𝒀 𝒔𝒊...

-69- Final

Semana 38.
Serkan entro lentamente en la que era su oficina, hace ya un par de semanas que su esposa se había adueñado de ella porque era más privada, porque tenía aire acondicionado solo para ella.
Sonrio al verla recostada en el sofa con los pies en alto, uno de las consecuencias por así decirlo, de crear vida y más siendo dos, era la retención de líquido. En este último tiempo su pobre hada sufría por sus pies hinchados pero se negaba rotundamente a quedarse en casa sola, quería trabajar desde la oficina y aunque Serkan sabía que podía pelear con ella al respecto por años ya que ambos eran demasiado tercos. Últimamente la estaba dejando ganar en todo, no podía no darle la razón a la madre de sus hijos, a la más hermosa hada que haya visto, y menos aún con su gran vientre y esas caritas que ponía.

—Bebé. ¿Como estas?— pregunto Serkan agachandose a su lado.

—Ya termine los planos de las canchas de golf— contesto Eda aun con los ojos cerrados. Serkan tomo su mano entre las suyas, y empezó a dejar besos en todo su brazo.

—Esa es mi bebé— felicito él.

—Te amo— dijo ella haciendo un puchero, últimamente también lloraba mucho.

—Y yo te amo a ti. Eres mi vida entera Eda— contesto él logrando que ella abra los ojos para verlo.

—Ayudame— pidió la castaña estirando sus brazos haciendolo sonreir.

—Pero me debes un beso por esto— dijo él antes de levantarla.

—Aun me quedan algunas cosas por ver, también tengo que revisar de nuevo unos diseños con Piril. ¿Tu como vas?— pregunto mientras lo veia sentarse frente a ella y colocar su mano en su vientre.

—Yo voy muy bien, adelantando mucho trabajo porque pronto tu y yo nos tomaremos una licencia bastante larga— respondio él pelirrojo sacandole una sonrisa.

—Un robot que no trabaja... eso es una sorpresa. Aunque estoy segura de que encontraremos la forma de trabajar desde casa— comento ella mientras se estiraba para acariciar su barba.

—Puede ser, pero al menos el primer mes tenemos que dedicarnos solo a ellos. Y en mi caso, a ustedes.

—Entonces ve, ve y adelanta todo lo que puedas— contesto ella antes de besarlo y dejarlo ir.

—Cualquier cosa qur necesites, llámame. Vendré enseguida— dijo el pelirrojo antes de salir de la oficina.

••••••

—Te juro que no veo las horas de ver a Piril asi— suspiro Engin.

—Si bueno, si ella quiere...— contesto Serkan, escuchaba a medias todo lo que su amigo decía. Necesitaba terminar todo su trabajo o la mayor parte de él.

—Ya lo hemos hablado, aunque Piril piensa mucho en el trabajo y como nuestro bebé ocupará mucho espacio. No lo se, necesitaríamos adelantar trabajo y pedirles a Eda y a ti que nos ayuden— dijo Engin haciendo que los ojos de Serkan se desvíen hacia él, mirandolo con una de sus cejas levantas.

—Engin... ¿si sabes que Eda y yo tendremos mellizos verdad?— pregunto el pelirrojo haciendo asentir a su amigo.

—Bueno, entonces sabrás que quiero adelantar todo el trabajo posible porque me ausentare para estar con mi esposa y mis hijos. Así que antes de que tu planifes lo que sea, mis hijos nacerán en breve así que el que necesita de tu ayuda por un tiempo soy yo— concluyó el pelirrojo logrando que su amigo sonria divertido.

—Ya lo se, Piril y yo ya estuvimos pensando en todo. Ustedes al menos tendrán que ausentarse el primer mes después de que mis sobrinos nazcan así que nosotros nos encargaremos— contesto Engin haciendo que su amigo también sonria.