BETRAYED [1 y 2]❝jjk

03❝

Uno de los únicos defectos que Taehyung poseía como un alfa es que no tenía autocontrol cuando se encontraba enojado, así que Jungkook no se sorprendía viéndolo repartir puñetazos y patadas a absolutamente todo el que intentase detenerles el paso, él estaba más ocupado tratando de buscar a Ellaí en sus pensamientos mientras cargaba a Mera en su espalda, la alfa había usado todas sus fuerzas para llegar a ambos, lo menos que podía hacer era llevarla hasta que tuviese la energía suficiente para caminar.

—Mera ¿no tienes alguna forma de comunicarte con tu omega para ubicarlo más fácil?

—Eh, no. Nosotros los alfas comunes no poseemos la habilidad de hablar con nuestras parejas telepáticamente como ustedes que parecen ser seres súper desarrollados— hizo una mueca de asco cuando vio a Taehyung arrastrar a un beta del cabello para luego lanzarlo y derrumbar a otros dos con el propio cuerpo— además, le hice una marca de pareja temporal, no una permanente, pero sé... confío en que están bien, ambos.

—Supongo que buscaste aquí para descartar.

—Si, solo por eso. Sé que no están aquí, Minho no tiene idea de que tengo una familia aparte de él.

Taehyung gritó, derribando al último, señaló al pasillo.

—Todo despejado.

—Qué amable.

Seguían los pasos de Mera quien volvió a abandonar la espalda de Jungkook para acercarse a las camillas y descubrir los rostros de todos los internados allí. Negaba todo el tiempo.

—Ninguna es Songji.

—Siguiente habitación.

—Taehyung— llamó Jungkook— ¿Cómo te sientes? Me refiero físicamente.

El alfa tomó aire, encogiéndose de hombros.

—Me siento un poco raro. No creo que pueda transformarme por ahora, tendré que confiar en mi parte humana por el momento— Mera volvió a negar, siguiente habitación— ¿Qué hay de ti? Te veo algo extraño.

—Mis ojos duelen. Mucho. Tampoco creo que pueda transformarme, solo parcialmente.

—No, hombre, yo no puedo ni siquiera parcial. Estamos un poco jodidos.

—Al menos por las siguientes seis horas, si.

—¡Tampoco está aquí!— gruñó Mera— solo nos queda la última habitación y si no está ahí, ya resignense a que murió.

Los pasos y respiraciones agitadas volvieron a escucharse, Taehyung se preparó para atacar y la turba de betas apareció, delante de ellos una chica intentaba escapar, pálida, caía sin fuerzas al suelo y aún tenía agujas incrustadas en la piel de sus brazos. Mera bufó, demasiado asombrada.

—Los muertos pueden correr— tragó— ahí tienes a tu Songji.

Los ojos de Jungkook brillaron, furioso, corrió a auxiliarla, Taehyung solo parpadeó y el alfa ya estaba lejos.

—Sube— le dijo a Mera, esta tomó sus hombros y se impulsó, sosteniéndose fuerte— que buen inicio de semana.

—Que acertado, pues si es lunes.

Jungkook asustó de un gruñido al grupo de betas, tomó el cuerpo débil y le despojó de las incontables agujas, vio su rostro, si era una alfa y su cabello si era rubio.

—¿Songji? ¿Kim Songji?

No podía responderle, seguía aturdida. Jungkook no insistió, confiaba en que se trataba de ella y luego maldijo porque era muy difícil combatir mientras sostenía a alguien. Taehyung llegó a su lado y le entregó el cuerpo.

Solo dos betas se habían quedado a dar pelea, Jungkook blanqueó la mirada tomando a ambos del cuello y ejerciendo presión. Las gemas rojas que parecían ser sus ojos casi en llamas les observaron fijamente, instalando terror.

—¿Quién va a llevarnos a la salida? ¿Eh?— uno cedió a la inconsciencia, le arrojó al suelo y dejó respirar al otro— Camina, eres el ganador.

La tapa que cubría la salida de la base, salió volando luego del puñetazo que Jungkook le dió, se impulsó para salir y ayudar a sacar al resto. Taehyung pisó el rostro del beta y con esa sola patada, le dejó inconsciente antes de salir.

Mera cayó acostada al suelo junto a Songji que parecía estarse ahogando con su propia saliva, la hicieron sentar, Mera acarició su espalda y dió golpecitos para que recuperase el aire. Jungkook observó a su alrededor, estaba apenas amaneciendo por lo que seguía considerablemente oscuro, pero incluso así, estaba seguro de que no conocía el sitio.

—¿Dónde mierda estamos?— bramó Mera— Necesitamos un teléfono con GPS o algo para ubicarnos un poco.

—Dame un minuto.

Taehyung, que estaba recuperándose de todo el ajetreo, volvió a entrar, cayendo de pie sobre un cuerpo inerte, Mera de nuevo sintió asco y miedo, ese alfa era muy sanguinario. Cuando regresó, dejó al menos cinco teléfonos sobre la grama.

—¿Si tienen buena batería?

—Creo, se los quité a los muertos.

Jungkook tomó uno, recordaba el número de Hoseok, Ellaí no tenía teléfono, al menos no lo tenía la última vez que se vieron, revisó la señal, era pésima. Se puso de pie, moviéndose por el sitio, no habían lugares altos en los que treparse para mejorar la calidad, así que no le quedó más que intentar llamar, así se escuchase como la mierda.

Si contestaron, todo entrecortado.

—Hoseok— la línea se quedó en silencio— Hoseok, busca a Yoongi.

Repitió esa misma oración hasta que la llamada se cortó y la pantalla se apagó, gruñó, lanzando el teléfono lejos. No podía conectarse con nadie, ni siquiera con Ellaí.

Songji en multimedia