Capítulo 2

4.1K 402 46
                                    

Las chicas se montaron en aquel Mercedes Benz que compró Macario sólo para trasladarlas a la hacienda Valdés allí se llevaría a cabo la recepción de los invitados. Unos cuantos socios de Macario, la familia de este que eran pocos en Estados Unidos cinco familias nada más, la familia de Valentina y los trabajadores de ambas haciendas. Las chicas iban muy calladas dentro de aquel auto lujoso eso las incomodaba amas no se vieron ni una vez a los ojos luego de subiera al coche sólo pensaba en lo que acababan de hacer.

-Esto es una locura - decía Juliana muy aturdida para si misma - ¿Cómo permití que pasará? ¿Realmente las ganas de aparearme son más grandes que mi razón? Ella no me ama y nunca lo hará no será igual que con mis padres o abuelos, ¿O sí? - su cabeza era un remolino de preguntas y reflexiones - ¡Dios que hice! ¿Estoy loca o sólo desesperada por tocar una mujer? - no tenía paz en esos momentos, Valentina tampoco estaban mejor.

-¿Por Dios qué hice? - pensó Valentina a punto de comenzar a llorar - papá dame fuerzas para seguir con esto ¿Que se supone que haré ahora? ¿Ser la esposa de una chica que sólo vi a lo lejos? Aquí no hay amor sólo un negocio - dejó escapar una lágrima la cual seco con rapidez sin ser vista por la que ahora era su esposa - qué pasará esta noche seré capaz de entregarme a ella sólo por ser un trato comercial. Qué haré, no sé qué haré - se decía constantemente - ellos quieren un heredero, ¿Seré capaz de dárselo? ¿Seré capaz de dejar que me toque? Lo hará como lo ha intentado ese animal a la fuerza - sintió que se desmayaba al recordar eso.

Odiaba a los hombres por ser tan animales a la hora de satisfacer sus necesidades, si no fuera por sus empleados y sobre todo por Sergio ella hubiera sido manchada por el animal ese. Juliana no era un hombre pero lo que tenía entre las piernas era lo mismo que ellos, ella también se convirtiera en una bestia al estar a solas en la habitación. Esos pensamientos eran cada vez más horribles al pensar en Juliana sobre ella manoseandola, obligándola a tocarla, obligándola a entregarse a ella.

Las chicas llegaron a la hacienda Valdés y los invitados ya estaban ahí esperándolas. Ellas bajaron y disimularon una sonrisa más Juliana por las cinco chicas a las cuales trato de conquistar y la rechazaron. La que ahora es su esposa se veía muy linda con ese vestido de novia. Todos veían a Valentina como una chica fea que sólo usaba ropa de hombre y montaba a caballos. Nunca la vieron con vestidos al ir al pueblo sólo con ropas holgada, su cabello amarrado y aquel sombrero negro que era de su padre, pero en aquella oportunidad ese vestido blanco entallado mostraba una buena figura, su cabellera rubia sujeta con una media cola su escote denotaba sus senos.

Las cinco chicas sintieron algo de celos, ya que ahora viendo a Juliana con aquel traje negro la hacía lucir muy bien, las miradas indiscretas a su entrepierna dejaban ver un bulto un poco grande. Juliana al darse cuenta tomó por la cintura a su esposa y la besó con un gesto demandante, Valentina se asustó y Juliana lo notó ya que tembló entre sus brazos. "Solo es otro animal con ansias de aparearse" fueron los pensamientos de Valentina. Al separarse de aquel beso le lanzó una mirada de asco y reproche la cual confundió a Juliana.

-Un aplauso para las señoras Valdés- Carvajal - dijo Macario feliz a levantar su copa.

-Por las señoras Valdés-Carvajal - dijeron todos levantando sus copas.

-Gracias - dijo Valentina intentando no mostrar lo vulnerable y asqueada que se sentía.

Todo era una farsa aquella frase. "Estoy segura que tu papi siempre las cuidara si no puede lo haré yo, eso te lo dije el día del sepelio de tu padre cumpliré mi promesa Valentina lo juro" era mentira, esa mujer sólo buscaba satisfacer con su cuerpo como aquel hombre que la veía con ojos lascivos.

-Sólo diré que es el día más feliz para mi familia - dijo Santiago acercando hacia las chicas - mi nieta casada con la hija de un hombre extraordinario - habló levantando su copa - amigo tu pequeña será bien cuidada por esta familia - Valentina sonrío por compromiso ya que sabía que era mentira.

Me enamore de mi esposa - Adapt Juliantina G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora