Las cosas no se veían tan bien como deberían luego de dos semanas desde aquel incidente, Fernando estaba más que molesto, Elena lo había alejado de manera cruel de su lado, primero no le dijo cuando le darían de alta y para su horror se entero de la peor manera de su separación. Al llegar a la casa de los Valdés en el centro de Magnolias se llevo la sorpresa de que su esposa se había ido, dejándole solo una carta:
"Lo siento pero esto estaba destinado al fracaso, este matrimonio solo fue una farsa, solo somos dos amigos que quedaron viudos que necesitaban ayuda, tú por quedarte en la bancarrota con una niña de 5 años que aunque quise mucho daño a la persona que más amo, mi hija lo es todo para mí al igual que ese pequeño que día a día mejora con el amor de su familia, yo solo quería un apoyo en la hacienda y no fuiste de mucha ayuda, es por eso que lo mejor es dejar las cosas así y tratar de ser felices. Ten una buena vida... Elena"
Eso lo enfureció así que fue a la hacienda Carvajal ya que sabía que allí estaría, no permitiría que ella lo dejara de esa manera era su esposa y su deber era estar con él lo quiera o no. Todo lo que hizo para poder tenerla a tantas personas que quito de su camino a otras les pago para obligarla a buscar ayuda, esos 11 años en las que tuvo que conformarse con solo abrazarla o besarla en público, ya que nunca habían intimado solo porque ella no se sintiera preparada. Se lo aguanto y le demostró que era el hombre perfecto tantas veces que tuvo que aguantarse, para no tomarla en sus brazos y hacerle el amor. Su matrimonio era su triunfo ante León y eso no lo perdería. Al llegar a la hacienda su rabia creció al verla allí dándole ordenes a los trabajadores, algo que nunca había hecho porque para eso estaba él.
—Elena amor — llego Fernando corriendo ante ella.
—¿Qué haces aquí? — dijo Elena con indiferencia.
—Debemos hablar — dijo extrañado por esa manera de hablarle.
—Lo siento Fernanda pero hay muchas cosas que hacer en la hacienda — dijo girándose — Sergio hay que organizar la búsqueda de dos yeguas nuevas — dijo ignorando la cara de incredulidad que su esposo tenía porque lo hubiera ignorado — Star y Sahara deberán ser liberadas ya no están actas para parir más.
—Sabes hay una hacienda que compra yeguas para paseos por las montañas — dijo Sergio un poco incómodo viendo a Fernando tomar a Elena por el brazo.
—Te dije que no tengo tiempo — dijo Elena soltándose de su agarre — así que mejor vete.
—Soy tu esposo!! — dijo indignado.
—Y te recuerdo que por tu hija mi Valentina está en una cama de hospital — dijo molesta — así que mejor lárgate antes que te mande a echar de aquí — su expresión era fría, Fernando nunca la había visto así y hasta sintió un poco de miedo.
—Lo que hizo Sofía no tiene nada que ver conmigo – dijo tratando de abrazarla —Por favor arreglemos esto amor.
—Lo único que arreglaré es el caos que ocasiono tu hija al meterse con mi nuera, el haber provocado que mi nieto fuera prematuro y el estado de coma de mi hija — al decir eso se giró y camino junto a Sergio dejando a un Fernando completamente atónito por esas palabras.
Los días se transformaron en semanas y Juliana vivía prácticamente en el hospital, cuidando de su esposa e hijo allí las enfermeras le enseñaron a cambiar pañales, a darle de comer al pequeño eso le gustaba. Le contaba historias de sus acampadas con su padre y abuelo, La hazaña de su primera vez lazando a un caballo incluso algunas partes un tanto censuradas de esa noche con Valentina, trataba de hablarle de Valentina todo el tiempo.
—Sabes ella es realmente hermosa, la rubia más hermosa del mundo estoy segura que cuando la tengas en frente te enamoraras de ella — decía mientras le daba el biberón al pequeño de ojos azules idénticos a los de su madre — además que es sumamente tierna, cariñosa, dulce pero eso si es una valiente domadora de caballos de la región, recuerdo cuando domo aquel caballo que lanzo a Mateo por los cielos — dijo sonriendo, a pesar de ese tapaboca el pequeño podía sentir esa sonrisa — luego tu mami corrió y brinco sobre ese enorme caballo que brincaba y brincaba para tumbarla, pero no, Valentina se aferro a las riendas y estuvo peleando sobre brioso caballo, te seré sincera me asuste cuando se levanto en sus dos patas traseras y se inclino hacia atrás — dijo viéndolo fijamente a sus ojitos azul cielo que la veían fijamente — pero tu mami se mantuvo y luego de más de 20 minutos se rindió ante ella — el bebé ya había terminado su biberón hacia unos segundos y Juliana al quitarle de sus labios el pequeño hizo una mueca-sonrisa — sonreír!! — dijo emocionada — claro que si lo hiciste — dijo acariciándole la mejilla – esa sonrisa la heredaste de tu madre — dijo con los ojos aguados.
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Me enamore de mi esposa - Adapt Juliantina G!P
RomanceJuliana y Valentina se ven obligadas a casarse sin amor, una para salvar el legado que le dejó su padre y la otra para dar descendencia a su apellido. Ambas se enfrentarán a muchos obstáculos durante la convivencia. Lograra Juliana hacerle ver a Val...