ᴏɴᴇ sʜᴏᴛ ღ [ᴇᴅsᴇʀ/ʜᴀɴᴋᴇʀ]

Sürprizღ [ᴇᴅsᴇʀ]

Holis, quise modificar un poco la escena del capitulo 18 cuando Aydan y Eda visitan a Serkan en su nuevo departamento, en este universo de unicornios, la relación de Eda y Serkan fue real desde un principio.❤️

Serkan no estaba realmente sorprendido, sabía que su novia era una persona maravillosa y especial, con una personalidad que lograba encantar a todo aquel que la conocía, desde que Eda había entrado en su vida todo había empezado a ir mejor, había comenzando a ver la vida de otra manera, su madre la adoraba y desde que empezaron a salir, se reunía al menos una vez a la semana con ella, reunión a la cual Serkan tenía prohibido asistir, ya que como le dijo su madre la vez que llego de sorpresa, era un panorama suegra y nuera, madre e hija, lo que había hecho a sonreír a Serkan, porque por más que lo negara, le encantaba que su mamá amará tanto a Eda.

Eran pasada las 7 de la tarde y estaba en su nuevo departamento trabajando,  quería matar el tiempo mientras esperaba que su novia llegara, habían acordado cenar esa noche después de que ella se reunira con Aydan y estaba ansioso de que apareciera por su puerta, ya que para su sorpresa y de todo aquel que lo conocía, el trabajo ya no era su prioridad, estaba a punto de comenzar a revisar unos informes cuando su teléfono sonó.

-¿Ya vienes?. - le preguntó con una sonrisa cuando vio el nombre de su chica en la pantalla.

-Estoy subiendo las escaleras, pero te tengo una sorpresa. - le contó feliz.

Serkan frunció el ceño. - ¿Sorpresa?, mi amor, sabes que no me gustan las sorpresas.

-Esta te va a encantar. - le aseguró.

-Mmmm. - ronroneo. - Todo lo que tenga que ver contigo me encanta, Eda Yildiz. - le dijo haciéndola soltar una risita nerviosa.

-Envíe algo en el ascensor, ¿Puedes recibirlo por mi?. - le pidió. - No era algo que  pueda cargar por las escaleras.

-¿Es mi sorpresa?. - le preguntó curioso saliendo de su departamento para pararse frente al ascensor y esperar.

-Lo es. - le dijo ella con una sonrisa. Estaba mirándolo sin que él se diera cuenta desde el comienzo de las escaleras.

-Estoy realmente curioso ahora. - admitió.

-Estoy segura que te encantara, mi amor. - le dijo ella con confianza.

-Estas realmente confiada. - dijo cuando el timbre del ascensor que anunciaba su llegada paró en su piso, las puertas se abrieron y los ojos de Serkan se llenaron de lágrimas al instante.

-¿Mamá?. - murmuró con incredulidad sin moverse ni un centímetro, su celular aún en su oreja.

-Hola bebé. - lo saludo saliendo del ascensor con sus ojos llenos de lagrimas al igual que los de su hijo. - Sorpresa.

-¿Cómo... es... - quiso preguntar sin lograr sonar coherente, aún completamente impresionado.

-Eda. - respondió su madre con una sonrisa. - Estuvo ayudandome durante semanas hasta que logré salir por completo. - le contó mirando hacia la escalera con una sonrisa de agradecimiento a su nuera que los miraba emocionada. - Y aquí estamos.

Serkan abrazó a su madre sin poder creer que estaba ahí y dirigió su mirada hacia donde su madre había estado mirando antes. - Gracias. - murmuró mirándola directamente a los ojos, diciendo todo lo que no estaba expresando con palabras.

-Te amo. - le respondio ella moviendo los labios con una sonrisa. Sabía que la agarafobia de su madre era uno de sus más grandes dolores, sabía que le dolía que su madre no pudiera salir de su casa y veía el miedo en sus ojos cada vez que la visitaban, le asustaba que nunca lo pudiera superar y ella estaba más que dispuesta a ayudarla cuanto fuera necesario.