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— ¿sucede algo? — frunció su ceño

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— ¿sucede algo? — frunció su ceño.

— Tus...tus ojos...Jinhyung. Tus ojos están rojos.

Seokjin trago saliva y se puso de pie de inmediato para buscar a Sunhee. Ella se lo había advertido. No podía complacer a su lobo o el podría emerger y querer tomar el control de él.

Cuando Sunhee lo vio se puso de pie de inmediato con un ligero temor en su corazón, pero se tranquilizó al ver a su hermoso hijo venir detrás con ojos asustados y suplicantes hacia ella. Sabia por tanto que no le había hecho daño y suspiraba aliviada. Sin embargo, Hyungjae al verlo se petrificaba en su lugar y solo reaccionaba al ver a su pequeño corriendo hacia él para salvaguardarlo de quien sabe que con un gran abrazo.

— Ven conmigo — dijo Sunhee tomándolo del brazo y sacándolo de la vista de sus dos preciados omegas.

Seokjin se dejo llevar obedientemente sintiendo su alfa apaciguarse.

— ¿y así planeas esperar dos años? — dijo con una ceja levantada — muchacho tonto — palmeo su hombro — por poco me matas de un susto.

— Lo siento.

— Sentirlo no ayuda mucho. Sin embargo, me alegra que hayas venido de inmediato a mi.

— ¿Cómo lo sabe? — pregunto desanimado.

— Porque mi bebé esta intacto y con su mirada me suplica por ti. Es más, estoy segura que debe estar escondido junto a mi esposo en alguna esquina tratando de ver que estoy haciendo contigo.

En efecto cuando ambos voltearon a mirar hacia el único lugar donde podían esconderse para espiarlos, pudieron percatarse de un par de ojos curiosos tras una columna al final del pasillo.

— Son hermosos.

— Lo es — dijo decepcionado de sí mismo y cayendo al piso.

— Se como te sientes. No permitas que el autodesprecio te carcoma. Te sentirás tan indigno que querrás alejarte.

Seokjin levanto sus ojos con lágrimas enlagunándolos. Sunhee sonrió y se agacho para estar a su nivel para palmear su hombro tratando de darle ánimo.

— Mira lo que un precioso e inocente omega ha hecho de ti.

— ¿Cuánto cree que dure?

— Esa sensación no desaparece. Aprendes a manejarla y darle salida de tu sistema. Eres atleta aprovecha eso.

— ¿por eso es por lo que es policía?

— En parte. También me gusta hacerlo. Como a ti también te gusta el deporte. No tienes que centrar toda tu vida en Taehyung. Te consumirá el deseo. Debes darle salida.

Seokjin asintió comprendiendo a lo que se refería.

— Gracias.

— Gracias a ti. No dudes en volver a mi si vuelve a suceder. Aunque lo mejor es que no vuelva a suceder. El bajón tras el subidón cada vez es peor.

War of Hormone - Jintae OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora