Para Ellaí resultaba un poco conmovedor ver a los aspirantes, cada uno era bueno algo y no tan bueno en otras cosas, sonrió a medias, a ella la habían obligado a ser buena en todo o la desecharían cuál bolsa de basura pues no había espacio para débiles. No, una niña de ocho años no puede ser débil y torpe, se mordió el interior de la mejilla, quisiera tener más recuerdos posteriores a cuando fue reclutada, pero no habían.
Jungkook le entregó la lista a Hoseok y suspiró, disculpándose con él y pidiéndole un momento, tomó la mano de Ellaí con tanta suavidad como pudo y se la llevó fuera de la cancha, a la parte trasera del lugar que daba a la oficina olvidada que nadie usaba. La hizo sentarse en el escritorio y le miró fijamente, contrariado.
—Hueles a tristeza.
—¿Mm? No estoy triste, solo estaba recordando.
—Espero que no te estés preocupando por-
—No me preocupo, eres tú quien está siendo terco. Él vendrá y va a intentar recuperarme a toda costa, alfa.
Y Jungkook que siempre ha sido tan territorial, despreocupado y celoso, suelta un bufido acompañado de una risa burlona.
—Así que no solo roba clanes y títulos, también roba omegas— negó, sus manos apoyadas a ambos lados de su cuerpo sentado en el escritorio— que lo intente, Ellaí, le daré una bienvenida que pueda recordar. Nadie puede atreverse a involucrarse conmigo y lo que es importante para mí y luego pretender que no lucharé por ello.
—¿Importante?— preguntó, apartando la mirada al suelo— Apenas me conociste, Jungkook.
—Y desde ya sé que no quiero perderte. No cuando te esperé ansioso durante tanto tiempo—tomó aire, su diestra se levantó, pasando las yemas de los dedos por el avistamiento del escote, justo donde ambos pechos se juntan— sé que sientes todo eso, a tu parte animal llamándome con desespero.
—N-No siento tal cosa.
—¿No?— preguntó, reponiendose, alejando el toque atrevido para centrarse en sus entreabiertos labios— ¿Segura? Porque pareces sedienta, expectante por al menos un beso mío. Tú cuerpo dice muchas cosas que no están de la mano de tu boca, cielo.
Ellaí le miró con una mezcla de odio y otro sentimiento imposible de identificar, apretó sus piernas juntas en un intento por calmar lo que la voz de Jungkook producía en su cuerpo.
—Sabes que no soy tan estúpida como para no darme cuenta de que estás seduciendome.
—Bueno, es que no estoy intentando ocultar mis intenciones— sonrió, no con la malicia usual, simplemente por lo que él momento le causaba— pero eres difícil de conquistar, Ellaí. Tal vez no difícil, simplemente no sabes cómo se siente que alguien te corteje y estás asustada porque yo estoy intentando hacerlo.
Jungkook quería que la parte humana de Ellaí lo aceptase y luego lo quisiera, pero no podía si solo era él quien estaba dispuesto a abrirse sentimentalmente a ella. Sin embargo, tenía paciencia de sobra y sabía que podía hacer que Ellaí conociese los clichés sentimientos con él.
Se inclinó, besó su mejilla de manera ruidosa, el dulce gesto hizo eco en sus oídos e incluso logró hacerla reír, nunca le habían dado uno parecido, juguetón y travieso, pero lindo.
—Ve a la habitación, pedí de cenar y apenas llegue, iré contigo.—Podemos comer en la sala...
—Vale, pero ve a cambiarte a algo más cómodo primero ¿si?— asintió, que hombre más insistente y mandón— no tardes.
Sus pasos fueron más lentos de lo usual, solo por eso, le escuchó bufar y reírse detrás suyo, entró a la habitación, no es como que de un día al otro tuviese un armario completo, ni cuenta se había dado sobre cuando Jungkook compró el modelito que traía puesto y la ropa con la que había llegado estaba en su posesión o quizás en la basura, así que no quedaba más opción que usar camisetas que no eran suyas, lanzó una a la cama y esa usaría el resto del día.
—¿Eh?— musitó, sus ojos vieron la rosa en medio de la cama y parpadeó repetidas veces, tomándola, se giró a la puerta, bueno, al marco de esta dado que ya la había arruinado y Jungkook la observó apoyado en esta— ¿Es para mí?
—Si— afirmó— amo las rosas y tú hueles a ellas, también dije que iba a cortejarte. Esa es la primera.
Pasó saliva con dificultad.
—G-Gracias— él asintió, dando media vuelta y desapareciendo de nuevo.
Ojeó la habitación, habían varios jarrones pues él parecía ser fanático de ellos y dejó la rosa descansar en uno de estos. Suspiró, terminó de cambiarse, el aroma de Jungkook impregnado en la ropa la mareó por un momento, le gustaba.
Y las rosas también le gustaban.
Regresó con él, estaba sentado en el mueble de la sala viendo a su teléfono con el ceño fruncido y maldiciendo en voz baja, se sentó a su lado y casi se burló, estaba estresado por un jueguito de esos en los que habían niveles, su respuesta era siempre incorrecta y eso no lo dejaba avanzar.
Observó su perfil, la minúscula cicatriz que había bajo su ojo, esa que no lo hacía ver menos guapo y a sus ojos rojos, no entendía porque estaban de ese tono justo en un momento así. Jungkook era muy lindo por momentos, eso no le quitaba lo varonil, por supuesto.
Tomó su mejilla y le obligó a mirarla, lo besó antes de arrepentirse, no planeaba que fuese muy largo, pero a él parecían gustarle ese tipo de besos pues su lengua buscó enredarse con la ajena y apretó el agarre en uno de sus hombros, sus labios emitieron un chasquido al separarse y Ellaí relamió los propios, apartando la mirada y pinchando la opción correcta en el juego. Se aclaró la garganta.
—Ahí tienes— murmuró— alfa idiota.
Jungkook salió de su trance para ver a la pantalla y exclamar una maldición acompañado de un suspiro aliviado porque al fin había logrado pasar, incluso gruñó.
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BETRAYED [1 y 2]❝jjk
FanficEn un intento por sacar información sobre el alfa Jeon, Ellaí termina descubriéndose a sí misma. -OMEGAVERSE. -Hetero.