BETRAYED [1 y 2]❝jjk

37❝

Agatha llegó junto a Jimin hasta la casa de Jeon, buscando a Namjoon quien le abrió luciendo bastante... interesante. Cabello revuelto, solo bóxers cubriéndolo, ojos hinchados.

Tenía toda la pinta de apenas haber despertado.

—Jungkook no está.

—Lo sé— Jimin se cubrió los ojos viendo al suelo para no ser regañado por Agatha y luego ser castigado por andar de mirón— necesito que le digas a Hoseok que conseguí el permiso con el líder del clan Cha.

—Ah... vale. Le diré.

—¡Y no salgas a atender a la puerta casi desnudo!— resopló— Hay omegas por aquí.

Namjoon la observó con su cara de me importa una gran y absoluta mierda antes de cerrarle la puerta en la cara a ambos visitantes.

Pasó por la cocina por un vaso de agua antes de regresar a la cama y cubrirse hasta las orejas para seguir durmiendo los siguientes diez días.

—¿Quién era?

Brincó en la cama, sentandose y bufando cuando vio a Seokjin sonriente y pestañeando en su dirección para luego soltarse a reír.

—¿Qué carajos haces aquí?

—Quise ser buen beta y traerte el desayuno-almuerzo pues son más de las dos de la tarde.— señala la mesita al lado de la cama— Jihyo salió con su novio y Debby tiene cosas que hacer, así que vuelven más tarde.

—Bien, comeré.

Namjoon se prometió a si mismo jamás volver a rechazar un plato de comida sin importar cuan lleno estuviese porque todos los omegas y betas tomaban el rechazo como un insulto.

Él tenía experiencia en ese ámbito.

—¿Por qué no fuiste con Hoseok?

—Mm, porque yo me encargué del entrenamiento de todas esas personas y desde que decidí hacerlo, pues no he descansado apropiadamente— comió, le gustó y eso se notó, usualmente solo disfrutaba lo que Ellaí le hacía de comer porque aunque no fuese una cheff o algo así, era muy buena si se lo proponía— así que le dije a Hoseok, mira, payaso, tengo que dormír, dame este día y tú encárgate, sobrevive sin mi por esta vez.

—Qué amable.

Namjoon notó que al beta no le emocionaba mucho la idea de comer solo pues estaba con su plato escuchándolo hablar mientras continuaba, bufó.

—¿Por qué estás comiendo pasto?

—Se llama lechuga y hace parte de la ensalada— respondió, defendiendo sus vegetales— me gusta mucho la ensalada, trae pollito picado— levantó el tenedor y le ofreció— prueba.

—No lo sé...

—Abre la maldita bocota que tienes o lo haré yo.

Lo hizo, abrió la boca y masticó, blanqueando los ojos ante la agresividad de Seokjin. Asintió, no estaba tan mal.

—Está bueno— le devolvió el gesto, obligándolo a comer sus fideos de frijol negro— pero esto, es mucho mejor.

Seokjin entrecerró los ojos, tragando.

—Malditos alfas.

—¡Ten cuidado!— gritaba Jungkook por milésima vez— Ah, joder.

Ambos alfas eran demasiado pesados y bruscos como para escalar aquella delicada pila de rocas, así que Ellaí tuvo que subir, llevaba el teléfono de Yoongi en su bolsillo y ahora buscaba señal para poder contactar al alfa Kim.

Llegó casi hasta la cima, sacó el teléfono y marcó al número indicado por Yoongi, tenía dos barras de señal, tenía que funcionar.

—¿Min?

Ahora no sabía cómo dirigirse a él.

—Mm, líder Kim— empezó— es Ellaí, yo soy...

—Oh, la omega de Jeon. Dime que puedo hacer por ti.

—Eh, si— aclaró su garganta— lo que sucede es que estamos a pocos minutos del punto de encuentro con los hombres que ha enviado a nuestra búsqueda... pero no han llegado, así que nos gustaría saber si deberíamos esperar o continuar hasta dar con ellos.— subió otro peldaño más, no quería perder la señal— Procederemos según usted nos indique.

Lo escuchó reírse.

—Tienes un tono de voz bastante macabro, pero bonito. Me preocupa que me digas que mis hombres no han llegado cuando según su ubicación, llevan en el sitio media hora.— Ellaí observó a los alfas que la miraban, pendientes en caso de que cayera—Por favor, dile esto a Min y yo enviaré a dos alfas más para saber que ocurrió, tengan cuidado.

Le colgó. Que hombre más tranquilo.

Jungkook extendió los brazos y le pidió saltar asegurandole atraparla sin problema, lo hizo, saltó riendo por la preocupación exagerada de su alfa y le entregó el teléfono a Yoongi, explicando tal cuál le dijo el alfa Kim.

—Pues que gran mierda— musitó— aunque no debería sorprendernos dado que estos sitios son peligrosos.

—Vamos a ir hasta el punto de encuentro y a revisar, suelen ocurrir muchos asaltos, quizás se trató de eso. Hay muchos ladrones rondando fuera de los clanes.

—Tenemos que ir con cuidado, andando.

Ellaí tomó la mochila y de nuevo la cargó, negando a Jungkook, ella podía encargarse de llevar las cosas de ambos, no moriría por eso, simplemente Jungkook era demasiado caballeroso.

—Podría llevar incluso la de Yoongi y seguiría sin ser agotador.

—Pues ya que te ofreces...

—Te mato, Min, te mato.

El mayor se rió.