Kim Taehyung es un lindo omega muy peculiar para la generación a la que pertenece, ya que aun cree en el amor puro y verdadero. Sueña con ser cortejado de manera romántica como lo fue su padre omega por su madre Alfa. Sin embargo, todo parece ser un...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Seokjin quería gritar de dolor por el palazo recibido en su cabeza, pero se contuvo para no llamar la atención. Se puso de pie rápidamente y corrió como alma que lleva el diablo. La señora Yihue corrió tras él dando voces y propinándole varios golpes al alfa con su palo de escoba que termino quebrándose por el poderoso cuerpo del alfa.
Calles mas arriba, donde estaba despejado, Seokjin pudo detenerse y tomar un respiro. Y de paso sobar su cabeza mientras acomodaba su cabello.
— Vieja loca, casi me mata. — luego miro la manta y sonrió de tener algo con el olor del omega. Aprovecharía cada segundo que la tuviera en sus manos. La llevo a su nariz para olfatearla de nuevo regodeándose con el exquisito olor.
Por su parte, en casa de Taehyung ambos omegas, padre e hijo, esperaban mientras Sunhee hablaba con la señora Yihue sobre lo sucedido. De manera que pudiera instaurar una demanda. Sin embargo, la mujer no tenia mayores detalles mas que el avistamiento de un alfa grande, malo y peligroso. Sunhee no podía hacer mucho con eso, sino que necesitaba una descripción mas detallada. Pero por lo menos aquello podía servir de ayuda para solicitar mayor vigilancia.
Todo transcurrió normal durante las siguientes horas, Taehyung no noto la desaparición de su manta hasta que llego la noche y fue a destender su cama. Se preocupo de no verla y fue rápido donde sus padres a preguntar por ella.
— ¿has lavado mi mantita mami, papi?
— No cariño, no lo he hecho. ¿y tu amor? — pregunto el omega su alfa.
— No, debe estar en tu cuarto. Porque solo el domingo la lave.
— Pero no está — puchereo.
— ¿Ya la buscaste?
— Si. La busque por todos lados y no la encuentro.
— Ven, vamos a ayudarte a encontrarla.
Los padres de Taehyung le acompañaron al cuarto y por mas que buscaron no pudieron encontrar nada. Sunhee miro a toda dirección y vio la ventana abierta.
— Tae, ¿tu dejaste la ventana cerrada al salir?
Taehyung volteo a mirar hacia la ventana y dudo si lo había hecho mientras jugaba con sus deditos.
— No recuerdo mami.
— Ay bebé. Muy seguramente la dejaste abierta.
— ¿tu crees que pudieron entrar a su cuartito?
— Es muy probable. Tal vez no lo perciben, pero percibo cierto olor de alfa camuflado con algo más.
— ¿en serio mamita? — pregunto preocupado mirándole con ojos de cachorro.
— Puede ser.
— Ay no ¿y quién se atrevería a robarse una mantita?
— Pues quien más. Un pervertido. Y puede ser el hombre que la señora Yihue vio. — dijo preocupada y fue a cerrar la ventana. — lo mejor es que no la abras si olvidas cerrarla. Es muy peligroso. Para que te entre aire puedes llamarme y yo te abriré estas persianas. — dijo señalando unas ubicadas en la parte superior.
