Eda no podía creer que ya habían pasado aquellos treinta días, el mes que Serkan le había puesto como límite a las organizadoras de la boda.
La castaña se miraba ansiosa en el espejo. Despues de todas sus insistencias, al final su suegra y su abuela dieron el brazo a torcer y le concedieron a ella y a Serkan la tranquilidad de tener una boda... no tan ostensa. Claro que seria grande, porque ambos tenian muchos conocidos, pero aun asi Serkan y Eda se encargaron de invitar solo a los mas allegados.Eda incluso habia conseguido tener el vestido de novia que ella quería, elegante, simple algo que le gustaba a ella y que sabia, tambien le gustaria a Serkan. Su suegra habia puesto el grito en el cielo ya que esperaba preparar la boda del año para reponerse del casamiento encubierto de su hijo mayor, pero la castaña era mucho mas terca que la señora Bolat.
Los testigos de ambos, serian Engin y Melo. Aunque en un principio tuvieron una disyuntiva, ya que tambien habian pensado en Murat y Ceren como testigos, pero al final Serkan resalto la amistad de Engin y Eda termino por elegir a su celosa amiga Melo.
Otra sorpresa que traia el casamiento, es que seria la primera vez que Serkan y Kaan compartirian ambiente ya que el pelinegro seria quien llevara a Melo a la ceremonia. Claro que la tierna amiga de Eda primero se lo pregunto al pelirrojo y este aunque no se sentia del todo comodo, decidio decir que si.
Los padres de la novia y el novio, estaban contentos tambien. Y despues de aquella cena que supieron tener, Mustafa y Alpekin decidieron unirse mientras sus mujeres iban en busca de las flores perfectas, y los manteles y demas cosas necesarias para el arreglo de la boda.
-No puedo creer lo bella que eres- dijo Mustafa que se encontraba recostado contra el marco de la puerta, sacandole una sonrisa a su pequeña.
-¿Como que no puedes creerlo? Es mi hija, claro que es bella- aseguro Aylin haciendo reir a Eda.
-Cierto- contestaron padre e hija al unisono.
-Bueno, te dejamos. Seguro Serkan vendra a verte pronto- dijo Aylin antes de dejar un beso en la mejilla de su hija que ya estaba lista para la ceremonia, la castaña noto los ojos llorosos de su madre pero no hizo falta que ninguna de las dos dijera nada.
Los nervios de Eda iban en aumento mientras esperaba que Serkan viniera, tenia muchas ganas de verlo, tenia ganas de besarlo, de abrazarlo.
Salto en el lugar en el momento en el que escucho unos suaves golpes en la puerta de la habitacion. Antes de verlo a él abrir lentamente la puerta.
Serkan se quedo anonadado con lo que sus ojos veian, como podia existir una criatura tan hermosa, tan pura, tan bella tanto fisicamente como de alma. Y quien carajos le habia dado a el tanta suerte como para que este precioso ser se convierta hoy en su esposa. Sus pies empezaron a moverse sin siquiera pensarlo, ella era un iman para el, necesitaba tocarla para saber que era completamente real.
-No puedo creer... lo bella que eres- susurro Serkan mientras pasaba sus manos por la fina tela que cubria su cuerpo y Eda llevaba las suyas hasta sus hombros mientras lo examinaba con una sonrisa.
-Tu estas precioso mi amor- dijo ella mirandolo, él hizo una mueca como respuesta. No le gustaban mucho los cumplidos peferia ser él el que la alabase toda la noche a ella.
-Tu estas bellisima, ya casemonos- pidio Serkan haciéndola reír. -Seras mi esposa, no te separaras nunca más de mi. ¿Entiendes eso Eda Yrildim? No podrás escapar- continuo el mientras rozaba su nariz con la de ella.
-¿Quién te dijo que quiero escaparme Serkan Bolat?- pregunto ella con una sonrisa.
-Ya es hora- escucharon decir a Aydan que habia estado en la puerta por un par de minutos observandolos.
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𝒀 𝒔𝒊...
FanfictionSerkan Bolat y Eda Yildiz... Que tan distintos hubieran sido si todos aquellos obstáculos que les dificultaron su unión en otra vida, ahora no estuvieran. Y si así fuera... estarían juntos?