Tamara.
Briana movía sus manos dejando en claro cuan nerviosa estaba. Ambas estábamos frente a nuestro padre. El cobarde solo dejó algo de dinero y planeaba irse antes de que pudiéramos decirle algo, pero ambas le exigimos mirarnos a la cara y escucharnos.
Gabriel estaba a mi lado como siempre y Joe a lado de mi hermana. Luego de que los Russell se fueran de casa arme un plan junto con mi hermana para hacer venir a papá y así poder decirle lo que planeábamos.
Las dos no aceptaríamos más de su ayuda ni mucho menos de su protección.
—Las escucho. Hablen—estaba impaciente, su pie se movía.
—Briana y yo hablamos esta mañana y decidimos que no queremos seguir viviendo contigo, no queremos nada de ti, ni queremos tener nada que ver contigo—mis palabras parecen no sorprenderle.
—¿Y qué harán sin mí, mocosas?
—Lo que siempre hemos hecho papá—respondió Briana— vivir con independencia.
—Un acto al que tú nos obligaste, por supuesto—digo—. Sin tu colaboración nosotras no seriamos las mujeres que somos. Mamá tuvo mucho que ver para que ahora podamos ser fuertes e independientes.
Soltó una risita sin gracia, pasó la mano por su cara y se puso de pie.
—Su rencor es válido y a estas alturas no me interesa, las protejo porque soy su padre. Dime algo Tamara, ¿Quién mierda cuidará de ti? Te recuerdo que todavía no encuentro al culpable.
—El único que desea mi mal es Hanson Russell. Si no lo encuentras es porque no quieres y punto. Además, te recuerdo que tienes a un cómplice, que, por cierto, quiero hablar con él—suficientes palabras para arrancarle una carcajada.
—Tu no vas a darme ordenes Tamara.
—Tienes que dejarme hablarle, Entre más rápido acabemos con esto, mejor será para todos. No tenemos por qué perder el tiempo. Yo ya no quiero estar encerrada y Briana espera continuar con su vida, con su carrera.
—Siendo una maestra mediocre—dijo con burla—. Y tú una tonta diseñadora. No ganan nada con eso.
Ahí está lo que piensa de nosotras, siempre fue un miserable hijo de puta. Lo que menos le importa es nuestra seguridad si no hacerse el malo. Y lo era, pero no lo suficiente para dañarnos físicamente.
Y me daba rabia que sus estúpidas palabras en cierta forma me dolían. Siempre supe que era un maldito y aun así algo en mi corazón no olvida que es mi padre.
—Eso es mejor que ser una criminal—dije molesta—. Quisiera decir que no queremos nada de ti, pero mentiría. Solo quiero hablar con ese hombre, Aaron, tener a Gabriel conmigo hasta que esto acabe y que encuentres a Hanson y le hagas justicia a mi madre. Admite que me lo debes—mis palabras fueron tranquilas.
No tuvo el valor de mirarme a la cara, de sostener sus ojos contra los míos por un segundo. No pudo porque muy en el fondo creo que el siente remordimiento por la vida de mierda que nos dio.
—Por favor—dije siendo sincera. Pasó saliva.
—De acuerdo, no tiene por qué terminar mal. Pueden irse cuando quiera, Gabriel estará a tu lado hasta que tu creas que ya no lo necesitas y sígueme, te llevaré con ese tipo—pasa por mi lado y camina a la puerta.
La tensión que nos rodeaba se despeja cuando él se aleja de nosotras. Joe nos sonríe y Briana también.
—Ten cuidado—me dice luego de un abrazo.
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Tamara Por Tres.
RomanceRecibir una herencia fue algo que jamás esperó por parte de su jefe, pero su contenido y una cláusula especifica la harán someter todo lo que quería y creía en ese momento. Obligada por el profundo agradecimiento a Mason Russell, Tamara acepta esa c...