Akıl unutur kalp unutmaz ღ [2]

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Aún no recordaba, su mente seguía siendo un rompecabezas inconcluso, pero en el momento que puso un pie en art life y sintió esa puntada en su corazón, supo que había tomado la mejor decisión al volver a Estambul.

Se sentía confundido al ver tantos rostros que no reconocía, las miradas de asombro cuando lo vieron entrar no pasaron desapercibidas para él, pero no le sorprendían, después de todo llevaba dos meses desaparecido.

Y fue cuando sus mirada se cruzó con la de la mujer que venia saliendo de la sala de reuniones es que supo que ella era Eda Yidilz.

La Eda Yildiz de su anillo.
La Eda Yildiz de sus sueños sin rostro.
La Eda Yildiz que no salía de su cabeza.

Sus manos sudaban, un escalofrío había recorrido su espalda y a medida que ella se acercaba a él y puso su mano en su rostro para convencerse que el era real y estaba ahí frente a ella, estaba completamente nervioso, logrando pronunciar solo su nombre cuando ella se desmayó.

-Eda. - murmuró tomandola en sus brazos con nerviosismo, no sabía porque, pero el hecho de verla desvanerse en sus brazos lo tenía completamente preocupado y nervioso, sin entender porqué nadie parecía comprender la gravedad de situación, nadie llamaba un médico, una ambulancia, simplemente le decian que la dejara descansar.

-Serkan. - lo llamó Engin cuando entró en la oficina con una vaso de agua para cuando ella despertara. - Tranquilo, hermano, fue la impresión, en normal.

-¿Como va ser normal que se desmaye así?, ¿Por qué nadie parece demasiado preocupado por esto?. - preguntó con la mano de Eda aún entre las suyas.

-Porque Eda suele desmayarse cuando está demasiado estresada, lo sabes. - le dijo como si fuera obvio.

Serkan lo miró a los ojos por primera vez desde que había entrado en art life y Engin abrió los ojos con sorpresa.

-No lo sabes. - murmuró. - Serkan, ¿Qué pasa contigo?. - pregunto acercándose a él. - Ahora que lo pienso, no tiene ningún sentido. - reflexionó con seriedad. - El Serkan que conozco hubiese corrido a los brazos de Eda apenas puso un pie en Estambul o la hubiese llamado.

-No recuerdo. - le confesó. - Sufrí múltiples lesiones físicas que se fueron recuperando poco a poco, pero mi memoria... - susurrando como si no quisiera admitirlo. - No está completa, no recuerdo el último año mi vida.

Los ojos de Engin se abrieron aún más de asombro ante lo que estaba escuchando. - No recuerdas a Eda, ni nada de lo que vivieron. - susurró.

-No. - respondió.

-Esto la va matar. - murmuró preocupado. - ¿Qué dijeron los doctores?.

-Que podría ir recuperando la memoria poco a poco. - le contó. - Quizás en un par de semanas, meses o quizás nunca.

-¿Y Selin?, ¿Qué hace ella aquí?.

-Yo la llamé. - dijo soltando un suspiro cansado. - Cuando desperté en Eslovenia, estaba realmente perdido, sabía que si te llamaba a ti, te ibas a poner nervioso, le contarias a todos y no quería volver hasta recuperar todos mis recuerdos, entonces pensé en Selin.

-Pero no te escuchas muy feliz de haberlo hecho.

-Al principio pensé que era la mejor idea, hemos sido amigos tantos años y me conoce bastante bien, pero no se porque creo que no está siendo sincera con la historia que me contó. - dijo mirando a Eda que seguía sin despertar. - Engin, ¿Estas seguro que es normal?. - preguntó preocupado acariciando la mejilla de Eda suavemente. - Han pasado más de 5 minutos.

Engin sonrió con ternura, incluso sin memoria, Serkan era un sobreprotector con Eda. - Su pulso es normal. - dijo observando a su amiga. - En cualquier momento abrirá los ojos. - le aseguró.

ᴏɴᴇ sʜᴏᴛ ღ [ᴇᴅsᴇʀ/ʜᴀɴᴋᴇʀ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora