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—Serkan, puedo mostrarte algo— pregunto Efe entrando a la sala de juntas. 

—Claro. 

—Eda y yo estuvimos haciendole unos arreglos a estos planos, pero necesitamos de tu aprobacion— comento Efe mientras dejaba los planos delante del pelirrojo que empezo a examinar todo con ojo clinico. 

—Esto de aqui... no me convence— dijo refiriendose a uno de los arreglos laterales que habian hecho. 

—Esta bien. ¿Algo mas?— pregunto Efe que estos ultimos dias se estuvo comportando de una forma educada pero distante tanto con el como con Eda. 

—No, eso es todo— repondio Serkan de forma cortante. 

—Bien, entonces se lo dire a Eda— menciono el pelinegro haciendo que Serkan haga una mueca, le molestaba que de forma intencional Efe dijera el nombre de Eda una y otra vez pero no queria armar un escandalo en su propia oficina solo porque a el lo ponia un poco celoso el hecho de pensar en la historia pasada de Eda con el. 

Lo vio salir de la sala y dirigirse directamente a Eda que escucho atentamente las indicaciones de Efe. 

—Lo lamento pero ahora estoy trabajando en una cosa para Piril. ¿Puedes esperarme?— le pregunto Eda viendo a Efe asentir enseguida. 

—Claro, no hay problema mientras tu haces eso yo miro unas cosas de mi oficina en Italia y me llamas cuando estes desocupada— le contesto Efe con una sonrisa ladeada recibiendo un gesto de agradecimiento de parte de la castaña. 

Efe se estaba comportando, y si Eda tenia que ser sincera con ella misma. Habia extrañado trabajar con el, podia haber sido un pesimo novio tal vez o tal vez tuvieron una mala relacion, desgastada despues de años pero no podia quitarle el merito de ser un muy buen arquitecto paisajista, el cual en algun momento fue casi como su mentor. 

Las siguientes horas de la tarde Eda las ocupo para terminar su trabajo para Piril y ya casi al anochecer, ella y Efe se pusieron manos a la obra para rehacer lo que Serkan habia mencionado. 

—Sabes... extraño mucho tu ayuda en la oficina— menciono Efe en un momento haciendo que Eda lo mire con una pequeña sonrisa. 

—Terminaste el jardin para aquella mansion que...— pregunto Eda con una sonrisa. 

—Claro que lo termine, pero no fue lo mismo. Despues de todo era tu proyecto— contesto el pelinegro haciendo que Eda recuerde el por qué habia abandonado aquel proyecto dejandolo en manos del mismisimo dueño de la oficina. 

—Y... como quedo, seguro arruinaste mis ideas— acuso Eda con una de sus cejas elevadas haciendo reir a Efe. 

—Claro que no, lo hice lo mas fiel a ti que podia. No queria arruinar nada— menciono él haciendola sentir que no hablaba del jardin esta vez. 

—Bueno... eso espero, sino estaria muy enojada— contesto Eda borrando un poco su sonrisa para no dar el mensaje equivocado hacia el pelinegro que parecia muy entusiasmado con la conversacion. 

—Lo se. 

—Entonces... sigamos con esto— dijo Eda volviendo su vista hacia el plano mientras que Efe solo se dedicaba a verla a ella y su perfecto perfil. —Efe— pidio la castaña haciendolo llevar su mirada hacia el plano con una sonrisa que solo confundio a Eda. —¿Que sucede?— pregunto ella mientras el reia suavemente. 

—Nada. 

—Ahora dime, sabes que odio no saber. ¿Tengo algo en la cara?— pregunto Eda viendolo negar. 

—No, yo solo... solo me hiciste recordar viejos tiempos solo eso. Me dio gracia— comento Efe haciendo que Eda enseguida se ponga rigida al recordar todos aquellos momentos, muy lejos de Turquia donde una Eda regañaba a su novio, con el cual se quedaban hasta tarde trabajando pero el hacia todo menos eso. No supo que contestar ante la respuesta de Efe, se sentia avergonzada de recordar aquello pero Efe tenia razon, la situacion era tan parecida como diferente a la vez. 

𝒀  𝒔𝒊...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora