ᴏɴᴇ sʜᴏᴛ ღ [ᴇᴅsᴇʀ/ʜᴀɴᴋᴇʀ]

Şanslı olanlar ღ [ʜᴀɴᴋᴇʀ]

El amor es un secreto que los ojos no saben ocultar y cada vez que te miraba sentía algo por ti, una mezcla de amor, de ternura y ganas de hacerte feliz...

Kerem se movió perezosamente esa mañana cuando escuchó la alarma sonar, eran las 8:30 y a las 10:15 tenían que estar en el set para comenzar a grabar, pero el no se sentía capaz de despertar a Hande que dormía tan pacíficamente a su lado, la noche anterior habían llegado tarde luego de la premiacion en la que ambos habían resultado ganadores y si a eso le sumaban que estuvieron grabando durante todo el día, estaban realmente agotados, no solía costarle demasiado levantarse, incluso cuando casi no dormían pero ese mañana al verla a su lado tan relajada, solo hacia que aumentarán sus ganas de quedarse en la cama ese día, juntos, solos, pegados, solo ellos.

Se movió lentamente en la cama tratando de alcanzar el teléfono que estaba en su mesita junto a la cama para apagar la alarma y así poder darle unos minutos más a su novia antes de tener que despertarla, afortunadamente se estaban quedando cerca del lugar de filmación y no eran más de 10 minutos en auto, por lo que aún podían quedarse en la cama un poco más. Hande tenía la cara escondida entre su hombro y cuello, mientras que con su brazo le rodeaba la cintura como si tuviera miedo de que él se fuera a escapar mientras dormían.

Cómo si eso fuera posible.

Kerem se sentia muy afortunado de tenerla su lado, desde que se conocieron había quedado embobado con ella, su sencillez, la hermosa energía que transmitía, su carisma, era solo el comienzo de las cosas que había visto en ella desde que la vio por primera vez, ella era alguien que quería tener siempre en su vida.

Y lo que pensó que sería una hermosa amistad, se había convertido en algo más, mucho más.

Estaba completamente enamorado de ella.

Pasó sus dedos suavemente por su mejilla, acomodando algunos mechones detras de su oreja mientras la miraba y no pudo evitar sonreír con ternura, estaba segura que si alguien le veía en ese momento le diría que la estaba mirando como si no existiera nadie más que ella en el mundo y era verdad, porque ella era la protagonista de su mundo, incluso se lo había mencionado un periodista la tarde anterior cuando bajaron al salón de la ceremonia, las miradas que compartían entre ellos hablablan por sí solas, la veía tan en paz entre sus brazos, relajada, hermosa y al le llenaba el corazón de alegría que se sintiera así con él.

La amaba.
La quería proteger de todo lo malo.

-Se que me estas mirando. - susurró Hande derrepente en su cuello sin abrir los ojos sacandolo de sus pensamientos.

-Podría mirarte todo el día. - le respondió con una sonrisa mientras se acercaba a dejarle un beso en su nariz.

Hande sonrió al escucharlo y se escondió aún más en el cuello de su novio, ella amaba estar ahí, sentir su aroma, su calor, se sentía protegida, en paz, se sentía en casa. Kerem era su casa. - ¿Qué hora es?. - preguntó sabiendo que ese día tenían que grabar.

-Poco después de las 8:30. - dijo bajando su brazo a su cintura para acercarla más él. Si es que era posible. - Estaba tratando de alargar lo más posible la hora de despertarte. - le contó dejando un beso en su frente para luego bajar a su nariz y terminar en un suave beso en sus labios. - Debería considerarse un pecado tener que despertarte cuando pareces un ángel cuando duermes.