Capítulo 8

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Tamara.






—¡Mierda! ¡¿Se le paró?! —grita eufórica. Si, grita.

Exactamente esta es la reacción que esperaba de Chloe al saber lo que pasó en mi habitación por la tarde, el único problema de gritar esas palabras, es que estamos en la maldita fila para entrar al bar No estés sola esta noche.

La miro desaprobando su grito al ver como todas nos observan, lo bueno de esto es que todas buscamos lo mismo en este bar, así que no me juzgan, solo sonríen.

—Te lo digo Tamara, esos malditos te quieren dar duro y con tus piernas sobre sus hombros. Si lo tienen muy grande te dolerá, pero nada que un lubricante no solucione. Yo te recomiendo...

—Chloe basta—detengo su emoción—. No quiero que mis piernas estén sobre sus hombros, simplemente no pasará.

El guardia de seguridad nos mira curioso por la absurda conversación que tenemos desde hace unos minutos. Golpeó el abdomen de Chloe con el codo para que muestre la invitación y salir rápido de la presencia de todos los que escucharon que a alguien se le paró.

Quiero perderme entre toda la gente que esta adentro y olvidar de momento que Bastián y Jake Russell quisieron hacerme sándwich en mi habitación.

Este lugar comienza a gustarme y al ver a los tipos bailando y el poco juicio que se emite en este lugar, es acogedor. La diversión y el sexo están asegurados y con solo recordar el video mis ojos comienzan a buscar al B1. Claro que es difícil notarlo entre tantos chicos con antifaz.

—¿Puedo ayudarlas? —nos asignan un mesero.

—Tenemos una membresía VIP—Chloe coquetea con él.

—Síganme.

El chico con el torso espectacular nos guía por en medio de la pista de baile, nos aleja un poco del escenario y después nos guía por unas escaleras para luego estar sobre todos mirando desde arriba con más claridad.

Una mesa especial con un privado nos es otorgada amablemente y el chico se retira sonriéndole a mi amiga. Llega otro chico guapísimo con unas bebidas.

—Todo es por cortesía de la casa—menciona.

—¿Todo de todo? —sé a qué se refiere mi amiga y el mesero lo entiende.

—Si, también los strippers y el servicio VIP.

—Gracias guapo—el chico se retira y disfrutamos de la bebidas.

Todo está bien en este lugar, son amables y muy atractivo a la vista, son fáciles de mirar. Pero algo en mis entrañas hace que me cuestione algunos hechos que pasan.

—Chloe ¿Cómo el staff de este lugar obtuvo tu correo? —bebo de mi vaso en lo que ella asimila mi pregunta.

—No lo sé, creo que alguna vez quise revisar su página. Ya sabes uno de esos días que estaba inquieta y quería ver algo para poder usar los juguetes. No pude ingresar obviamente, puede ser que se quedaron mis datos registrados.

—¿Y la cortesía de la casa?

—El cupón VIP—dice como si fuera obvio—. ¿Qué pasa, Tam? No puede ser que estés usando el cerebro cuando estamos aquí. Disfruta por favor.

—Solo fue curiosidad, eso es todo.

—Salud—chocamos los vasos.

Desde este punto la vista a la pista de baile es espectacular, al parecer los show que nos interesan comienzan un poco más de media noche, y aun nos faltan dos horas para eso, Eso no quita que los strippers se pasen por todo el lugar ofreciendo sus servicio.

Tamara Por Tres.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora