ᴏɴᴇ sʜᴏᴛ ღ [ᴇᴅsᴇʀ/ʜᴀɴᴋᴇʀ]

kabul etmiyorum ღ [ᴇᴅsᴇʀ]

-.... aceptas a Serkan Bolat como marido siendo tu propio deseo?. - preguntó la jueza.

-Si, acepto. - respondió rápidamente mirando de reojo a un Serkan que tenía la vista clavada en el piso desde que ella había entrado.

-Y tu Serkan Bolat... ¿Aceptas a Selin Atakan como tu esposa siendo tu propio deseo?. - preguntó nuevamente la jueza esta vez mirándolo a él.

-No, no acepto. - respondió levantando finalmente la vista del piso. - No quiero casarme.

-Serkan.. - susurró la rubia tratando de sonar tranquila. - No es momento de bromas, mi amor. - le dijo con una sonrisa nerviosa.

-No es una broma. - respondió con seriedad girandose ante los presentes que lo miraban con sorpresa y alivio en sus rostros. No era secreto para él que nadie de sus cercanos estaba de acuerdo con ese matrimonio, pero estaban ahí para apoyarlo de todas formas. Engin, Piril, Aydan, Seyfi, Ferit incluso las amigas de Eda, Cerem y Melo estaban allí, todos menos ella. - No quiero casarme con una persona capaz de manipularme y aprovecharse de mi vulnerabilidad.

-No se de que... - trató de justificarse Selin al darse cuenta de que se estaba cumpliendo su peor miedo, estaba segura que si se casaban antes de que el mostrara indicios de recordar, Eda desaparecería de sus vidas y él se olvidaria de la presencia de ella para siempre y por fin cumpliría el sueño de su vida, ser la esposa de Serkan Bolat. Pero era tarde.

Serkan había recuperado la memoria.

-No quiero excusas. - la cortó. - Antes te miraba y veía a mi amiga de la infancia, ahora simplemente no te reconozco.

-¿Podemos hablar en privado?. - le pidió al notar como todos miraban la escena, algunos con alivio, otros con asombro. Incluso estaba segura que veía un poco de satisfacción en los rostros de todos.

-No tenemos nada de que hablar. - le dijo mirándola directamente a los ojos con frialdad. - Nada de lo que salga de tu boca es creíble para mí ahora. Me mentiste, me manipulaste, cuando estaba perdido, herido y tratando de acomodar las piezas en mi cabeza, me pusiste en contra de la única mujer que he amado en mi vida, te aprovechaste de mi falta de memoria y me pusiste en su contra. - le dijo con dolor y enojo en su voz, no solo con ella, sino también con el mismo. Desde que había recuperado sus recuerdos se sentía un imbecil por su actitud, por no dudar de Selin, por no creerle a sus amigos y su madre cuando le habían contado lo que había pasado en el año olvidado, pero sobre todo por lastimarla a ella, su hada, su amor, su Eda. - Solo quiero dejar en claro una vez más que no te amo, nunca te ame. Incluso sin recuerdos me volví a enamorar de Eda. Es ella, siempre ha sido ella, no hay nadie más para mí.

-Siempre ella. - murmuró la rubia con burla y una pizca de dolor en su voz por las palabras de Serkan. - No me voy a disculpar por lo que hice. - le dijo. - Te amo y tu me llamaste entre todas las personas, me llamaste a mi y pensé que era el destino dándonos otra oportunidad, si no fuera por Eda, estaríamos juntos, ella me quito lo que era mío.

Serkan soltó un carcajada al escuchar las palabras de quien en algún momento fue su amiga pero que ahora no reconocía. - No me amas, si me amaras no me hubieses manipulado, no te hubieres aprovechado de mi vulnerabilidad. - le respondió Serkan con furia- Nunca fui tuyo, Selin. Que entre de una vez por todas en tu cabeza que siempre ha sido ella, siempre será ella, incluso si no me perdona por todo lo que la lastime, incluso si la pierdo después de todo lo que paso estos meses, siempre será ella, soy suyo, lo he sido desde el día que la conocí.

Y sin decir nada más, salió del salón del hotel en el que se iba a realizar la ceremonia bajo la atenta mirada de sus familiares y amigos, dejando a una nueva soprendida, a una Selin en el altar llorando y sus más cercanos aliviados, pero no podía importarle menos.