BETRAYED [1 y 2]❝jjk

17❝

—Ven, el resto del palacio es incluso más bonito, demasiado elegante para mi gusto, pero aún así me gusta mucho apreciarlo— le siguió— creo que la parte del armamento es de mis favoritas, hay todo tipo de cosas de épocas pasadas que usaban para defenderse y hubo un alfa líder que nunca utilizó un arma.

—¿Siempre con las manos limpias?

—Así es, de hecho, murió en un enfrentamiento cuerpo a cuerpo luego de vencer a su oponente, minutos después cayó él, su cuerpo recibió demasiado daño y no lo soportó.— rió, caminando de espaldas para poder ver al rostro de Ellaí— Lo siento, estoy aburriendote con la historia de los líderes de mi clan.

—No me aburres, idiota. Me gusta, es interesante y hablas con mucha ilusión sobre el tema.

Asintió, balanceando la cabeza.

—El palacio me emociona, es toda una fortaleza, aquí nadie puede entrar si no pertenece a la línea de líderes, así que no puedo evitar sentirme seguro— cerró los ojos un instante— sabes que ese sentimiento de seguridad no es muy frecuente, no para mí.

—¿Por qué no? Si sabes defenderte a la perfección.

—Gracias, pero, aún así es tedioso saber que tengo a tantas personas en busca de mi cabeza.

Entraron a la que era la habitación principal, la única, de hecho. Era igual de inmensa que un salón de invitados y la cama parecía tres veces más ancha que una king.

—¿Que material es ese?— preguntó.

Jungkook se rió, acercándose a la cama y levantando un poco el cobertor.

—Es base de piedra. El colchón es súper suave, no te preocupes.

—¡¿Y por qué es de piedra?!

—Para que no se dañe en caso de mucho movimiento agresivo— se quitó los zapatos, trepó a la cama y dió varios saltos— ¿Ves? Cómo dormir en las nubes, con la diferencia de que aquí no se duerme, se trabaja.

—¿Qué se trabaja?

—El cuerpo. Yo trabajo en tu cuerpo y tú en el mío.

—Eres un maldito-

—Como si no te gustara.

Se mordió el interior de la mejilla y bufó para luego reírse, seguía saltando como un tonto allí.

—Nunca he estado con un alfa, Jungkook. Y sé que es un asunto totalmente distinto allí abajo.

—¿Qué te preocupa? Estoy seguro de que vas a domarlo como una campeona.

—Imbécil y mil veces imbécil— se quitó también los zapatos con la risa del alfa de fondo, subió a la cama de un salto— necesitas que te golpee y te quite la jodida risita.

Y Jungkook seguía riendo mientras la esquivaba, lo odiaba, era demasiado ágil, mucho más que ella y eso la exasperaba porque nunca lograba siquiera derrumbarlo, le bastaría con lograrlo una sola vez, pero para eso debía hacerlo distraer con cualquier otra cosa.

Pero eso también era imposible, así que lo odiaba el doble. Se detuvo, soplando los mechones de cabello que caían en su rostro y lo señaló con el dedo.

—¿Ya te cansaste?

—Tengo calor, espera— sonrió, deshaciéndose de la blusa, Jungkook dejó de sonreír para aclararse la garganta— no me mires el escote.

—No estoy mirando nada. Solo pensaba en que ese es un top muy bonito, con muchos detalles.— dijo, inocente— Quién lo diseño tiene muy buen gusto. El negro te queda bien.

—Ah, joder, tengo hambre.

—Ya traigo algo.

Y salió corriendo, Ellaí se rió viendolo escapar y mientras él iba a eso, se dejó caer, acostada en todo el centro de la cama, cerró los ojos durante breves segundos y observó luego al techo. Sabía que a Jungkook le gustaban las rosas, pero no tenía idea de cuánto, estaban en todas partes, de todos los colores, pero la dominante era la clásica rosa roja.

Volvió a cerrar los ojos cuando el mosaico de la mencionada flor en el techo se empezó a ver borroso, apartó el cabello de su rostro y se dió aire con la mano, el calor era desesperante. No lo soportaba.

Sus manos fueron al botón de su pantalón y lo desabrochó, quitándolo después para hacerle compañía a la blusa, respiró agitada, haciéndose un ovillo, sus rodillas tocando su pecho y sus brazos abrazándolas firmemente contra este, luego se ubicó boca abajo y hundió el rostro en la almohada cuando pasados los segundos, comenzó a doler, sintió las punzadas en su vientre bajo y lo odió profundamente, no le gustaba sentir dolor.

—Alfa...

No se dió cuenta de cuando Jungkook al fin llegó hasta que lo escuchó gruñir, atendiendo a su llamado, al silencioso ruego de su omega. Dejó lo que traía en brazos sobre una de las tantas mesas que adornaban la habitación y se acercó a Ellaí, ella se giró a recibirlo, aferrándose a sus hombros, hundiendo la nariz en su cuello para aspirar el aroma a lavanda que era el dominante en ese momento.

Jungkook se quitó la camisa para dejarla olerlo mejor y se adhirió a ella, ambos cuerpos frotándose uno con el otro, Ellaí en busca de alivio y Jungkook con intención de complacer a su pareja más que a él mismo.