Kim Taehyung es un lindo omega muy peculiar para la generación a la que pertenece, ya que aun cree en el amor puro y verdadero. Sueña con ser cortejado de manera romántica como lo fue su padre omega por su madre Alfa. Sin embargo, todo parece ser un...
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Jimin venia parloteando todo el camino al colegio sobre lo sucedido el día anterior en el antejardín de la casa de su amigo como en el colegio con la supuesta desaparición de Seokjin. Taehyung no hacia sino meditar en ello y sintiendo su corazón acelerarse entre más se acercaba al plantel educativo.
— ¿ese no es Seokjin? — le pregunto Jimin algo curioso sacándolo de sus pensamientos.
Taehyung freno alzando su mirada y percatándose que Seokjin se ponía de pie de la banca en la que estaba sentado al parecer esperándolo.
— Pero ¿Qué fue lo que le hiciste?
— ¿a qué te refieres?
— ¿le hiciste alguna promesa?
Taehyung negó sintiendo su corazón galopar a toda marcha.
— Vamos, tengo curiosidad que tiene por decir.
— Pensé que no te agradaba.
— No me da confianza, pero esto es otro nivel. El hecho de que Seokjin este en la puerta del colegio esperando por ti es su forma y de cualquier alfa como él, de hacerlo público.
— ¿hacer público qué? — pregunto inocente.
— ¿Pues qué será? Lo idiotizado que esta por ti.
Taehyung inclino su cabeza hacía un lado sin entender a que se refería su amigo.
— Ay bebé. Eso quiere decir que esta gritando a los cuatro vientos que solo tiene ojos para ti, que lo cazaste, que lograste lo que ninguna o ningún omega logro. Y eso es que se enamorara. Ayer me quedo claro frente a tus padres, por todo lo que hizo, pero hoy mi vida; lo público. Y con letras mayúsculas.
— Ay no entiendo. ¿Por qué hablas con palabras tan enredadas? — puchereo.
— Hola Taehyung.
— Hola Seokjin Hyung — dijo tímido y sonrojándose.
— Y ¿yo que? ¿estoy pintado en la pared o qué?
— Hola Jimin. Lo siento, yo...
— Si,si,si ¿quieres un pañuelo?
— ¿puedo acompañarlos?
— ¿harás esto todos los días?
— Si Taehyung me lo permite, me gustaría hacerlo.
— Por mi puedes hacerlo Hyung.
Mientras iban hacia el salón muchos se quedaban viéndolos anonadados por la conducta de Seokjin, quien no le rendia pleitesía a nadie, pero a quien veían como miraba con adoración y enamoramiento a Taehyung.
