BETRAYED [1 y 2]❝jjk

18❝

—Shh... dime si es muy intenso o sigue gritando así para saber que te encanta.

Ellaí boqueó en busca de aire, sus ojos que se habían tornado grises observaron al alfa entre sus piernas y como arrancaba haciendo pedazos las únicas dos prendas que la cubrían, sus mejillas al rojo vivo, sus manos enredadas en el cabello del alfa y forzandolo a mantenerse cerca, que siguiera jugando con su pezón sensible al igual que su cuerpo entero.

La húmeda boca de Jungkook se deslizó y besó el valle de sus senos, Ellaí bajó la mirada para ver cada movimiento y se encontró con la intensa mirada roja, los ojos de quién parecía conocer su cuerpo más que ella misma, volvió a temblar por el dolor y las ansias, continuaba lubricando sin parar.

Jungkook separó las piernas de Ellaí tanto como se le fuese permitido y observó a su rostro detenidamente, no queriendo perderse las expresiones de esta y con esa maravillosa imagen, terminó de lubricar sus dedos, empezando a hundir de uno en uno, Ellaí se removió incómoda al principio, con su mano libre la mantuvo quieta y siguió en su tarea de prepararla para recibirlo, cosa que estaba costandole pues además de Ellaí ser bastante estrecha, le desesperaba saber que no estaba satisfecha y no lo estaría hasta tenerlo adentro.

Y él quería darle todo lo que pedía, al mismo tiempo no quería lastimarla, pero sus lobos estaban desesperados por concretar la unión y comenzaba a sentir dolor igualmente, se inclinó, casi parecía flotar sobre Ellaí, juntó ambas narices y cerró los ojos disfrutando de los sonidos que abandonaban sus labios gracias a sus dedos penetrandola, el pulgar frotando el punto de su delirio.

—¡Jungkook...!

—¿Si?— sonrió petulante, las uñas de su omega se enterraron en sus hombros y rasgaron la piel— Déjate ir si tanto lo necesitas.

Ellaí negó, los dedos de sus pies se encresparon, todo su cuerpo estaba batallando para soportarlo y no llegar aún, no era así como quería tener su primer orgasmo con Jungkook, necesitaba que fuese con él unido a ella, así que impulsó el rostro y lo besó, a él le gustaban mucho sus besos porque juraba que lo engatusaba con ellos y se perdía un rato.

Le mordió los labios hasta sacarle sangre y aún así se sentía insuficiente, enredó sus brazos en el cuello de Jungkook y las piernas en la cintura de este, casi protestó cuando sacó los dedos y las caricias se detuvieron, pero se sintió más cerca de obtener lo que quería cuando la erección casi completa de este se frotó desesperado contra ella, Ellaí gritaba sin pudor alguno pues nadie podría escucharla en ese momento, menos juzgarla por ser tan ruidosa cuando su alfa la estaba haciendo sentir tan bien.

No quería venirse tan pronto, pero fue inevitable y Jungkook lo notó, por los espasmos de su cuerpo.

—¿Te corriste?— palmeó sus muslos, reincorporándose para girarle, ahora su rostro contra la almohada—Vamos, el segundo, levanta.

El calor volvía a arremolinarse y obedecía sin darse cuenta, demasiado ocupada en conseguir su placer y que las llamas que parecían incendiar su cuerpo finalmente se apagasen, no podía decir que no lo quería, que no le gustaba o que no se sentía correcto, pues nunca sintió nada más correcto en toda su vida, que ese momento con Jungkook.

Era como debía ser.

—A-Ah.

Jungkook se relame los labios al verla casi gotear por la exitación, presiona la punta de su pene en la entrada sobre estimulada de Ellaí, ella jadea un sollozo y lo escucha tomar aire y soltarlo después, mete las manos bajo la almohada y empuja un poco sus caderas hacia atrás, jadea agudo al sentir la cabeza dentro y es mucho más de lo que esperaba, pues conforme empuja se da cuenta del tamaño, uno distinto a cualquier otro, grueso, la intrusión es dolorosamente placentera y parece que nunca acabará, pero lo adora, se siente tan llena y perfecta para él cuando lo escucha gruñir totalmente a gusto.

—T-Todo... lo quiero todo...

Y Jungkook sonríe, demasiado dopado por el aroma delicioso de las rosas que inunda el ambiente, se siente afortunado, rosas, gemidos, gritos, su omega apretandolo deliciosamente y rogándole para que le dé todo el placer completo. Estaba feliz.

Salió de su cuerpo, la escuchó quejarse y luego gritar cuando de nuevo la acostó, Jungkook se cernió sobre ella y sosteniendo ambas manos por encima de su cabeza, la penetró de golpe, entrando completo. Ellaí gritó.

—Quiero verte— besó sus labios, rápido y tosco, no quería ocuparlos, quería seguirla escuchando, que lo motivase a ir más rápido con cada grito.

Las lágrimas escapaban de los ojos de Ellaí,  el placer sobrellevandola, arqueó la espalda y se sintió al borde de un segundo orgasmo cuando las embestidas dejaron de ser lentas para tornarse brutales, agresivas y ansiosas, su cuerpo sacudiéndose debajo de él quien no cerró los ojos en ningún momento para seguirla mirando fijamente, su boca entreabierta soltaba jadeos a la par de Ellaí y le suplicaba correrse de nuevo. Así fué.

Ellaí obtuvo su segundo climax, pero Jungkook no se detuvo y continuó embistiendola a sabiendas de que estaba sensible. Ellaí pedía por más aunque le doliese un poco.

Rojo miró a gris y viceversa.

Ellaí tuvo su tercer orgasmo y Jungkook el primero de esa noche, ella giró el rostro y dejó su cuello a la vista, Jungkook se enterró allí y respiró el intenso aroma una vez más antes de encajarle los dientes, el sabor metálico de la sangre inundó su boca y los sentidos de ambos se nublaron durante el nudo y la mordida.

Entonces Jungkook conoció toda la vida de Ellaí y esta la suya, ya no había espacio para secretos ahora que eran uno solo.