War of Hormone - Jintae Omegaverse

16

Jaebeom se había memorizado gran parte del contenido de los cuadernos que alguna vez había arrebatado de la mano de Taehyung. Sabia como conquistarlo y llegar a su corazón. Así que, no dudo en adquirir un hermoso oso de peluche mediano de color beige con un corazón en el centro y unos chocolates. Espero a que la jornada estudiantil terminara para seguir al precioso omega que tanto le gustaba, ya que quería hacer su entrega en un lugar poco concurrido. 

Quien se percato de que Jaebeom los seguía mientras iban de camino a su casa fue Jimin.

— ¿y ahora que quieres tu? — dijo girando hacia él.

Jaebeom se guardaba sus ganas de responderle con enojo como creía que se merecía por no espantar a Taehyung.

— Solo quiero darte un regalo Taehyung — dijo mirándole.

— ¿Qué clase de regalo? — se interpuso.

Jaebeom sabia como era Jimin. Así que, sin ahondar en palabras saco el peluche con los chocolates. De inmediato, los ojos de Taehyung se iluminaron de solo ver el peluche. Sus manos picaban por tomarlo, pero aguardaba a lo que fuera a hacer su amigo.

— Ten Taehyung. Esto es para ti.

Taehyung busco con su mirada a Jimin, pero este solo miraba enseriado a Jaebeom.

— ¿y a cuenta de que le regalas cosas?

— Solo quiero...

— Mira ahórratelo — el lobo de Jaebeom gruño ante la insolencia de Jimin ante su alfa — Taehyung no va a recibir nada.

— ¿no lo quieres? — meneo el peluche tratando de llamar su atención.

— Es un lindo peluchito Jiminie — susurro al oído de su amigo.

— Yo te comprare uno mas lindo — le replico solo para que escuchara él.

— ¿en serio? — salto emocionado.

— Uhmm — asintió con ternura hacia Taehyung. — regálale ese peluche a alguien que si te pueda corresponder. Porque Taehyung no puede recibirlo.

— Que me lo diga él. — dijo molesto.

— Ya te dijeron que no. ¿no entiendes? — dijo Seokjin apareciendo en la escena sorprendiendo a todos porque no sabían de donde había salido, y haciendo acelerar el corazón del omega que ya saltaba de alegría. Mientras que Taehyung le hizo malacara apenas este lo miro a los ojos.

— Tu no tienes vela en este entierro. Es mi regalo para él. Y Taehyung — dijo volviendo su mirada a él. — este peluche no puede ser para nadie más porque fue elegido pensando en ti. — al decirlo Taehyung se ruborizo. Jaebeom se acerco para ponerlo en su mano, pero Seokjin se lo quito.

Jimin froto sus sienes porque no podía creer que sus planes de ir tranquilamente hacia sus casas y de paso por un helado, se habian ido al carajo, y ahora tendría que presenciar la pelea de dos estúpidos alfas movidos por sus hormonas territoriales, según su parecer. Taehyung se asusto ante una pelea inminente que no quería presenciar. Y las feromonas de enojo y territorialidad en aquellos alfas comenzaban a aumentar.

— Dámelo! —dijo quitándoselo.

— Te advertí que no te acercaras de nuevo a él — Seokjin se lo arrebato de nuevo.

— No eres su dueño para hacerte caso — lo empujo y recupero el peluche.

— Quieres que te vuelva a poner en tu lugar —volvió a quitárselo.

Jimin rodo los ojos lleno de fastidio y Taehyung miraba con ojos de cachorro aquel precioso peluche siendo maltratado. Su mirada iba de un lado a otro mientras iba de una mano a otra siguiendo al osito. Pero su ira estallo cuando Seokjin y Jaebeom rompieron el osito por la mitad en un agitado forcejeo.

— ¡Ay no! — pataleo — el peluchito — chillo.

Todos voltearon a mirar a Taehyung que lloriqueaba por el daño al oso de peluche.

— ¿Qué son? ¿niños? Miren lo que causaron par de idiotas. — dijo molesto Jimin, abrazando a Taehyung que miraba el peluche destrozado en el piso. — no te preocupes bebé yo te comprare uno.

— Pero pobrecito el peluchito Jiminie. El no tenia la culpa.

— No, no la tenía. Pero te daré uno mejor ¿recuerdas?

— Si, pero —dijo mirando al peluche — ¿no podemos arreglarlo?

Ambos alfas estaban embelesados con la ternura del omega.

— No bebé. Eso ya no sirve.

— Pero...pero podemos coserlo y dárselo a un niño que lo necesite.

— Era para ti.

— Si, pero no quiero. — le dijo serio a Jaebeom. —tu siempre eras malo conmigo y me quitabas mis cuadernitos.

— Es cierto. No sé que pretendes.

— Si quieres podemos ahora mismo ir a una tienda y te compro el peluche más grande que quieras — dijo en tono de suficiencia Seokjin.

Taehyung lo volteo a mirar con gran enojo.

— Tampoco quiero. Menos de usted. Usted es el causante de todo. Ni crea que se me olvida lo que me hizo. No lo perdono. Y menos quiero nada suyo.

— Tae...

— Ya déjenlo en paz. Debemos regresar pronto. Sus padres son muy sobreprotectores. Sobre todo, su madre, que es alfa. Imagínense esa combinación. — levanto sus cejas maquiavélicamente — así que no querrán ver a una alfa madre enojada ¿verdad?

Ambos alfas retrocedieron sabiendo que Jimin les había ganado la partida. Jaebeom ya lo sabía, pero Seokjin pudo darse cuenta que para llegar a Taehyung debía contar con el apoyo de su amigo Jimin.