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Taehyung estaba feliz pintando sus dibujitos

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Taehyung estaba feliz pintando sus dibujitos. Se encontraba pintando unos corazoncitos y esta vez estaba algo inspirado en el alfa que había conocido. Aquel dueño del olor a vino y chocolate amargo que aun conservaba su cuaderno. Su corazón no había galopado antes más emocionado mientras realizaba sus dibujos. Se encontraba en un lugar oculto cercano a su salón, ya que era muy bien vigilado por Jaebeom y no podía moverse más allá de aquella torre de salones. En parte, el alfa lo hacia para que el lindo omega no fuera descubierto por muchos más alfas y no fuera cortejado, pero también lo hacia porque le gustaba tener control de él y sentir que era suyo.

Lo que Taehyung pensó que sería un buen escondite, en realidad no lo fue; pues Jaebeom no tardo en encontrarlo debido a que tenia muy bien grabado su olor. Apenas fue descubierto pintando, su cuaderno le fue arrebatado rápidamente.

— Parece que no te cansas de pintar.

— ¡Ay no! dámelo — pataleo.

— Ven por el — dijo levantándolo en alto. Taehyung comenzó a saltar tratando de tomarlo y Jaebeom aprovechaba para observarlo y disfrutar de su aroma.

Taehyung se rindió y suplico por su cuaderno de nuevo.

— ¿Qué estas dispuesto a darme por tu cuaderno?

— No tengo que darte nada. Es mío. Dámelo. — inflo sus cachetitos y estiro su trompita enojado.

— Dame 10000 wones por tu cuaderno.

Taehyung lo miro dudoso. Jaebeom sonrió malicioso.

— ¿o me puedes dar algo que siempre he querido?

— Sabes que no te daré eso. — puchereo con su mirada baja sintiéndose algo nervioso.

— Solo es un pequeño beso, Tae — dijo acercándose demasiado.

— No quiero — se giró asustado rechazándolo y dándole la espalda. Jaebeom se enojó y sin soportar el rechazo decidió irse.

— Como quieras. No volverás a ver tu estúpido cuaderno.

— No, por favor — dijo con suplicas y dolor, pues este cuaderno era diferente. Su omega chillaba como nunca antes sintiendo que perdía algo muy preciado para él.

— Ya sabes como recuperarlo.

— ¡No! — se giró de nuevo.

— Entonces, despídete porque lo destruiré por completo.

— Nooooooooooooooo! Jaebeom no lo hagas. — dijo con casi lagrimas corriendo detrás de él. pero todo fue en vano porque no fue escuchado y fue dejado atrás.

Taehyung llego a su pupitre y enterró su rostro entre sus brazos largándose a llorar. Nadie se acercaba a Taehyung, excepto Jimin, ya que habian algunos omegas que por envidia se burlaban de él y otros entre alfas y omegas no se acercaban por temor a las represalias de Jaebeom. El único aparentemente autorizado para acercarse a Taehyung era Jimin. Este cuando lo vio llorando no dudo en abrazarlo para consolarlo, pues ya se imaginaba lo que le había sucedido.

Taehyung se dejó abrazar porque indescifrable e indescriptiblemente sentía la fuerte necesidad de ser consolado.

El duelo por su cuaderno le duro más de lo esperado. Habian pasado algunos días y no se había animado en comprar uno nuevo. Eso a pesar de que le gustaba pintar todos los días. Su omega estaba demasiado triste sin poder entenderlo.

— Vamos, ya no estés más triste bonito. Come, sino te vas a enfermar.

— No tengo hambre Jiminie.

— Si quieres hoy podemos ir a la tienda de hello Kitty. Hay cuadernos hermosos y puedo comprarte uno bien lindo.

— Quiero mi cuadernito. No quiero uno nuevo.

— Ay bonito, sabes bien que el tonto ese no te lo devolverá.

— ¿y si buscamos en la basura?

— Ay no, ya hemos hecho eso y no logramos sino terminar oliendo y luciendo horrible.

— Mi cuadernito Jiminie. Era el que más me gustaba. — exclamo casi en llanto.

— Ay mi bonito. Daría lo que fuera para que lo recuperaras. Pero sé que tendrás uno más bonito y harás dibujitos más lindos ¿sí?

Taehyung asintió no muy convencido con un gran dolor en su pechito.

Esa tarde iba de la mano rumbo a su casa y siendo muy consentido con Jimin, quien le había comprado un helado para subirle el ánimo. Cuando ya se habian alejado lo suficiente del colegio, Taehyung percibió un exquisito olor que ya le era familiar. Se emociono de solo pensar que tal vez seria su cuadernito tirado cerca en algún lugar, pero al girar en la búsqueda del cuaderno se percató de una figura familiar. Su corazón se paralizo junto a su respiración y sus ojos se dilataron al ver el objeto de su deseo. Su omega comenzó a mover la cola animadamente de un lado a otro al ver a aquel hermoso e imponente alfa. Taehyung comenzó a liberar feromonas, gracias a la animosidad de su omega, sin darse cuenta y de esta manera atrayendo hacia sí al alfa, quien seducido e hipnotizado por el olor y la belleza del omega comenzó a acercarse con paso firme y decidido. 

 

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War of Hormone - Jintae OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora