𝒀 𝒔𝒊...

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Las semanas pasaban demasiado rápido, dos meses habían pasado volando y más para Serkan que estaba en cuenta regresiva para la inauguración del primer restaurante a su cargo para el señor Mustafa.

-Bebé ya despierta, tenemos que ir a la oficina- dijo Serkan que ya se encontraba levantado y estaba terminando de prepararse.

-¿Por qué siempre me despiertas después? Mira lo guapo que estas ya, seguro me veo horrible- se quejo Eda volteandose para que no la vea mientras Serkan se reia antes de besar su espalda.

-Eso no es cierto, siempre te ves preciosa incluso con cara de dormida- contesto Serkan justo antes de sentir el golpe de la almohada contra su rostro.

-Tonto- dijo Eda con una sonrisa antes de correr hacia el baño.

Serkan solo pudo sonreír antes de bajar las escaleras para ir hacia la cocina. Ya había preparado el café así que termino de prepararse justo a tiempo para ver a Eda bajar ya lista.

-Buenos dias- dijo Eda antes de dejar un beso en su cuello.

-Buenos dias- contesto Serkan girandose para tomarla de la cintura.

-¿Como te encuentras hoy?

-Ansioso, tu padre y yo tenemos que ir a ver las terminaciones del restaurante- contesto él mientras ella estaba concentrada acomodandole el cuello de la camisa.

-Todo va a salir perfecto, el restaurante está precioso mi amor. Hiciste un gran trabajo y no lo digo como tu novia, sino como socia de la corporacion Yrildim- contesto Eda sacandole una sonrisa al pelirrojo.

Los dos desayunaron mientras Serkan contestaba correos. Aunque ahora su prioridad era su proyecto con su suegro, también tenía un montón de proyectos esperando detrás de ese o que ya se encontraban en marcha pero a manos de Engin o Piril.

Terminado el desayuno, subieron al auto listos para empezar el día de trabajo.

Era cierto que Serkan estaba totalmente abarrotado de trabajo pero también eran otros pensamientos los que ocupaban su mente.
Cada día su relación con Eda parecia ir mejorando más y más, amaba a esa mujer con locura y se convencía, cada mañana al verla dormir a su lado, que esa era la imagen que quería tener por el resto de su vida, Serkan pensaba en pedirle matrimonio a Eda. Estaba seguro de que era la mujer de su vida, su mitad, su alma gemela, su amor verdadero, su hada y no quería perder ningún segundo con ella.

La idea rondaba tanto en su cabeza, que ni siquiera estaba ansioso por el restaurante, sino que estaba ansioso porque cada vez que veía a Mustafa o su esposa, Serkan pensaba en la mejor forma para pedir la mano de Eda y eso lo traía vuelto loco.

-¿No quieres trabajar conmigo en la sala?- pregunto Serkan mientras bajaban del auto.

-Estoy bien en mi escritorio, además dentro de poco vendrá mi padre y tienen que tener su reunión e irse no- contesto la castaña mientras sentia a su novio entrelazar sus manos.

-Si pero...

-Pero nada, tu trabaja tranquilo que yo voy a hacer lo mismo y cuando tengas tiempo de verdad. Ahí voy a estar para ti- contesto Eda antes de besarlo y desaparecer en el área común.

El padre de Eda llego solo una hora mas tarde que ellos, apareció saludando a todos antes de pasar a la sala de reuniones donde Serkan lo esperaba.

-Buenos dias Serkan- saludo él mientras estrechaba la mano de su yerno.

-Buenos dias Mustafa. ¿Como estas?- pregunto el pelirrojo mientras se sentaban.

-La verdad, atareado. Y muy ansioso por nuestro proyecto- confeso el señor Yrildim mientras Serkan asentia.