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—Ceren... ¿por que no me dices que es lo que pasa de una vez? Haces que me preocupe mi amor— insistio Murat. El dia anterior Ceren no quiso volver a su casa, dijo que tenia mucho trabajo que hacer y que preferia quedarse en su departamento pero Murat sabia que no se trataba de eso, el habia notado que algo habia cambiado, el tono en su voz, o su gesto apagado, lo miraba como si tuviera miedo de decirle algo y Murat empezo a preocuparse por esa misma razon. Tenia miedo de lo que podia oir si ella hablaba. 

—No es nada Murat— contesto ella por tercera vez. 

—Ambos sabemos que no es nada. ¿Tiene que ver conmigo? ¿Hice algo mal?— pregunto directamente logrando que ella lo mire asombrada. 

—¡No! Claro que no, tu... tu eres perfecto. Pero... aun no estoy lista para decirte lo que me sucede— intento explicar Ceren mientras retenia el llanto. Se habia pasado toda la noche anterior llorando, Eda le habia propuesto quedarse con ella, dormirian las dos juntas pero Ceren habia rechazado tal propuesta diciendo que tenia que pensar. 

Eda tenia razon, en cuanto vio el resultado en aquella prueba supo lo que queria hacer. Ella queria ser mamá, sin importar si Murat lo queria o no, pero por otra parte temia enormemente perder al unico hombre que habia sabido conquistarla, el unico al que ella habia amado de verdad y eso la hacia comportarse distante aun sabiendo que lo unico que queria es que el la reconfortara y le dijera que todo estaria bien. 

—Entonces si sucede algo, Ceren... mi amor tu sabes que puedes contarme lo que sea— aseguro Murat viendola asentir. 

—Es solo que esto no es facil de contar Murat, por favor. Solo... un poco mas de tiempo y prometo contartelo— pidio la rubia a lo que el respondio asintiendo. 

—Esta bien. ¿Quieres que... nos quedemos aqui? Tu no pareces tener ganas de ir a trabajar y yo no podre parar de pensar en ti ni aunque este en la oficina— dijo él logrando que al fin ponga aunque sea una pequeña sonrisa en su rostro. 

—No, esta bien. Ve a trabajar, y no te preocupes. Yo... seguramente almuerce con Eda— contesto Ceren. Murat cedio pero solo porque buscaria otra fuente para obtener su respuesta, dejo un beso en los labios y la frente de la rubia antes de despedirse. Cada uno tomo su auto, y partieron hacia el trabajo. 

••••••

—Ya dime por que me ves tanto hoy— pregunto Eda cansada, Serkan la habia invitado a trabajar con el en la sala de reuniones pero no habia hecho nada mas que mirarla detalladamente desde que habia llegado. 

—Es que eres... tan preciosa. ¿Y que, no puedo mirar a mi novia?— pregunto frunciendo su ceño y haciendola reir. 

—Claro que puedes, solo que no has trabajado ni un segundo Serkan. ¿Tengo que preocuparme de que mi robot este descompuesto?— pregunto Eda divertida haciendolo sonreir. 

—De hecho si me siento un poco mal, tal vez deberias darme una buena dosis de besos para ver si se me pasa— contesto el pelirrojo sacandole una carcajada. 

—Eda, necesito hablar contigo— dijo Murat apareciendo en la sala. Caminaba apresuradamente hacia su cuñada haciendo a Serkan fruncir el ceño, pero lo que mas le impresiono al pelirrojo fue notar que su novia cambiaba su expresion. 

—Murat, claro. ¿Que sucedio?— pregunto Eda intentando sonreir. 

—Eda... tu sabes muy bien que algo esta pasando con Ceren, y me voy a volver loco si no me dices que es— contesto Murat dejando a su hermano mas confundido. Por suerte, el mayor de los Bolat habia cerrado la puerta de la sala, porque no era una conversacion que los demas debieran escuchar. 

𝒀  𝒔𝒊...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora