Esta vez Jung Min se aferro fuertemente a Jun, incluso no durmió toda esa noche como se debería de descansar por el temor que nuevamente Jun lo deje solo en aquella cama, lugar donde nuevamente volvieron a mostrarse amor y donde procrearon a su hijo.
Acaricio aquel vientre que claramente ya se notaba por la gestación avanzada. Sonrió detrás del hombro de Jun. Tenia a Jun abrazado por detrás, ambos desnudos con su piel tocándose directamente. Inhalo aquel aroma cálido de Jun.
Con esa noticia todos los y sus planes habían cambiado. Tenía un montón de ideas, pero en ninguna era dejar a Jun sino a Tiff, pero también pensó en las palabras de Jun...
No creo que le haga nada, pero...
Jun se movió un poco, para Jun todo parecía un sueño del que no quería despertar. Un lugar donde Min no era casado y eran felices, con algunas discusiones infantiles, pero amándose y respetándose, además de esperar un bebe.
Llevo protectoramente y amorosamente su mano a su vientre ya notorio y sintió otro calorcito más en allí, además del de su bebe. Abrió los ojos, no estaba soñando. Min estaba abrazándolo fuertemente y con mucho amor. Sonrió de dichosidad.
Min sintió que Jun despertó y llevo sus labios a aquel cuello que siempre le gusto. Beso la nuca de Jun con mucha delicadeza, pero a la vez candentemente haciendo temblar ante tal caricia exquisita a Jun de excitación y a la vez de sentirse amado. Sonrió con ternura.
Todo parecía tan perfecto y hermoso en su mundo, en aquellas cuatro paredes, donde solo existía el amor que se profesaban.
Ambos deseaban lo mismo, pero no podían, había muchos puntos que no los dejaría estar juntos.
Min queriendo estar con Jun y su hijo, y Jun preocupado por Tiff.
No podre guardar este secreto por toda una eternidad. En algún momento se sabrá todo y me dolerá, nos dolerá— pensó Jun.
— Buenos días, Junnie saludo Min con voz ronca, la cual le pareció sexy a Jun.
Que bonito seria que despierte así todos los días, pero quien tiene ese privilegio es Tiff.
— Buenos días, Minnie— respondió Jun también con felicidad.
Solo por hoy y por unos minutos disfrutare de este momento.
Jun trato de levantarse, pero Min lo abrazo mas a su cuerpo, haciendo liberar un gemido y una risita a Jun. Sintió que Min no despertó solo.
— Quédate un rato mas conmigo— pidió Min.
Jun giro a verlo a los ojos. Estudio aquel color caoba, lo pensó y al final asintió. Correspondió el abrazo.
Con aquel abrazo el mundo de ambos nuevamente se redujo a solo los dos. El abrazo se convirtió en besos cálidos, luego candentes y traviesos, al igual que las caricias, pero no pudieron continuar más, eso sí, se confesaban una y otra vez que se amaban.
El brillo de un celular saco de aquel mundo ensoñador a Jun.
Jun noto que dicho brillo era debido a una llamada. Era el celular de Min que estaba en silencio. Detuvo sus besos y vio que esa llamada era de Tiff. Rápidamente — no con torpeza— se apartó de Min y eso descoloco a Min.
— ¿Qué pasa? — pregunto Min.
— Tienes una llamada, contesta— dijo Jun sentándose al borde de la cama.
— No — ahora quiero estar contigo y con nadie más. Empezó a besar la espalda a Jun.
— Es Tiff— Min ignoro aquellas palabras— también esta embarazada Min. Tal vez se puso mal y...— Min sintió como se ponía tenso Jun. Sus besos no le estaban haciendo olvidar de aquella llamada.
— Solo déjalo— pidió, pero Jun negó con la cabeza.
Min tomo el celular y rechazo la llamada delante de Jun y este puso ojos desorbitados.
— ¡¿Qué haces?! — hablo preocupado y exaltado.
— Tenemos una charla pendiente. Te juro que no contestare hasta tener algo definido de que haremos, porque ese es mi hijo y no pienso que otro tome mi papel.
— No piensas lo que acarreara luego.
Min solo puso mirada seria.
— ¡Min! — exclamo— ¿qué diré a nuestro hijo? — empezó a sollozar— que su omma se metió con un hombre casado, y que por eso también lo ven y tratan con discriminación.
Jung Min quedo callado. Eso era lo que les esperaría a su familia que estaba formándose.
— Vámonos. Vámonos a otro país— suplico agarrando las manos de Jun.
— No puedo— dijo con lagrimas Jun— no podemos hacernos esto. No puedes hacerle eso a tu hijo con Tiff.
— Jun— suplico.
— Juro que cuando tenga la edad suficiente nuestro hijo le diré que vos sos su padre— quito las manos de Min de las suyas. Llevo sus manos a la mejilla de Min con mucho amor, le acaricio— te lo juro.
— Entonces ¿te casaras? — pregunto con un nudo en la garganta Min— ¿y tus padres? Quiero decirles que yo soy el appa de...
Jun solo le sonrió y beso por ultima vez los labios de Min con delicadeza y mucho amor.
Tomo la prenda de sus ropas y bajo la vista de Min. Se empezó a vestir. Min esperaba la respuesta sabiendo cual era. Ambos cuando se volvieron a ver a los ojos notaron las lágrimas del contrario.
¿Qué más podían hacer?
Nada.
Jun salió en silencio, una silenciosa despedida. Prometiendo que no volvería a hacerle eso a Kyu porque ahora ellos dos eran novios y no podía volver a engañarlo.
Jung Min también se fue. Fue con un aura muy triste a su casa y lleno de impotencia al no saber como escoger a Jun sin lastimar a Jun mismo y a sus hijos.
No, no había pensado en Tiff en ningún momento. Solo Jun.
— ¿Dónde estuviste toda la noche? — cuestiono Tiff como saludo. Las hormonas no ayudaban en nada cuando el pensamiento era malo, sino lo empeoraba. Peor aun al ver a su marido en ese semblante.
Min la miro. Hizo una mueca sin darse cuenta y aquello solo intensifico las dudas que eran verdaderas de Tiff.
— Hoy no— pidió Min con un tono entre apagado y molesto— sabes que no me gusta que me controlen.
— Tampoco avisaste y estuve preocupada toda la maldita noche. ¡Pensé en todo!
— Estoy bien— dijo sin emociones.
— Eso no es lo que veo— dijo comenzando a punzarle la cabeza.
— Solo déjame en paz. No estoy de humor.
— Y ese humor negruzco es: — espero respuesta, pero Min la ignoro y siguió caminando— ¡Min! — elevo la voz, estaba empezando a perder los estribos.
— El que estés embarazada no quiere decir que tengas derechos sobre mí, que me controles.
— ¡Tus palabras no ayudan!
— ¡¿En que no ayudan?! — empezó también a alterarse.
Ambos se miraron a los ojos. Ambos tenían la respiración agitadas y erráticas del enojo. Nunca se habían gritado hasta ese extremo. Y aquellos cambios de hormonas con los sentimientos no ayudaron o tal vez si a Tiff...
— Tienes una amante ¡¿no?!
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¿Amantes? ¡No! [Minjun]
FanfictionNo tenia una buena descripción de él, pero tampoco lo juzgaba, total, con él no era tan ególatra ni tampoco hablaba mucho con él, pero no supo en que momento empezó a tener una ligera amistad con Jung Min.