—¿Está limpia?
La enfermera asintió, se cruzó de brazos y observó a Jungkook un tanto trastornada, quizás demasiado sorprendida.
—Definitivamente es una omega recién presentada, me resulta increíble que su lobo estuviese dormido durante tanto tiempo— apoyó ambas manos en el escritorio— su cuerpo no es el de una omega, es muy fuerte, tiene músculo, está lastimada, algunos hematomas en su espalda baja, creo poder asegurar que deben ser producto de algún enfrentamiento, sus manos también están lastimadas.
—¿Por contraataque? Si es como dices y se involucró en peleas, seguro se defendió, obviamente.— suspiró, rascó su frente mientras continuaba leyendo los resultados— Su aroma es delicioso, solo alcancé a distinguir el olor de las rosas, no sé cuál es su segundo aroma.
—¿Rosas? Eso no es muy común, aunque si parece diseñada para ti, te encantan las rosas.
Asintió vagamente.
—Son la flor más increíble que existe, amo las rosas, en todos sus colores.— sonrió— No quiero que nadie se entere de cómo es que ella llegó, menos que sepan a qué venía, dudo mucho que al clan le haga mucha gracia que la mujer del líder haya querido buscar maneras para entregarlo a un asesino. Tampoco dejaremos entrar a nadie, al menos por un tiempo, estaremos alerta ante cualquier amenaza.
—¿Y si vienen a buscarla?
—Yo los recibiré y bien podrán llevársela si pasan por sobre mi cadáver. No dejaré que se la lleven, es mía.
Agatha suspiró, se cruzó de brazos y le miró con reproche.
—¿Qué hablamos hace un mes sobre decir que las personas nos pertenecen?
—Que está mal tener un pensamiento posesivo sobre ellas, si, si.—chasqueó la lengua después—Y también dije que me gusta decir que alguien me pertenece, pero que lo diga no significa que realmente lo hagan, no obligo a nadie a nada que no quiera.— se levantó, sintiéndose un poco mareado al hacerlo tan rápido— Y con ella ya pasó la parte difícil, su lobo quiere al mío y este la acepta a ella, ahora solo tengo que... conquistar a su parte humana, quiero gustarle, ella quizás también me guste a mi, pero tenemos que trabajar en eso, ya la viste, tiene un carácter de los mil demonios y una actitud defensiva aterradora.
—Lo has dicho con un tono de voz... dudo que eso te desagrade, tus ojos están rojos.
Jungkook sonrió con picardía, terminó de leer y guardó el informe en los cajones de su escritorio. Observó a su amiga y una mujer alfa confidente.
—Siendo honesto contigo, me gustan agresivas. Tanta ternura es agobiante.
—Jodido puerco.
—Tu especulaste, yo respondí. No hay nada de malo en que me ponga-
El sonido de algo rompiéndose desvío totalmente la conversación, Jungkook salió primero y siguiendo el ruido del vidrio haciéndose pedazos, llegó a la escena del crimen. Encontró a la mencionada mujer rodeando su estómago con un brazo mientras buscaba soporte en la pared con el otro.
Y lo observaba con latente odio.
—¿Cómo saliste de la habitación?— preguntó, tranquilo y con tono suave.
—Yo me voy, suerte.
—Ah, sí.— sacudió la mano, estaba esperando una respuesta— ¿Cómo mierda quitaste el seguro?
Su mirada se desvío entonces a la puerta y arqueó una de sus cejas viendo el pomo en el suelo. Dañó la cerradura.
—Eres un... alfa estúpido— le insultó, con dificultad, seguramente el dolor era tanto, que ni hablar correctamente podía— un hijo de puta, eso eres.
—¿No debería estar quejándome yo? A mí era al que querían matar, estoy siendo piadoso.— se acercó, ella empuñaba un pedazo del vidrio de jarrón hecho trizas—Suelta eso, antes de que termines lastimándote
No lo hizo, así que se lo arrebató, haciendo uso de todo su autocontrol, ignoró el delicioso aroma que desprendía, estaba llamándolo y él nunca creyó que aquella demanda de omega a alfa fuese en realidad la gran cosa.
Hasta ahora.
La levantó a manera nupcial, parecía haber gastado la poca fuerza que le quedaba forzando la cerradura, Jungkook sonrió, que rebelde.
—¿Cuál era tu nombre?— le preguntó, descargandola sobre la cama, se ubicó a su lado, dejándola olfatearle—Dime o tendré que seguir buscando apodos.
—Helena.
—No tienes cara de eso. Di la verdad.
Se aferraba a su cuerpo, necesitada de alivio y aunque no era completo solo con su aroma, vaya que servía, de nuevo se sentía dopada por su presencia. Frágil, sumisa.
Manipulable.
—Ellaí— murmuró.
Por supuesto si alcanzó a escucharla.
—Muy bien, Ellaí. Me complace decirte que tú aroma es simplemente delicioso, rosas y caramelo.
Blanqueó la mirada, en ese momento estaba más concentrada en aliviar su dolor que en su nueva fragancia.
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BETRAYED [1 y 2]❝jjk
FanfictionEn un intento por sacar información sobre el alfa Jeon, Ellaí termina descubriéndose a sí misma. -OMEGAVERSE. -Hetero.