EUFORIA

CAPÍTULO DIEZ- LAZOS II

Narrador Omnisciente

El clima cálido de México hace que solo los que hablan español que viajaron al país se vistan con ropa veraniega para ir al encuentro con Escorpión, el líder del cartel más grande de ese país logrando que Lenin, Alessandro, Adolphe, Eleora, Mihail y Nicolás vayan preparados hasta los dientes por meterse en territorio desconocido.

—Esto que ven aquí no es un simple bolígrafo— muestra Nicolás—. Es una grabadora, arma blanca, arma calibre 22 y una aguja con cinco centímetros cúbicos de ansiolítico que inmediatamente entre en contacto con el cuerpo de la persona lo pondrá a dormir por las siguientes siete horas— explica.

— ¿Cómo que un arma calibre 22? — pregunta Adolphe.

—Sergei y yo diseñamos una bala que parece una mina de las que se coloca a los bolígrafos, pero tiene un chip tecnológico integrado que en menos de dos metros de distancia al ser expulsado entra en contacto con el cuerpo como si fuera una bala metálica y una vez dentro el comprimido se libera estallando en el interior del cuerpo dándole una muerte inmediata a la víctima— explica entregando los bolígrafos—. También llevaran esto que es una placa térmica que detectará las armas que llevan arriba los demás mientras Alessandro estará monitoreando para mantenerlos informados de los movimientos de quienes estén a su alrededor— explica.

—Entendido— toma Lenin su placa—. El escorpión avisó que tuvo que viajar fuera del país pero que intentará regresar a tiempo para la noche, pero de no venir hoy lo hará el fin de semana así que creo que podemos hacer un itinerario para los tres días que pasaremos aquí— Mihail respira profundo.

—Primero es Escorpión no el escorpión— lo corrige—. Y segundo me parece de muy mala educación que teniendo un encuentro con nosotros decidiera irse de viaje por muy cerca que este del país— aclara.

—Disfrutemos de la ciudad mientras llega además no tenemos un trato directo con él y ahora mismo nosotros lo necesitamos más que a nadie por tener contacto con la mafia de china y con la griega que son dos terrenos que nunca nos hemos movido— masculla Eleora.

Todos toman los equipos que utilizaran para el encuentro ya sea en la noche o el fin de semana adentrándose en las camionetas y desplazándose en las calles de Ciudad de México al hotel. Lenin hace los registros mientras los demás esperan en el restaurante donde comen comida tradicional burlándose del rostro de Adolphe por las caras que pone por el picante.

—Esto me sabe a algo que me gusta mucho— masculla Mihail—. Demasiado picante haciéndome añorar aquel alimento tan delicioso—mira a Eleora.

—Aquí sus llaves — llega Lenin—. Adolphe 1204, Alessandro 1012, Nicolás 1213, Eleora suite 2022 y Mihail suite 2023 — las entrega y Adolphe y Alessandro no pueden ocultar su sonrisa—. Espero que queden conforme con sus habitaciones porque tuve que enamorar a la recepcionista para que me diera las mejores — se sienta.

Comen entre charlas sobre los atractivos de México y en lo que harán los siguientes días de quedarse en la ciudad. Todos se despiden marchándose a sus habitaciones compartiendo un mismo ascensor, ascensor que solo deja a Eleora y a Mihail hasta llevarlo al piso donde están sus habitaciones.

Ambos están apoyados en cada extremo de la pared metálica sin mirarse recordando la mañana en la que se despertaron notando el abrazo y las piernas enredadas, sus rostros a milímetros y la erección matutina de Mihail rozando el vientre de Eleora cosa que los hizo cerrar los ojos y volver a dormir cinco minutos más para conseguir alejarse de sus cuerpos sin dar una explicación de por qué esa cercanía.

Entran a sus habitaciones encerrándose por las siguientes cuatro horas donde le confirman que Escorpión no llegará al encuentro y que disculpen ese inconveniente pero que promete enmendar esa falta hacia ellos.