Ellaí abrazó sus piernas, sus rodillas contra su pecho y sostuvo la mirada al alfa que la miraba con esos ojos rojos llenos de una fascinación que no comprendía del todo, quizás porque ella no estaba acostumbrada a tener una mirada como esa encima, no estaba incómoda, definitivamente Jungkook no era como Minho y eso la aliviaba, pero seguía siendo extraño.
—¿Y cómo es?— preguntó.
—¿El qué?
—Tu lobo, el cómo luce, cómo se ve. Jamás he visto a un cambiaformas.
Jungkook sonrió.
—Bueno, es un lobo un poco intimidante, pelaje gris, con estos ojos— señala los propios— da miedo, si tengo que ser honesto. Puedo enseñartelo algún día, en un futuro cercano.
Relamió sus labios, se había acercado más de la cuenta y comenzaba a ponerla nerviosa, la temperatura corporal volvía a subir gradualmente y Jungkook lo notó.
—Y-Yo...
—Parece que todavía tienes un poco de calor— gateó, jaló sus tobillos para acercarla y mantenerla acostada, Ellaí jadeó por la acción brusca y porque no esperaba que él se ubicase de esa manera, justo en medio de sus piernas dónde el dolor renacía— yo puedo ayudarte con eso, mi omega.
—D-Duele.
—Lo sé, sé que duele. A mí también me duele no ocuparme de que no te duela.— enterró el rostro en la curvatura de su cuello e inhaló todo el aroma de las rosas y el sutil caramelo que llevaba volviendolo loco desde su llegada— Tan tentadora...
Ellaí se vio entonces embriagada por la fragancia del contrario pues si ella tenía un aroma delicioso, Jungkook no se quedaba atrás, la hacía sentir vulnerable, en el buen sentido de la palabra, por supuesto, se sostuvo de sus hombros y arqueó la espalda cuando sintió la mano de este inmiscuirse bajo la camiseta que traía puesta, la cuál seguramente le pertenecía a él y se la había cedido en un intento por aminorar su dolor.
Jungkook abandonó su cuello muy a su pesar y buscó verla a los ojos, encontrando el deseo en ellos, sonrió a medias, le encantaba que su omega fuese de sentir tan obvio, sus ojos lo decían todo.
Con las yemas de los dedos acarició con parsimonia el largo de sus piernas desnudas y le vio tragar saliva, expectante por el siguiente movimiento, su cuerpo era receptivo y para su suerte, aceptaba sin miedo ser tocado por él.
Junto su boca a la contraria en un beso necesitado y ansioso de probar el sabor de esta, gruñendo fascinado cuando lo recibió tan bien, incluso abrió la boca dándole paso a su lengua, Jungkook no desaprovechó la oportunidad y amó los ruidosos chasquidos de sus labios al separarse para volver a atacarse, lo mordió y él le devolvió dicha mordida con un poco más de fuerza, estaba aplastándola contra el colchón pero por la forma en la que se aferraba a su anatomía enredando las piernas en su cintura y rasguñando su espalda por encima de la camisa, podía decir que no estaba nada inconforme por como se daban las cosas.
Se alejó, un hilo de saliva mantenía latente la conexión de ambos hasta que Jungkook sonrió quizás demasiado complacido, para los dos era el mismo pensamiento; jamás habían tenido un beso igual de intenso o parecido a ese.
Jungkook se alejó un poco nada más, sacándose la camiseta y tirándola lejos. Ellaí enrojeció un poco, sus ojos brillando y sus pupilas un tanto dilatadas por la imagen de un hombre poderoso y atractivo encima suyo.
—Dame otro beso y esta vez puedes rasguñarme a gusto. Todo lo que quieras.
Ese momento no pasó a más allá de besos demasiado apasionados, llenos de hambre, para Jungkook era fácil solo reclamarla ahora que estaba tan vulnerable a él, sin embargo, se consideraba un idiota, pero no a ese extremo, hablaba enserio cuando decía que si se trataba de su omega, quería todo, incluído el romance, pues cuando todo sucedía de manera recíproca y las ganas de ambas partes estaban presentes, era más disfrutable, más intenso.
Y él amaba la intensidad, la agresividad. Esperó demasiado tiempo como para echarlo a perder ahora.
Jadeó contento por el delicioso dolor de las femeninas uñas enterradas en su espalda y los mordiscos ansiosos a sus labios ya hinchados, su omega era agresiva y obviamente lo tenía fascinado por ello.
—No quiero salir.—Tienes que, no puedo dejarte aquí sola, quién sabe que podría pasar con mi casa o peor aún; no sé si intentes escapar.— le sonrió— Y aunque confío mucho en la fuerza de mis hombres, me da miedo que termines derribando a la mitad de estos, eres un poquito peligrosa.
Ellaí bufó, él de verdad planeaba mantenerla allí en contra de su voluntad solo porque eran predestinados.
Vale, que si, ese hecho era bastante importante, pero aún así, era injusto, incluso la había hecho cambiarse de ropa cuando estaba acostumbrada a los jeans y camisetas negras, realmente parecía que no tenía opción.
Pero tampoco quería volver con Minho, eso le daba más miedo que cualquier otra cosa, incluso permanecer cautiva sonaba de lo más atractivo. Observó al alfa con ojos de derrota y este tomó su mano, dándole un pequeño pero afectivo apretón que le gustó, quizá demasiado, no lo sabía, no estaba familiarizada con el contacto físico que no tuviese una intención sexual.
—Está bien.
—Me gusta más la Ellaí que coopera, de esa manera no pareces una asesina en lo absoluto.
Resopló, pero se quejó cuando intentó soltarle la mano.
—¡No me sueltes!
—Creí que te incomodaba, lo siento.
Odiaba esa sonrisita triunfal, quisiera poder borrarsela de un puñetazo.
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BETRAYED [1 y 2]❝jjk
FanfictionEn un intento por sacar información sobre el alfa Jeon, Ellaí termina descubriéndose a sí misma. -OMEGAVERSE. -Hetero.