War of Hormone - Jintae Omegaverse

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— Precioso, no llores — corrió a su lado — algo preocupado al ver sus lágrimas y sollozos.

— Lo siento Hyungnie. Es que es muy hermosa tu cartita.

— Es todo lo que siento por ti. — dijo mirándolo y acariciando su rostro. Taehyung tembló en sus brazos y quedo perdido en sus ojos. Seokjin comenzó a cerrar distancia rozando sus narices suavemente. Taehyung cerró los ojos anticipando su primer real beso — ¿puedo hacerlo? ¿puedo besarte? — susurro en sus labios temiendo suponer algo que no era y terminara lastimándolo como la ultima vez que lo había besado. Taehyung abrió sus ojitos y se quedaron mirando por varios segundos que parecieron una eternidad.

Seokjin no queriendo presionarlo por los anhelos que tenia en su corazón decidió separarse para hacerlo cuando estuviera listo, pero sintió el suave toque de la mano de Taehyung en su rostro que lo acercaba nuevamente a él. Este totalmente sonrojado y nervioso cerró los ojos esperando el movimiento de Seokjin, quien no dudo en cerrar la distancia y besar sus labios suavemente. Mientras lo besaba pausadamente tomándose su tiempo para saborear sus labios acariciaba su mejilla tiernamente con su pulgar.

Taehyung se sentía en las nubes y transportado a otra dimensión de total plenitud y felicidad. Seokjin se sentía igual, pero además su lobo rugía en su interior en total euforia rasgando su pecho pidiéndole por más. Sin embargo, lograba controlarlo para no destruir el perfecto y mágico momento con Taehyung. Sus labios se reconocieron sintiendo que encajaban perfectamente y que pertenecían a los contrarios. Se separaron lentamente entre pequeños y tiernos besos. El omega de Taehyung ronroneaba gustoso de los mimos de Seokjin tras el beso, pues le besaba tiernamente en la punta de su nariz y era acariciado en su rostro suavemente.

— Fue perfecto Jin — dijo recordando como Seokjin había firmado su carta.

— Lo fue, realmente lo fue, bebé. — dijo acariciando su rostro mientras lo veía a los ojos.

— Ahora mi cartita — dijo emocionado girándose para buscarla en su carpeta. — toma. Espero que te guste.

Seokjin la recibió sonriendo tiernamente para su omega y acariciando su cabello. Cuando la abrió se quedo enamorado de lo bien decorada que estaba con el texto en el centro, un dibujo de fondo y varios dibujitos tiernos a su alrededor.

Alfita, mi hermoso Hyungnie ya llevas un mesecito esforzándote por cortejarme. No creas que no me doy cuenta de todos tus grandes esfuerzos por hacer mis sueños realidad. Me siento muy feliz de que tu seas mi alfita. Siempre desee que mi alfita fuera tierno y lindo como tú. Aunque si te soy sincero, la madre luna exagero al ponerme un Alfita tan hermoso y bien parecido. Eres el alfita mas hermoso que mis ojitos hayan visto. Al principio pensé que no eras tierno ni considerado, pero aun así lo aceptaba porque eres fuerte y muy masculino y eso también me gusta mucho. Nunca pensé en eso como importante en un alfa, pero me gusta mucho cuando eres tan protector conmigo. Me haces sentir seguro Seokjinie Hyung. Y amo lo tierno que te pones conmigo y lo que me hace feliz es que sé que solo eres así conmigo. Eres especial conmigo y eso me encanta. Gracias por ser tan especial conmigo Hyungnie. Gracias por esforzarte tanto y dar lo mejor de ti para poder estar juntos.

Te quiero mucho.

Tu precioso omega, Taehyungnie.

Seokjin sonrió y acerco la carta a sus labios para besarla.

— Es preciosa y perfecta. Tal como el precioso ser que la escribió.

— Jinnie! — palmeo su hombro totalmente tímido y sonrojado.

Seokjin lo vio con ojos de amor y se acerco para besarlo de nuevo dejando un tierno beso en los labios. Taehyung se sonrojo sintiendo que el aire lo abandonaba.

— No tienes porque agradecerme, yo lo hago con todo el amor del mundo. — dijo acariciando su rostro. — ahora termina de comer la tarta. Debemos volver a clase.

— Si, pero tú me ayudas.

— Esta bien bebé.

Ambos comieron alimentándose mutuamente entre risas, sonrojos y miradas cómplices. Lo mejor para Taehyung es que regresaron al salón tomados de la mano bajo la mirada atenta de quienes los veían pasar. Ambos se sentían emocionados por hacer de alguna manera su relación publica, aunque en realidad ya era conocida por rumores para muchos, pero verlos tomados de la mano era la confirmación de estar emparejados. Su corazón no paraba de latir emocionado y tanto alfa como omega daban saltos de alegría en su interior celebrando la unión de sus manos y el cariño que crecía y se manifestaba entre ellos.