndote perdón, hasta que las cosas se olviden

- ¿Y luego qué? - pregunto sintiendo cómo todas mis defensas se vienen abajo

- Luego pensaré bien las cosas antes de hablar y decir idioteces como que es mejor que te vayas de mi vida, porque no es verdad - me mira, tomando mi mejilla con su mano - Anni, eres lo mejor que me ha pasado en la vida y que me aten al infierno si vuelvo a lastimarte solo porque sí

Acaricia mi rostro con suavidad mientras siento cómo caen un par de lágrimas. Las limpia con cuidado y luego vuelve a mirarme. 

- Te amo - dice acercándose a mí

- Te amo - respondo sin poder contener más las palabras que he guardado por tantos años

Sonríe y luego une su boca con la mía, en un beso suave, romántico, lleno de amor.

Nos separamos por un momento, pero luego regresamos a nuestras bocas con más intensidad.

Me aprieta contra su cuerpo mientras camina conmigo hacia la cama.

Caemos en ella sin dejar de besarnos. Acaricia mi cuerpo mientras va quitando mi blusa y luego tira de mi falda, dejándome en ropa interior, expuesta a sus ojos.

Se incorpora un poco, admirando mi cuerpo, mientras quita con suavidad el sujetador y luego baja, tirando de mis bragas. 

Estoy totalmente desnuda ante él, en todos los sentidos en que una persona puede desnudarse con alguien. 

Soy suya, siempre lo he sido, y mi cuerpo lo sabe.

- Eres perfectamente hermosa - dice con la voz ronca. Me acerco para quitarle la ropa, pero me detiene - Primero quiero consentirte - dice dejando pequeños besos en mi boca - Quiero disculparme contigo de esta manera - asiento sin pensarlo, dejando que tome el control de la situación.