Tamara.
Blake Russell se desnudó frente a mis ojos. Y yo sin pudor alguno me sabrosee su cuerpo perfecto, cada parte suya, cada músculo y esas hermosas venas que resaltan a simple vista. Observé con descaro su miembro, grande y poco erecto.
Mi Tamara del pasado me reprocha el haber rechazado semejante macho. Y tiene toda la razón en hacerlo.
—¿Sigues teniendo el implante?
—No—respondo.
—¿No habrá problema por lo de la última vez? —reí.
—No—dejo la cama detrás y lo encaro —. Si dejara mi sexualidad en tus manos, ya estaría embarazada. Eres estúpido e irresponsable, pero yo soy precavida e inteligente. Uso inyecciones, guapo.
—Discúlpame—expresa serio —. Siempre uso condón—camina varios pasos y se acerca a un cajón donde extrae un condón—. No tengo ninguna enfermedad, pero lo usaré para que te sientas más segura.
—No soy yo la que duda. Creo que confío demasiado en ti que ni siquiera te cuestioné sobre la primera vez.
—Si de algo sirve, eres la primera chica con la cual no uso condón.
—Gracias, la información ayuda. ¿Tú no desconfías de mí?
—Tú misma lo dijiste, eres precavida e inteligente. Ven a mí, Tamara—extiende su mano y recibe la mía.
Una vez cerca de él tengo que elevar la mirada y el resto de mi cabeza, es imposible verlo a los ojos directamente. Con una sonrisa serena comienza a tocar mi mejilla, despeja mi cara de todo rastro de cabello.
Su pulgar acaricia mis labios y desciende con lentitud hasta besarme. Me posee en un beso donde él tiene el control total. Un acto que empieza a encender todo de mi cuerpo, que provoca que Blake gima en mi boca.
Dejo mis manos sobre su pecho caliente y lentamente desciende tocando cada músculo. Su piel se eriza y me doy cuenta que provoco más de lo que imaginé.
Antes de llegar a su miembro erecto me detengo. Blake desvía sus besos hacia mi cuello y sus manos hace la labor de desnudarme, lo hace apresurado y eso entorpece su labor.
Me alejo tres pasos después de reír por su torpeza y me deshago del vestido ajustado, lo dejo caer y solo me tiene frente a él con un sexi conjunto de ropa interior blanca con toques transparentes que no deja nada oculto de mi piel. ¿Entonces para que dejarla en mi cuerpo? Procedo con el sostén, lo arrojo en algún punto de la habitación y continúo con mis bragas que de igual manera desaparecen.
La mirada de Blake se ensombrece más de lo normal y emboza una sonrisa ladina.
—Yo sabía que eras hermosa, pero siempre te encargas de superar mis expectativas.
No sé cómo responder a eso, pero es lindo de su parte mencionarlo.
Se apresura, llega a mi tan rápido que me sorprende al tomar mi cuerpo y levantarme en sus hombros. Su mano golpea duro en la carne suave de mi trasero y camina un par de pasos para llegar a su cama.
Deja mi cuerpo sobre el colchón y sube sobre mí sosteniendo su propio peso en sus manos.
Me sigue mirando con ojos de niño enamorado y entiendo que esto es especial para él. Sí, ya tuvimos sexo antes, pero fue tan rápido y no lo procesamos como se debía. Ahora él se toma él tiempo de admirar cada parte de mi cara y de mi cuerpo en general. Sigue sonriendo, esa sonrisa cálida y tierna que pocas veces vi en su cara.
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Tamara Por Tres.
RomanceRecibir una herencia fue algo que jamás esperó por parte de su jefe, pero su contenido y una cláusula especifica la harán someter todo lo que quería y creía en ese momento. Obligada por el profundo agradecimiento a Mason Russell, Tamara acepta esa c...