𝒀 𝒔𝒊...

-8-

Serkan y Engin hicieron el recorrido hasta la casa del primero para dejar a Sirius para así despues tomar ruta hacia un tranquilo restaurante. 

Mientras Eda por su parte iba manejando contenta porque Serkan habia aceptado su diseño, pero aun asi se sentia intranquila. Se conocia lo suficientemente bien como para ver lo atraida fisicamente que esta por Serkan Bolat, pero tambien sabia que eso no podia pasar, por lo que internamente rogo que no la llamara para trabajar juntos otra vez. Que lo suyo fuera solamente cordial y que solo se vieran para discutir el proyecto de la corporacion.

Queriendo olvidarse un poco del asunto, llamo a sus amigas para saber si podian almorzar juntas pero ninguna estaba disponible por lo que decidio volver a la oficina para ver si aun estaba su padre alli asi entonces iban a comer juntos ya que su madre hoy estaba ocupada con su tía.

Al llegar saludo a la recepcionista y camino hacia el ascensor que de milagro no estaba lleno, empezo a mirar sus mensajes y cuando escucho que las puertas se abrian dio apenas un paso hacia adelante cuando choco con alguien. 

—Perdon, lo siento mucho— dijo ella apenada mientras se agachaba a buscar el telefono que se le habia caido. 

—¿Eda?— pregunto una voz conocida haciendo que la mencionada levante la vista encontrandose con el mismisimo Murat Bolat. 

—Murat... ¿que haces aqui?— pregunto ella ya que era el piso donde solo estaban las oficinas de su abuela, padre y la de ella. 

—Ehh vine a buscar a tu abuela, queria hablar con ella ya que ayer llegue tarde a la presentacion de mi hermano y cuando se lo conte a mi padre... pues digamos que no se puso feliz— explico rapidamente con una sonrisa, sin poder creer como ahora por obra del destino se encontraba en cada esquina a Eda Yrildim. 

—Ohh lo lamento, pero mi abuela no esta— dijo Eda con una pequeña sonrisa. 

—Si eso es lo que me dijeron, tendre que intentarlo otro dia. ¿Y tu como estas?— pregunto Murat a la simpatica chica. 

—Bien, estoy bien solo que venia a buscar a mi papá para saber si queria ir a almorzar conmigo— contesto Eda.

—Pues lamento decirte que tampoco esta, tambien pregunte por el— dijo Murat que no tenia pensado irse sin hablar con un Yrildim pero ni la presidenta ni el vicepresidente estaban disponibles asi que no le quedaba mas que volver y soportar a su padre y su malhumor. 

—Ohh, bueno no importa— dijo Eda mientras volvia a entrar al ascensor seguida por Murat que la miraba atentamente. 

—Quisieras ir al almorzar, quiero decir yo estoy solo, tu estas sola y la verdad es que no quiero que la camamera me mire con lastima en el restaurante— dijo Murat haciendo una muecas que le sacaron una carcajada a Eda. 

—Claro porque no, despues de todo mi papá era ya mi segundo intento. Mis amigas tampoco podian almorzar hoy— contesto Eda con una sonrisa. 

Saliendo del corporativo Eda tomo su auto y Murat el suyo, ambos yendo hacia un tranquilo restaurante a almorzar. A la joven Yrildim le caia muy bien Murat hasta podria jurar que serian muy buenos amigos con el pasar del tiempo, pero estar con uno de los Bolat era pensar en otro Bolat que ni siquiera se encontraba disponible. Pero aun asi su cabeza la llevaba al preciso momento en el que lo sintio cerca, viendo su brazo apoyado en la mesa, sintiendo su adicta fragancia en el ambiente. 

—Maldita sea Eda, calmate— se dijo asi misma mientras conducia siguiendo el auto de Murat. 

Llegaron unos minutos más tarde a un lindo restaurante, era discreto y sencillo justo como les gustaba a ambos. Murat fue el primero en estacionar su auto por lo que espero como todo un caballero a Eda para asi ingresar juntos.
Al entrar Murat pidió una mesa para dos, y enseguida una camarera los acompaño a una mesa con una buena ubicación al lado de un vental que dejaba ver la hermosa vista.