War of Hormone - Jintae Omegaverse

9

Taehyung se escondió detrás de su amigo, totalmente fascinado e interesado en el alfa. Se mostraba tímido con ojos de cachorro detrás de Jimin.

— Solo quería entregarle algo a Taehyung.

— Kim Taehyung para ti — expreso desafiante y cruzándose de brazos Jimin. — y según tu ¿Qué le quieres entregar?

Seokjin tomo su maletín de la parte trasera hacia la delantera para abrirlo y mostrar los cuadernos. Al mostrar el más reciente que había perdido Taehyung, este pego un salto y un grito de alegría yendo hacia Seokjin.

— Mi cuadernito — chillo emocionado. Sin embargo, Jimin lo detuvo.

— ¿A dónde vas? No seas tan confiado. — lo jalo de la camisa haciéndolo retroceder. Taehyung puchereo molesto.

— ¿Cómo conseguiste eso? — pregunto desconfiado Jimin.

— Se los quite al idiota alfa ese.

Seokjin volteo a mirar a Taehyung, quien le miraba con ojos de cachorro ilusionado.

— Solo lo sorprendí guardando este cuaderno. Y recordé de quien era.

— Ay tan buena gente tu ¿no?

— Bueno, pues no podía dejarlo que se saliera con la suya. Lo curioso es que no era el único cuaderno. Habian otros — dijo abriendo aún más su maletín mostrando los otros cuadernos.

Tanto Taehyung como Jimin se asombraron haciendo una gran o con su boca. Taehyung no dudo en acercarse para tomar uno de sus antiguos cuadernos del interior del maletín de Seokjin, quien aprovecho la cercanía para observarlo con detenimiento e inhalar su delicioso aroma. Su lobo aullaba y movía su cola de alegría.

— Mis cuadernitos. Mis cuadernitos — expresaba emocionado dando saltitos — mira, mira Jiminie. Y yo que pensaba que ya no existían. — comenzó a abrir uno y a hojearlo. Pego un chillido totalmente alegre al reconocerlo y lo apego contra su pecho. Luego miro a Seokjin, quien le miraba embelesado como si fuera de otro planeta. — muchas gracias...

— Seokjin...me llamo Seokjin, dulzura.

— Muchas gracias Seokjin.

— No se llama dulzura. Se llama Kim Taehyung — expreso indignado e irónico Jimin.

— No puedo evitar llamarlo así. Es una dulzura — dijo mirándolo mientras sonreía.

Taehyung sonrió tímidamente balanceándose de un lado a otro en su lugar.

— Debemos irnos Taehyung. Tu sabes como es tu madre.

Taehyung puchereo porque sabía que era cierto. Su madre alfa era muy sobreprotectora con él.

— Si quieren puedo acompañarlos.

— No creo que sea buena idea.

— Esto puede ser muy pesado y...

— Yo puedo llevar una parte y Taehyung otra. No hay problema con ello.

Seokjin se resignó para no ser molesto y comenzó a sacar los cuadernos para dárselos a ambos.

— Muchas gracias Seokjin hyung. — hizo una reverencia Taehyung con sus mejillas sonrojadas.

— Fue un gusto dulzura. Cuídate mucho. Te prometo que no dejare que ese idiota vuelva a molestarte.

Taehyung le sonrió sonrojado e inflando sus pomulitos. Jimin rodo los ojos y lo halo para llevárselo. Taehyung le miraba de reojo mientras se alejaba y Seokjin le sonreía mientras le guiñaba un ojo. Ambos lobos se habian reconocido y movían sus colas alegres sabiendo que esta no sería la única vez en la que volverían a encontrarse.

— Ay Jiminie...creo que le gusto — chillo emocionado.

— Mas obvio no pudo ser. Pero no te emociones de a mucho. Ya te dije que Kim Seokjin es un jugador. Es un papasote, pero es de lo peor.

— Ay Jiminie — expreso en risas Taehyung tapando su boca.

— ¿Qué? No estoy ciego querido. Ese hombre esta como me lo receto el doctor.

— ¡Oye! — exclamo indignado y puchereo — yo lo vi primero.

— Error mi cielo. Muchos omegas, betas y zigmas lo han visto antes que tú.

— Awwmm...— expreso triste y desilusionado — que malo eres.

— Corrección. Porque te quiero te digo las cosas como son. Además, parece que te hubieras olvidado de tu madre. — el omega de Taehyung agacho sus orejas ante la conciencia de ello — ella puede reconocer un jugador a kilómetros y a Seokjin se le nota a centímetros.

— Es el primer alfita que me gusta y no puede ser tan malo.

— Aaaaaah! — expreso asombrado — ¿así que te gusta? — puso una de sus manos en forma de jarra contra su cadera en total asombro.

— ¿no te parece genial que me haya devuelto mis cuadernitos? — dijo cambiando de tema con ojos ilusionados. — y yo que creía que ya no existían.

— Si, eso. Cámbiame de tema. Vamos a ver con que le sales a tu mami cuando te huela.

Taehyung se paralizo sabiendo que aquello no podría ocultarlo y seria arduamente interrogado.