¿Amantes? ¡No! [Minjun]

XXI

El beso había terminado con muy distintos sentimientos para los dos. Jung Min se encontraba en las nubes volando, lleno de felicidad, su Jun le correspondió, le correspondió sus sentimientos. Sonrió con felicidad escondiendo su sonrisa debajo su mirada. Tenía la frente unida a la de Jun, quien estaba con la respiración agitada y no solo por el beso demandante que le dio Jung Min, pero Min pensaba que era por ello. Si solo supiera que no era por ello.

Jun deshizo aquella conexión, ladeando su cabeza a un lado, se sentía fatal. Sus pensamientos y corazón no lo dejaban en paz, coordinaban y a veces no.

Se sentía feliz al igual que Jung Min, pero también un... — negó con la cabeza.

— ¿Jun? — cuestiono Min al sentir aquel vacío en sus manos y rostro.

Jun solo bajo el rostro. Con suerte aquellas paredes eran insonorizadas. Sus ojos picaban, sentía que estaba en una encrucijada de la cual no podía salir y que tampoco quería salir.

Jung Min se acercó a Jun y este dio un paso atrás al tan solo sentir aquel calor. Logro tomar su rostro. Vio aquel sonrojo, sonrojo que solo él había provocado y se sintió como todo un hombre.

Pero luego al ver la mirada de Jun... se sintió mal, nunca lo había visto con ojos húmedos, nunca lo había visto llorar o querer llorar, reteniendo sus lágrimas.

Jun al ver esa mirada en Jung Min hacia su persona, frunció levemente sus cejas.

— Odio dar rienda o dar a conocer mis emociones— dijo Jun con frialdad.

— ¿Qué quieres decir? — pregunto Jung Min con un millón de sensaciones con dichas palabras.

— No deberías preguntar ello— bastante seriedad que le fue difícil a Jun manejar porque enserio que quería ponerse a llorar por la impotencia que sentia...

¡Por qué rayos mi corazón se fue a fijar en el imbécil de Jung Min y peor aún... en un hombre casado!

— Deberías preguntar ¿Qué vamos a hacer? — decir que nunca paso esto— mejor dicho, que esto nunca paso.

— Eso nunca— respondió inmediatamente Jung Min y le agarro de las manos— esto si sucedió. Sucedió que correspondiste mi beso.

— Que es un error— interrumpió Jun a Min, se soltó de Jung Min— y te pediría que olvides esto como lo haré yo— no lo podrás.

— ¡No! — exclamo Jung Min— y sé que tú tampoco podrás olvidarlo— y lo abrazo a su cuerpo.

Y las emociones de Jun explotaron. Empezó a sollozar, no podía con tantos sentimientos, su mente influía en su corazón y su corazón en su mente, su mente le jugaba al igual que su corazón, pero ambos coincidían en que eso estaba mal.

¡Por Buda!, ese hombre era casado.

Jung Min lo abrazo más a su cuerpo, tal vez estaba siendo egoísta, pero quería a Jun a su lado y a nadie más. Las palabras de Jun eran ciertas. Jun solo sería el villano, pero...

Soy tan egoísta, pero no puedo dejarte ir cuando calaste muy dentro de mí.

— Sé que está mal, Jun— empezó a hablar Jung Min con suavidad y Jun se agarró del mandil clínico de Jung Min con más fuerza. Odiaba llorar delante de otras personas, peor que lo miren.

— Entonces olvidemos esto— pidió— que nunca sucedió, actuemos como si nunca hubiésemos desarrollado estos sent...—ya te confesaste.

— Ya lo tenemos Jun— beso la coronilla de Jun — y sabes que será difícil o al menos para mí cuando ya probé que es estar en el cielo. Me volví adicto a ti.