Eda empezó a pestañear rápidamente al despertarse e incandilarse con la luz del día que ingresaba por la ventana. Mientras intentaba estirarse, sintió el peso del brazo de Serkan rodeandola, sacandole una sonrisa al instante.
Abrió los ojos y se encontró con su robot completamente dormida, casi pegado a ella, ambos cubiertos solo por una simple sábana.
La castaña observo el piso lleno de pétalos aun, la champaña que al final no había sido bebida y las velas completamente consumidas.Ella decidió levantarse, así que con mucho cuidado corrio el brazo de su esposo y se reemplazo a ella misma con una almohada a la cual Serkan se prendió enseguida.
Camino hasta el baño con una sonrisa que fue borrada por el asombro al ver un chupon cerca de su pecho. Eda no se lo podía creer, Serkan Bolat le había hecho un chupon, él jamás había sido de esos a los que les gustaba hacer ese tipo de cosas pero ahí estaba pero ni siquiera se molesto por eso. Al contrario, notar aquella marca solo la hizo revivir la noche de su boda.
Tomó un baño y bajo las escaleras recordando que Sirius había ido a pasar el día con Murat y Ceren así que se dispuso a hacer el desayuno sola, picó fruta, preparo café y también jugo, e hizo algunas tostadas para ella. Al terminar, subió lentamente las escaleras hasta llegar de nuevo a la habitación donde Serkan aún dormía plácidamente, lo miro con una sonrisa antes de dejar la bandeja con el desayuno sobre la mesa de luz.—Serkan... mi amor— susurro ella contra su oido haciendo que él ronronee en respuesta haciendo reir. —Hice el desayuno— murmuró Eda.
—Deberías estar aquí, acostada conmigo — contesto un adormilado Serkan.
—Si, pero tenia hambre— le respondió ella mientras veia como empezaba a desperezarse.
—Bien, desayunamos y después nos quedamos todo el día en la cama— respondió él antes de sentir la mano de Eda en su frente haciendolo abrir los ojos confundido.
—Estoy verificando que no tengas fiebre. Quedarse en la cama no es algo de Serkan Bolat— dijo ella divertida mientras él rodaba los ojos.
—Es algo de Serkan Bolat, esposo de Eda Yrildim— contesto él coqueto haciéndola reír.
—Mmmm, es algo que hace mi esposo solo para ml— susurro Eda mordiendo su labio.
—Oh si— susurro Serkan antes de tirarla en la cama haciéndola reír.
—Se va a enfriar el cafe— se quejó Eda mientras intentaba escapar de los brazos de su esposo.
—¿A quien le importa el cafe?— gruñó Serkan haciéndola reír una segunda vez antes de que atrapará sus labios callandola de una vez.
••••••
—¿Ya dime por que tienes esa cara?— pregunto Alpekin a su esposa.
Desde que se habian despertado había estado con ese ceño fruncido.—Por nada— contesto Aydan pero tuvo que soltar un suspiro al ver la insistencia en los ojos de su esposo. —¿Tu no deberías estar en la oficina?
—Quise tomarme el día— contesto Alpekim encogiendose de hombros.
—Jamas te tomas un día Alpekin. ¿De que hablas?— pregunto Aydan incrédula.
Alpekin nunca había sido de la clase de hombre que se queda en casa, ni siquiera cuando los niños estaban enfermos. Se preocupaba claro, pero nada lo detenía de ir al bendito trabajo.
Años atrás Aydan había admirado esa persistencia, ese ánimo por crecer pero con el tiempo todo ese animo y esfuerzo se volvió la rutina de todos los días, algo predecible y que la dejaba totalmente sola la mayor parte del tiempo, todos los días.—Pues ayer fue un día especial para esta familia. Además, creí que te gustaría... tenerme aqui— solto él dejando a su esposa sin palabras por unos segundos. —Si no es así puedo irme— dijo despues con una pequeña sonrisa ladeada que hizo a Aydan sonreír.

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𝒀 𝒔𝒊...
FanficSerkan Bolat y Eda Yildiz... Que tan distintos hubieran sido si todos aquellos obstáculos que les dificultaron su unión en otra vida, ahora no estuvieran. Y si así fuera... estarían juntos?