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Eda habia trabajado prácticamente toda la noche ultimando los detalles de su diseño para presentarselo a Serkan.

Antes de empezar a desayunar le habia enviado un mensaje para preguntar si podía ir a media mañana y este respondió minutos después confirmando la cita.

Así empezó su mañana, Eda yendo en su auto hasta la compañía para ver a su padre.

Mientras, Serkan ya se encontraba en la oficina hace un par de horas, estaba nervioso de saber que la joven Yrildim se presentaría para trabajar hoy, él no sabía porque pero no podia ser indiferente con ella, había algo que no se lo permitía.

Anoche después de dejar a Selin en su casa salió a pasear con Sirius su perro pero al parecer este estaba enfermo por lo que tuvo que dejarlo en la veterinaria hasta hoy. Pero Leyla la había recordado que era cerca de las diez de la mañana que tenía que pasar a buscar a su amigo y justo a esa hora es que vendría Eda, por lo que no tuvo más remedio que pedir que traigan a su hijo hasta la oficina.

Por suerte habia trabajado con total tranquilidad, Engin no había ido a la sala de reuniones, Piril estaba ocupada trabajando y Selin hoy iba a la empresa de su padre ya que seguía manteniendo su puesto allá también.

Un rato antes de que Eda pareciera por la oficina, llevaron a Sirius a quien Serkan recibió contento de verlo con mejor ánimo y dejandolo en la terraza para que estuviera más tranquilo.

—Buen dia— escucho decir a esa voz tan dulce desde la puerta, haciendo que su atencion se vaya directo hacia allí donde se encontraba ella.

—Buen dia— contesto Serkan haciendo que Eda sonría.

—Leyla dijo que podía pasar— comentó ella algo apenada pero era cierto, su asistente le había dado el permiso.

—Si, no hay problema Eda pasa— le contestó Serkan señalando la silla a su lado.

Ella alcanzó a dar apenas unos pasos cuando unos ladridos la asustaron para después sacarle una sonrisa.

—¡Sirius!— regaño rápido Serkan a su hijo que se acercaba deprisa hacia Eda.

—¿Se llama Sirius? ¡Hola Sirius!— dijo Eda embelesada con el hermoso perro, dejando en el aire su mano para que él pueda olfatearla. 

Sirius se acercó hacia la mano y tras olfatearla unos milisegundos lamio la mano haciendo reir a Eda mientras él empezaba a mover su cola. 

—¡Hola hermoso!— exclamó Eda dejando a Serkan asombrado, no podía creer lo que veía. Enseguida llegó al lado de Eda que se había agachado para acariciar a su hijo.

—Esto es inusual, no le suele gustar la gente. Por lo general solo está tranquilo conmigo— confeso Serkan mientras acariciaba a su hijo que estaba más que contento con las caricias de Eda.

—Me siento muy halagada de merecer tu atención bebé— le dijo Eda tirandole un beso a Sirius que volvió a lamer su mano mientras Serkan no podía sacar la vista de esa imagen. Al menos no pudo hasta que sintió como su mano encontraba la de Eda sobre el pelaje de su hijo, dejándolo tenso ante el roce que no se esperaba.

—Emm me gustaría mucho estar contigo cariño pero tengo que enseñarle algo a tu papá. ¿Puedo?— pregunto Eda a Sirius haciendo que éste ladre en contestación. —Creo que eso es un si— dijo ella poniendose de pie, mientras Serkan hacia lo mismo.

—No puedo creer que hayas terminado el diseño, pensé que te tomarías unos días para pensarlo— comentó Serkan volviendo a su lado profesional mientras ambos se dirigían a sus sillas.

—Es que quiero que lo veas y si no estas de acuerdo con algo lo cambiamos— advirtió Eda mientras empezaba a buscar el diseño en su computadora que había traído exclusivamente para eso. —Lo encontré— festejó ella para luego sentir como Serkan se ponía de pie y se inclinaba a su lado, apoyandose en su brazo, como si quisera rodearla cosa que a Eda puso nerviosa pero aun asi empezó con la explicación, dio detalle a detalle de cada una de sus decisiones y Serkan la escuchaba atentamente.

𝒀  𝒔𝒊...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora