EUFORIA

CAPÍTULO DOS- FLECHA ROTA

Mihail

Perder fue la acción que me hizo quedar devastado con las manos vacías, pero con el corazón y la mente llena de todo haciéndome repudiar todo lo que hice y lo que pensaba hacer desde que ella se marchó. Perdí contra ella siempre siendo cobarde entregándome a su merced en más de una ocasión, dejando que me usara como un títere a su antojo, aunque al parecer el destino nos ha vuelto poner cara a cara para cambiar la historia que escribimos entre besos y gemidos para borrarla con sangre y muerte.

Verla frente a mí con esos ojos mirándome como si viera a un viejo amigo sin odio, repudio, enojo o algún rastro de maldad a pesar de dispararme me hizo remover cosas en mi interior y descargar mi arma a su dirección mientras me acercaba a ella fue la manera en dejar que lo que llevaba dormido dentro de mi ser despertara llevándome a ser el cobarde que siempre he sido con ella quedando una vez más a su disposición.

Pero ver en sus ojos el coraje y como tomó su arma sin medir consecuencias disparándome directamente en la piel me recordó porque la hice mi mujer, sentir como entraron esas cuatro balas en mi cuerpo y como una que pensaba que iba a mi cabeza rozó mi oreja dejándome caer frente a ella de rodillas me recordó porque sentí lo que sentía por ella porque, aunque regresara no siento más que rechazo hacia esa mujer.

Que tuviera luego la osadía de empujarme, caminar sobre mí y clavar sus tacones sobre mi pecho como si fuera una maldita alfombra me hizo desear tomarla de un tobillo y mandarla al suelo, pero al quedar sobre mi cabeza mis ojos me traicionaron quedando prendidos de su entrepierna dándome cuenta que aún sigue con su mala costumbre de no usar bragas.

Me dio risa que todos al verla la veneraron como un dios indestructible casi rogándole para que nos ayude a atrapar a Damon, pero como siempre anda con aires de importante decidió mejor irse por donde vino porque al final le es leal a lo que siempre fue; una egoísta de la mierda que ni siquiera por su hermano se inmutó cuando este dejó su profesión integra para buscarla y al final ni eso la hizo conmover.

—Está preciosa— habla Viktoria —. Luce como si se hizo alguna cirugía estética porque tiene el cuerpo muy voluptuoso ¿Te diste cuenta? — acaricia mi cabello.

—No me fijé — miento.

Claro que me fijé porque era inevitable no darse cuenta de lo preciosa que está cuando aparece con ese diminuto vestido rojo mostrando sus piernas y con ese escote dejando visible parte de sus senos haciéndome salivar en segundos por saber que no llevaba nada de bajo, esa melena larga casi igual a como la vi por primera vez en Scorpion y con ese labial rojo haciendo lucir sus labios más provocativos.

—Pero actuaste muy furioso casi matándola solo por sopesar la idea de que ahora te quiten el puesto de líder — susurra.

Mi preocupación no es mi maldito puesto mi preocupación es...

—Aunque al final ella demostró porqué tiene el respeto de tus hombres y aunque me duele verte en este estado debo decir que se vio maravillosa disparándote sin temor a lo que le hicieras — besa mi mejilla—. Lástima que no se quedó porque creo que lograríamos muchas cosas con ella de nuestro lado.

— ¿Por qué no saliste a defenderme? — cuestiono— ¿Por qué no le tiraste del pelo por ver cómo me maltrataba?

—Creo que eres lo suficiente adulto para defenderte de mujeres aguerridas y eso que quieres ver en mí nunca lo veras por estoy segura de lo que siento por ti y de lo que tu sientes por mí por eso su presencia no me preocupa — besa mi frente—. Ella es parte de tu pasado y yo soy tu presente y futuro así que si te dispara y no te defiendes es problema tuyo no mío — sonrie.

Viktoria es una mujer segura de sí misma, sabe lo hermosa que es y no alardea de eso, es muy empática siempre poniéndose en los zapatos de los demás y sobretodo es muy consecuente con lo que dice y lo que hace no como otra que se llenaba la boca diciéndome que me amaba mientras conspiraba en mi contra.