Anni
- Cuando apenas regresé a la ciudad - empieza explicando Iván, sentados en la banca del parque frente a la biblioteca y la alcaldía de la Ciudad - Vine aquí, para pensar y despejarme un poco de todo lo que estaba pasando en mi vida, y entonces te ví. Tenías un vestido blanco con flores que se pegaba a tu torso y se soltaba en la cintura - asiento recordándo que es uno de mis vestidos favoritos - Traías las sandalias que usaste cuando llegamos a cenar a tu casa y tu cabello estaba todo suelto y alborotado por el viento - toma varias hebras de mi cabello entre sus dedos - También tenías una diadema de flores de colores en la cabeza - recuerda sonriendo y ya sé qué día fue eso - Te veías tan hermosa, tan feliz, libre, inocente, y me pasé toda la siguiente semana pensando en ti, en los pro y contras de volver a tu vida. Sabía que te había lastimado y no estaba seguro de qué era lo que sentías por mi, pero por más vueltas que le daba, siempre llegaba a la misma conclusión, por más egoísta que suene, debía volver a ti. El simple hecho de verte por dos segundos me tranquilizó como nunca antes lo había estado y necesitaba esa paz que tú me podías dar. Al principio tuve miedo por lo que podías pensar de mi, pero tienes un corazón tan malditamente grande que me aceptaste de nuevo, como si hubieras olvidado todo el pasado.
- No fue así - me sincero sin mirarlo a los ojos - Quise odiarte, ignorarte y solo esperar a que te fueras - hace una mueca de dolor - Pero no pude hacerlo. Te vi vulnerable y me dolió. Me dolió el pensar que en lugar de ayudarte a sentirte mejor te estaba haciendo las cosas más difíciles. No voy a decir que lo olvidé todo en un segundo, simplemente ignoré el pasado y traté de ayudarte, aunque no duró mucho ya que me ignoraste casi todo el tiempo que estuviste en mi casa - digo sonriendo
- Y lo siento por eso - besa mi frente - Pero me molestaba lo feliz que te veías con Simon y me dolía el saber que yo nunca podría hacerte así de feliz, que mi inestable vida nunca nos iba a permitir ser así de felices como lo eran ustedes dos
- Y yo intentaba convencerme de que podría sentir por Simon aunque sea un poco de lo que sentía por ti - lo miro - Lo intenté una vez, hace años, y lastimé a alguien realmente bueno que no se merecía mis sobras, y luego llegó Simon y cometí el mismo error nuevamente. Es por eso que terminé con él, eso y que se enteró de lo nuestro - ríe levemente - Pero seguir con alguien más era engañarme a mi misma, era creer que alguien más podría tener el poder de poner mi mundo de cabeza con una mirada, una sonrisa o una palabra.
- Y yo tenía miedo de darte ese poder a tí - responde - Me aterraba el aceptar lo enamorado que estaba de ti y lo que podrías hacer tú con eso. No te conocía demasiado bien y no sabía qué iba a pasar, pero sentía que si aceptaba mis sentimientos tú me tendrías en tus manos y me asustaba lo que pudieras hacer.
- Sabes que nunca te haría daño - digo observándolo
- Ahora lo sé - corresponde a mi mirada con dulzura - Desde la noche que me abrazaste en tu cocina, ese abrazo a oscuras y en silencio me dio pie para aceptar lo que sentía, porque sabía que tu eras la persona indicada para mí, que cuidarías de nosotros con tu dulzura y que nunca me ibas a dejar caer. Confié en ti y me entregué esa noche a ti, aunque tu no lo hayas notado.
- Iván - suspiro sin poder contener la sonrisa enorme que se forma en mi rostro
- Te amo - dice tomando mi rostro en sus manos y limpiando las lágrimas que cayeron ante su confesión - Y haré lo que sea por ser suficiente para ti.
- Lo eres - aseguro con firmeza
- Un simple humano no puede ser suficiente para un ángel como tu - corrige - Pero trataré de serlo
- Solo quiero que seas tú - pido tomando sus manos - Eres lo único que quiero y que siempre quise y ahora que estás aquí, conmigo, puedo decir que he alcanzado toda la felicidad que alguien puede tener.
- Te amo - repite nuevamente mientras une su frente con la mía
- Y yo te amo a ti - respondo acercándome y dejando que nuestras bocas se encuentren en un suave y tierno beso que me encoje el corazón y me emociona al extremo.
- Ahora - dice separándose un poco - Para cumplir mi promesa, voy a necesitar de nuevo esa lista de requisitos que me dijiste el otro día - sonrío apenada
- ¿Ahora? - pregunto
- Si - dice con firmeza - Tengo que empezar ahora
- Quiero que me beses sin que tenga que pedírtelo - empiezo - Quiero que me abraces sólo porque sí, quiero que me tomes de la mano en la calle y quiero que me escuches y estés ahí para mi - concluyo
- Yo voy a poner un punto más en esa lista - dice abrazándome y pegándome a su cuerpo - Quiero ir con tus padres y decirles que estamos saliendo
- ¡¿Qué?! - pregunto alterada
- Lo que oíste - habla con la mayor tranquilidad del mundo
- ¿Estás hablando en serio? - digo sorprendida
- Claro - asegura - Quiero hacer las cosas bien contigo, empezando por pedirles permiso a tus padres para estar juntos
- Estás loco - digo negando con la cabeza
- Y es toda tu culpa - responde besándome con picardía.
Toma mi boca en un solo movimiento y yo llevo mis manos a su cabello
- Me gusta cuando haces eso - dice contra mi boca
- Me alegra, porque no dejaré de hacerlo - respondo de la misma manera, dejando que el beso nos transporte a ambos a una dimensión donde los problemas se olvidan, los conflictos se superan y el amor le gana a los obstáculos.
Nos detenemos cuando Iván sugiere ir por el desayuno y caminamos, tomados de la mano, como si el mundo fuera nuestro.
De cierta forma, lo es. El mundo es mío porque Iván forma parte de él y yo del suyo.
Y somos imperfectamente perfectos juntos.
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3 capítulos para el final y la historia ya tiene 700 vistas!!!!!!!!!!!!
No saben cuánto les agradezco el apoyo y pues nada, nos leemos en el siguiente capítulo.
Los quiero.
Un beso.
😘
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Siempre volveré a ti.
Ficção AdolescenteAnahí pasó toda la secundaria enamorada del mismo chico, Iván. lo olvidó y lo amó de nuevo. Se volvió un círculo vicioso en el que a cada vuelta, Anahí salía más lastimada. La secundaria se acabó para Iván. Se mudó de ciudad para la universidad y ah...